La Asociación Argentina de Guías de Montaña nació en Bariloche y cumplió 40 años
Cuenta con un instituto de formación en Bariloche, diez sedes en todo el país y 450 socios activos distribuidos por las montañas de todo el mundo.
Guiada por la Antártida. Foto: gentileza
La Asociación Argentina de Guías de Montaña cumplió 40 años. Por ese entonces, la profesión ya tenía cinco décadas de historia en el Nahuel Huapi, de la mano de los pioneros Otto Meiling, Alex Hemmi, Heriberto Schmoll, Otto Weisskopf, Pedro Strukelj y Dinko Bertoncelj, entre otros. Los instructores de esquí ya habían creado su asociación en 1972 y era hora de que los guías de montaña tuvieran la suya.
Allá por 1984, finalmente la institución nació en Bariloche con el reconocimiento de Parques Nacionales. En ese momento, sus ocho fundadores trabajaban ocasionalmente como guías de montaña, pero además tenía otras ocupaciones. Chulengo y Andi Lamuniere administraban el refugio Jakob, Toncek Arko y Pablo Hulskamp tenían la concesión del refugio Frey, Mario Gonzalez trabajaba en Robles Catedral, Paul Cottescu y Gabriel Rapoport se desempeñaban como instructores de esquí y Colores Di Pietro atendía su restaurante. Sin embargo, todos compartían el mismo sueño: vivir como guía de montaña.
El desafío fue agrupar a los guías de montaña del país, jerarquizar la profesión, promover el turismo de montaña y defender la actividad laboral de sus asociados. Además, dispusieron las tarifas mínimas que deben cobrar los guías profesionales.
«En el 84, se reconoce a los guías y se empieza a trabajar en su formación. Con el paso de los años, se dictaron cursos cada vez más profesionales. Al principio, solo eran evaluativos, pero poco a poco se fue convirtiendo en una carrera más que en un curso«, explicó Craig Ross, presidente de la Asociación Argentina de Guías de Montaña.
Hoy la asociación cuenta con el Instituto Superior Argentino de Guías de Montaña, de formación, avalado por el Ministerio de Educación y dispone de certificaciones internacionales de distintos niveles (guía de montaña y de alta montaña).
A 40 años de su creación, hay 10 delegaciones en todo el país en localidades como Chaltén, San Martín de los Andes, Mendoza, Villa La Angostura, Ushuaia, Calafate y el noroeste argentino, con 700 socios de los cuales 450 son activos y trabajan en las montañas de todo el mundo.
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«Aparte de la formación y de representar a los socios en las gestiones con Parques, hemos armado el Centro de Información de Avalanchas que lleva su cuarto año consecutivo. Año a año, seguimos invirtiendo dinero y tenemos donaciones para mejorar el proyecto a fin de tratar de abarcar más áreas y tener una mejor precisión del peligro», indicó.
Ross estudiaba el profesorado de Educación Física 30 años atrás, cuando un amigo colega que ofrecía salidas a la montaña a los colegios en Bariloche, le ofreció ayudarlo. «Los dos hacíamos trekking y habíamos empezado a escalar en roca. Llevar a los chicos a las montañas y enseñarles cómo desenvolverse fue una experiencia interesante y nutritiva. Fueron mis primeros pasos«, contó. En 1996, llegó un curso de trekking y poco a poco, se fue formando aún más en la guiada técnica como guía de alta montaña. «Esto no tiene que ver con la altura sino con el ambiente, con la parte del esquí y la escalada en roca o hielo. En 2002 hice el primer curso con aval internacional de la Unión Internacional de Guías de Montaña», dijo.
Al consultarle sobre el rol de un guía de montaña, explicó que no solo se trata de informar sobre el entorno que uno atraviesa. «Se trata de coordinar y planificar una salida a la montaña para minimizar el riesgo que puede haber ya sea en un sendero de trekking bien marcado o una escalada técnica en roca o hielo. Procuras que el cliente esté seguro, confiado y pueda disfrutar de una salida», señaló.
Resaltó que a lo largo de estos 40 años, hay dos fundadores que aun hoy permanecen en la dirección. Es el caso de González (el primer socio) y Arko (el segundo).
«En este momento, la asociación se ha convertido en referente a nivel sudamericano. Estamos acompañando, por ejemplo, a Chile para que pueda formar parte de la Unión Internacional de Guías de Montaña y organizamos cursos de formación de esquí para los países sudamericanos que no tienen centros de esquí, como Perú, Bolivia y Ecuador. Ellos forman guías pero les falta la parte de esquí», señaló.
Concluyó que están retomando las reuniones con asesores de los senadores para impulsar finalmente la Ley de Guías.
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