Instalarán sismógrafos en dos misteriosos volcanes de Neuquén
El instrumental es de última generación y aportará al monitoreo de dos formaciones de las cuales se sabe muy poco. El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) tendrá datos inéditos que estarán disponibles para la provincia.
En las últimas horas se confirmó un importante hito para el control sobre la actividad volcánica en la provincia de Neuquén. El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) instalará una red de sismógrafos en los volcanes Tromen y Domuyo. El instrumental brindará importante información inédita sobre ambas formaciones.
Los datos obtenidos permitirá no solo enriquecer la base información sino que también salvaguardar la vida de las personas que viven cerca de los volcanes, explicaron desde el SEGEMAR. Según se comunicó, nstalarán un total de 10 estaciones multiparamétricas, 4 a instalar en el volcán Tromen incluyendo: 3 estaciones sismológicas, 2 estaciones GNSS y 1 cámara IP, correspondientes a las estaciones denominadas: Tromen (TRO), Tilhue (TIL), Chosmalal (CHO) y Nodo Buta Ranquil (NBR). Mientras que se instalarán 6 estaciones en el volcán Domuyo, incluyendo: 4 estaciones sismológicas, 3 estaciones GNSS y 1 cámara IP, correspondientes a las estaciones denominadas: Domuyo (DOM), Bramadora (BRA), Ailinco (AIL), Manzano Amargo (EMA) y Nodo Varvarco (VAR). Se estima que la inversión rozará 400.000 dólares.
Las redes sobre los volcanes Tromen y Domuyo con equipamiento de última generación, permitirá al Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) del SEGEMAR realizar el monitoreo en tiempo real , utilizando las técnicas más avanzadas aplicadas en los principales observatorios volcanológicos en el mundo, posibilitando la generación de alertas tempranas, dando aviso a las autoridades de Protección Civil y la población, a fin de mitigar el riesgo volcánico en nuestro país.
La instalación se concretará con la tarea coordinada entre el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) y el Ministerio de Ciudadanía de la Provincia del Neuquén y buscará aportar a la red nacional de monitoreo volcánico del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) del SEGEMAR.
Instalarán la red de sismógrafos en los volcanes de Neuquén: Tromen y Domuyos, dos gigantes de los que poco se sabe
El Volcán Tromen es uno de los volcanes más representativos de la Provincia del Neuquén, mientras que el volcán Domuyo es considerado la cima de la Patagonia.
Respectivamente se ubican en los puestos N° 12 y 16 del Ranking de Riesgo Relativo para el país, elaborado por el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR). A la fecha, a pesar de que el volcán Tromen es considerado un volcán activo, con erupciones en tiempos históricos, el mismo no ha mostrado signos de actividad reciente.
A su vez, debido a la falta de monitoreo y estudios de detalle sobre el volcán, es bajo el nivel de conocimiento que se tiene sobre los niveles de actividad actuales del volcán y por tal motivo es de gran importancia su monitoreo.
Sobre la base de crónicas y documentos escritos se conocen 5 erupciones históricas (1820, 1822, 1823, 1827, 1828 d.C.), aunque ninguna de estas edades ha sido confirmada por estudios radimetricos/geológicos. Las coladas y escoriales de composiciones básicas a intermedias que se desarrollan en el sector septentrional del volcán, han sido propuestas de manera indistinta como los productos de las últimas erupciones sobre la base de su preservación y escasa cobertura vegetal.
A pesar de que este volcán no presenta actividad desde hace casi 100 años, debido a su cercanía a las localidades de Buta Ranquil (ubicada a los pies del volcán) y Chosmalal, es de gran importancia su estudio y monitoreo.
El volcán Domuyo es uno de los principales campos geotermales que existen en el país y el mundo. Durante muchos años existió mucha controversia en la comunidad científica en cuanto a considerar al Domuyo como un volcán activo, debido a las características particulares de este centro y la falta de información geocronológica o actividad eruptiva en tiempos históricos. Sin embargo, en el año 2018 a partir de estudios llevados adelante por el Jet Propulsión Laboratory (JPL) de la NASA en Estados Unidos, mediante el uso de imagines satelitales de radar, se descubrió que el volcán se estaba inflando desde el año 2014 a un ritmo de 11 cm al año. En años posteriores a raíz de nuevos estudios llevados adelante por universidades argentinas, se corroboró la deformación en el volcán al igual que se detectó actividad sísmica mediante redes temporales. Teniendo esto en consideración y a raíz de esta nueva información, es que el monitoreo en tiempo real del volcán Domuyo paso a ser una prioridad para el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) del SEGEMAR.
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