«La casa del control remoto» lucha por no cerrar sus puertas en Roca

El negocio familiar que tiene más de 30 años, sobrevivió a la pandemia pero con los aumentos de impuestos están muy complicados. 

Leda lucha con su hijo para mantener este histórico negocio en Roca. Foto Juan Thomes

Todas las mañanas Leda Aguilar abre su local que lleva más de 30 años en Roca. Desde la vidriera se pueden ver decenas de controles remotos de todo tipo de televisores nuevos y antiguos. Aquel lugar está lleno de historia pero por la crisis podría cerrar sus puertas.

Carlos Guillermo Muñoz fue un relojero de la ciudad que inauguró “La casa del control remoto”. Durante la pandemia del coronavirus falleció y su esposa y su hijo Andrés siguieron al frente del local.

“Cuando yo conocí a mi marido era relojero, tenía 20 años y tiempo después nos pusimos de novios. Él era cinco años mayor y mi mamá no lo quería porque decía que podía ser mi papá. Después que nos casamos lo aceptó y se dio cuenta de que era un buen hombre”, contó emocionada.

Mientras su esposo estaba enfocado en La casa del control remoto, la jornada laboral de Leda se abocaba en los galpones de empaque.

Desde hace más de 30 años funciona «La casa del control remoto». Foto Juan Thomes

Ella recordó que el local estuvo funcionando en diferentes puntos de la ciudad como la calle San Juan, San Martín y ahora lo hace sobre calle Mitre casi Kennedy.

Su esposo Carlos se dedicaba a reparar relojes cuando comenzó a sentir curiosidad por los televisores y sus diferentes controles. “Empezó a estudiar libros sobre controles remotos y cómo reparar televisores”, contó.

“Él arreglaba televisores y equipos de música, le llamaban la atención, le gustaban estos aparatos”,  señaló.

Luego de capacitarse inició primero en el arreglo de estos equipos y con la venta hasta que se enfocó más en los controles remotos.

Carlos reparaba además los controles y también los vendía. Su hijo Andrés también aprendió este oficio y siguió con los arreglos.

En el local hay controles de todo tipo de televisores antiguos y nuevos. Foto Juan Thomes

La casa del control remoto atravesó la pandemia

Leda contó que durante la pandemia del coronavirus su esposo falleció tras sufrir una neumonía.

“Fue internado en el hospital, en la guardia, porque no había clínica en ese momento, iba a cumplir 68 años”, recordó con su ojos humedecidos.

En medio de ese contexto económico y sanitario Leda junto a su hijo continuaron con este histórico comercio.

“Seguimos con mi hijo, mi esposo le dejó el local y le enseñó el trabajo”, dijo orgullosa.

Sin embargo, este año todo se complicó con el aumento de los servicios. Ahora se encuentran endeudados y necesitan un préstamo o colaboraciones para poder continuar.

“Estamos los dos luchando para que esto siga adelante. Yo no quiero perder el negocio, hasta este año la cosa no venía tan mal”, explicó muy angustiada.

Leda señaló que pidieron préstamos para continuar y que además las facturas de los servicios subieron mucho. “Todavía no podemos pagar la luz. No hay venta y no podemos pagar los impuestos”, se lamentó.

Todos los días espera ansiosa por los clientes. Foto Juan Thomes

“No puedo pagar los préstamos y me llaman y me están cobrando muchos intereses, necesito que alguien me ayude en esto porque yo no quiero cerrar este negocio, es el legado es mi esposo, él dio todo por esto”, expresó preocupada.

La comerciante dijo que con unos seis millones de pesos podría salir a flote. “Si no consigo los seis millones de pesos, tendría que vender el fondo de comercio, porque ya no puedo avanzar”, contó.

Clientes que llevan años concurriendo al local le recomendaron que venda, incluso sus amigos. “No quiero porque hay mucha historia acá”, remarcó.

Leda señaló que hay interesados en comprar pero que no ofrecen lo que ellos están pidiendo.

Además destacó su valor ya que es una de las pocas casas de controles remotos que sigue en pie.

Señaló que ha consultado en la Anses por algún préstamo pero que no ha recibido ninguna solución. “Ojalá ocurra algún milagro”, dijo esperanzada.

Hasta los controles más retros

En este pequeño comercio se ven controles de todo tipo no solamente de televisores antiguos y nuevos, sino también de DVD y equipos de música. “Tenemos hasta controles de los televisores de tubo”, dijo orgullosa.

Leda contó que muchos clientes que tienen desde hace años llegan al local preguntado por su esposo y no pueden creer que haya fallecido. “Era muy atento con las personas venían desde las chacras y gente de afuera de Roca a comprar su control o arreglar su tele”, recordó.

Hoy cada vez que llega un cliente busca en su carpeta el modelo de control remoto. A veces tarda unos minutos pero no deja de buscar hasta encontrar el dispositivo compatible.

Cada venta para ella es muy importante, y con mucho cariño recibe a los clientes.

Leda no se rinde e incluso renovó un poco la fachada de local y hasta quiere colocar cartelería nueva.

En ese comercio está la historia de su esposo y ella no desiste y sigue luchando por seguir adelante.


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