Inédito tratamiento para el dolor en el Alto Valle: un avance para vivir y dejar atrás el malestar

Una mujer de Río Negro que padece artrosis de rodilla empezó a despedirse del sufrimiento tras realizarse un procedimiento de radiofrecuencia térmica y pulsada de los nervios geniculados. Con tecnología de punta, una innovación en salud llegó para quedarse en Roca. 

La medicina avanza a pasos agigantados. De la mano de la tecnología y la ciencia, cada vez más pacientes pueden acercarse a soluciones vitales y mejorar su calidad de vida. Ahora en Roca es posible acceder a alternativas de tratamiento para desterrar el dolor y encontrar alivio lejos de los analgésicos y drogas que no hacen más que generar contraindicaciones a largo plazo.   

Sorprendentemente, existe un tratamiento de radiofrecuencia térmica y pulsada de los nervios que interrumpe el mensaje de dolor crónico hacia la percepción del cerebro, causando su desaparición. Se trata de un procedimiento que se realizó por primera vez en el Alto Valle de Río Negro.  

Una mujer de 75 años de Roca, quien padece artrosis de rodilla, encontró una alternativa a la cirugía a la que no quería someterse por los riesgos que implicaba por sus comorbilidades.  

El procedimiento innovador fue realizado en una clínica de Roca, por parte del médico anestesiólogo Jorge Osvaldo Hermosilla, especialista en tratamiento del dolor y cuidados paliativos. Nació en Misiones, estudió medicina en Córdoba y por distintas razones de la vida, el destino lo trajo a Río Negro. En Roca, junto a un equipo interdisciplinario de colegas, abrió hace seis años el Centro de Tratamiento del Dolor, con quienes realizan abordaje de pacientes con dolores agudos y, sobre todo, crónicos. 

La última adquisición del centro fue este aparato de radiofrecuencia para el tratamiento del dolor crónico refractario. La inversión fue millonaria por parte del equipo a poco de concluir un posgrado. Se sumó la muerte de una joven paciente con cáncer a los 40 años, hecho que terminó de motivar el gigantesco esfuerzo monetario para traer los equipos a la región. 

Foto: Alejandro Carnevale.

“El tratamiento consiste en hacer una ablación, una interrupción del mensaje que transmite la lesión o el dolor hacia el cerebro, y la interrupción de la información nerviosa”, comentó Hermosilla en una entrevista con Diario RIO NEGRO. Se utiliza un aparato que emite radiofrecuencia y agujas especiales.  

En la región son solo tres profesionales que se dedican a este tipo de procedimientos, uno en Neuquén y dos en la provincia de Río Negro (Roca y Bariloche). “Es algo nuevo en el valle. Venimos a cubrir una falencia que tienen las prestaciones médicas con respecto al dolor crónico”, aseguró el profesional.  

“Cuando el paciente recibe una alta dosis de medicación y no responde, además tiene un efecto adverso (…) sufre los efectos de esa medicación, entonces uno viene a reemplazar a esa medicación”.

Jorge Hermosilla, médico anestesiólogo especialista en tratamiento del dolor en Roca.

En líneas generales, este tratamiento se indica en patologías invalidantes como las neurálgicas del trigémino; las ablaciones por avulsiones del plexo braquial; o inclusive fracasos de cirugía. También en pacientes oncológicos y no distingue edad: se ha realizado en personas mayores y en niños también.   

“Muchos pacientes tienen dolor por fracaso de la indicación quirúrgica de columna, de cadera; y este viene a ser como el último eslabón para el tratamiento de todas esas patologías”, comentó el médico.  

Llegar a interrumpir el dolor con este tratamiento requiere de una evaluación previa, un diagnóstico preciso y distintas pruebas. Luego, en cuestión de media hora se realiza el procedimiento por única vez y con una sedación local, sin anestesia general ni incisiones. Tiene menos complicaciones que una cirugía.  

Hermosilla explicó que: “En el caso de la neuralgia de los trigéminos o patologías de la columna vertebral, como son las hernias de disco, está demostrado científicamente que, si uno hace este tipo de procedimiento, el resultado que tiene es similar al quirúrgico». 

Foto: Alejandro Carnevale.

En algunos casos, se utiliza el tratamiento como paliativo, en pacientes en los que la muerte es inminente. “Por lo menos le damos al paciente la oportunidad de en casos extremos que sabemos que va a fallecer, de tener una muerte digna, sin dolor”, ejemplificó Hermosilla. 

“Si bien todos los médicos deberían tener un conocimiento sobre el abordaje del dolor, esto es un poco más específico, requiere también un entrenamiento, y también los medios disponibles para poder ofrecerlo”, aseguró sobre lo que ya se considera una super especialidad.   

Los profesionales parte del equipo de trabajo son María Marcela Reitu, médica cirujana especialista en dolor, medicina integral y regenerativo; y el médico anestesiólogo Eduardo Capurro, también especialista en dolor.  

Encontrar el alivio  


El procedimiento no es mágico, como todo, es un proceso; pero en ciertos casos, luego de acceder al tratamiento el alivio se produce de seis meses a años. “Eso va a depender un poco de la respuesta del paciente (…) hay que ir desactivando todos los focos de dolor, para darle una calidad de vida muy superior”, agregó el médico.  

«Venimos a aliviar el dolor de la gente. Es un orgullo para el Centro poder otorgarle esto a la comunidad y nos sentimos completos al poder ofrecer una alternativa ante el fracaso de las otras terapias”. 

Jorge Hermosilla, médico anestesiólogo especialista en tratamiento del dolor en Roca.

Luego del tratamiento, los primeros dos días para el paciente pueden tener una molestia, y luego al tercer día, en la mayoría de los casos el paciente ya está asintomático.  

El próximo desafío para el Centro de Tratamiento del Dolor de Roca es poder contar con un Arco en C, un aparato que emite rayos, y así, poder realizar todos los procedimientos en el lugar, otro equipo sumamente costoso en dólares.  

Estamos esperando que haya créditos blandos para poder comprar la tecnología, porque si no es muy difícil, para todos los que están en medicina, poder ofrecer tecnología de última a esos valores”, cerró el médico. 

Dolor agudo y crónico: incidencia 


El 80% de la población padece un dolor lumbar, un dolor de espalda una vez en su vida. La incidencia es altísima pero puede ser algo momentáneo o puede ser algo crónico.  

El dolor se divide en agudo y crónico. El agudo es aquel que se presenta en forma repentina ante un evento y generalmente no dura más allá que el tiempo que debe de durar, pero si a los tres meses no se resuelve la patología o sigue doliendo, se transforma en dolor crónico.  

Es por estas situaciones que la automedicación, nunca es una solución porque en varios casos termian retrasando o disfrazando el diagnóstico.  

Demanda

560
pacientes por patologías del dolor consultan por mes en promedio en el Centro de Tratamiento del Dolor, en Roca. Asisten en promedio 780 pacientes entre todas las disciplinas.

Incidencia

80%
de la población padece o padeció un dolor lumbar o de espalda alguna vez en su vida, según estadísticas de salud.

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