Juicio por abuso sexual y grooming en Roca: «tengo miedo de que secuestre a mis hijos»
Gladys, la mamá de la víctima que fue abusada, expresó su miedo ante la posibilidad de que el agresor se acerque. Si bien el abusador fue condenado a 11 años de prisión, seguirá libre hasta que la sentencia esté firme.
Ayer condenaron a 11 años de prisión a Jonathaan Yermanos, el hombre que había sido declarado culpable por los delitos de abuso sexual, grooming, corrupción de menores y producción y divulgación de imágenes de abuso sexual infantil en Roca. El agresor apelará por lo que seguirá suelto en la ciudad y Gladys, la mamá de la víctima, teme «que secuestre a uno de sus hijos».
El miedo de Gladys persiste, no descansa. Si bien Yermanos ayer fue condenado, seguirá libre hasta que la sentencia esté firme. Desde el Ministerio Público Fiscal habían solicitado una pena de 11 años de prisión en tanto que la defensa había requerido una condena de 10 años.
«Mi mayor temor es que se fugue o secuestre a mis hijos. Está suelto, sin custodia ni tobillera. No le bastó con envenenar a mi gato y a mi perra el día del cumpleaños de mi nene o tirar una bomba molotov. Él siguió hostigandonos por todas las vías posibles, no dejó huevos», expresó preocupada la mujer.
Desde hace meses la madre, que también fue víctima de violencia física, psicológica, sexual y económica, teme cruzarse al victimario. De hecho, hace tan solo un mes Yermanos violó la medida perimetral y se acercó a la escuela de uno de los niños.
Hoy Gladys busca generar conciencia acerca de la gravedad de los abusos. «No hay situaciones más o menos graves. La víctima lo vive como algo ultrajante, porque vulnerabilizan su voluntad. Es muy traumatizante y es por ello que es tan importante la reparación en términos jurídicos», apuntó.
«Dejemos de tapar este tipo de situaciones porque nos debilita. El abuso sexual deja secuelas irreparables, no se olvida, se aprende a vivir con ello«, declaró y agregó que siempre que se comete un delito de este tipo se da en «una relación de poder asimétrica».
Jonathan Yermanos esperaba estar en soledad con la víctima para cometer los abusos, es decir «buscaba los momentos donde sabía que podía cometer los delitos», explicó.
La sobreviviente reclama que la justicia debería vigilar de cerca al acusado. Hasta el momento sólo le exigen que se presente una vez por semana en la fiscalía y no podrá acercarse ni mantener contacto con la víctima.
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