Jóvenes por la Memoria de cumpleaños, ya van los por 7: «Somo un puente entre generaciones»

Reivindican la lucha de las Madres de Plaza de Mayo de Neuquén y el Alto Valle. Son un puente entre generaciones. Difunden lo ocurrido en la última dictadura y piensan sus lazos con el presente. Defienden los Derechos Humanos en tiempos de negacionismo.

La historia de Jóvenes por la Memoria se puede contar de muchas formas. Aunque todas serán incompletas. Hay tantas versiones, como integrantes. Esta es solo una. La de los 7 años que hoy celebran.
Tres fotos marcan sus hitos. La primera: 24 de marzo de 2018. Solo siete de los 20 integrantes posan frente a la cámara. Esa fue la primera vez que inauguraron su bandera y a ellos, como organización, en la calle.

Unos meses antes, un libro, los había juntado. Habían escrito relatos en conmemoración a los 40 años de las Madres de Plaza de Mayo. Amigos, conocidos, hijos de familias con recorrido en los Derechos Humanos, otros que no, se fueron entrelazando. “Todos teníamos la necesidad de hacer algo sabiendo que las madres estaban grandes y que había que continuar su legado”, cuenta Sol Busso, “y seguir también con la idea de apartidismo que tienen las madres”.

La segunda foto: en 2020 durante la pandemia, pintada sobre el asfalto de la Av. Argentina frente a Amuc, donde se desarrollaba el juicio “Escuelita VII”. “Como en ese momento las restricciones eran altas y las audiencias no podían ser masivas como estábamos acostumbrados, pusimos una leyenda para que todas las personas que pasaban por ahí supieran que, en ese lugar, a pesar de estar en pandemia, se estaban juzgando genocidas”.

Y la tercera: “Esta foto es una de nuestras grandes joyas”, dice Sol Busso, “porque están las personas que admiramos profundamente. Hay un montón de gente joven y también nuestros grandes referentes, sobrevivientes de la dictadura y nuestras madres”. Así es, en la foto, cerca de 80 personas miran a la cámara. Están en la presentación de la segunda versión del libro que les dio origen como organización. “Le dimos una vuelta de rosca a la escritura”, dice Busso, “quisimos teorizar y trabajar también las pedagogías de la memoria”.

Intervención callejera durante la pandemia de COVID-19 frente a Amuc para visibilizar los juicios de lesa humanidad. Foto: Gentileza

Hoy algunos ya pasaron los 30 años, pero, lejos de señalar edades “Jóvenes por la Memoria” trata sobre el traspaso generacional. “Somos un puente entre la generación que vivió la dictadura y la que no lo hizo o que no tiene ningún familiar directo o incluso que ni sus padres lo vivieron”, explica Busso, “creemos que nos toca como generación poder transmitir lo que sucedió en los años de dictadura, pero también poner énfasis en el presente. Los discursos de odio generan acciones”, dice y pone como ejemplo el triple lesbicidio ocurrido en Buenos Aires.

Hoy festejan sus siete años. “La clave es fortalecer los lazos de militancia y de solidaridad”, dice Busso, “nosotres tenemos la necesidad, la urgencia y un poco la premisa de trabajar en red. Siempre creemos que no se puede hacer nada en soledad”. El festejo tendrá torta de cumpleaños, música, cuentos y comida.

“Los discursos negacionistas existieron siempre. Lo que pasa es que las políticas públicas de derechos humanos, generan una base, un consenso. Con Milei, pareciera como si se haya destapado una olla”. Sol Busso no deja de analizar la coyuntura en contexto: lo que sucede en Argentina, responde a lógicas mundiales del avance de las derechas. “Y otra cosa pienso”, y cierra, “es que la historia es un poco cíclica. A nuestra generación nos tocó esto”.

En 2022, en la presentación de la segunda edición de su libro. Estuvieron presente referentes como Inés y Oscar Ragni, Lolin Rigoni, Noemí Labrune y Dora Seguel. Foto: Gentileza

La invitación es hoy en la “Biblio Eliel Aragón”:


-17:30 hs: Recorrido por la historia de la organización.
-18:15 hs: “Cuentos prohibidos”, un espectáculo recupera los cuentos censurados durante la última dictadura militar.
-19:00 hs: Torta de cumpleaños y chocolate caliente.
También habrá espacio para las infancias. El valor de la entrada es de $2.000, pero no es excluyente. Lo recaudado será para la Biblioteca Popular Eliel Aragón (Gdor. Asmar 1835, Neuquén).


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