Incendios en Río Negro y Neuquén: la precariedad en las viviendas, la clave para entender su aumento

Córdoba desde hace seis días sufre las consecuencias de los incendios forestales. En Río Negro y Neuquén no es época aún, pero padecen otro tipo de incendios por precariedad.

Mientras Córdoba padece desde hace seis días las consecuencias de los incendios forestales que ya consumieron más de 16 mil hectáreas al norte de Punilla, Río Negro y Neuquén se preparan para la época más conflictiva, pero hoy ponen la mirada en otro tipo de incendios causados por condiciones de precariedad.

«Un año atípico». Así definió Jorge Vargas, jefe del Cuartel Centro de Bomberos Bariloche, las últimas 51 intervenciones por incendios de viviendas, entre junio y mediados de septiembre. El año anterior, fueron apenas 26 intervenciones, es decir, la mitad de incidentes.

En estos últimos meses, en promedio, los bomberos debieron asistir a un incendio cada dos noches.

Al inicio de esta semana, se registraron dos incendios consecutivos. Las llamas consumieron dos viviendas de madera en el barrio Nahuel Hue, al sur de Bariloche. En una de las casas, dos mascotas sufrieron quemaduras.

«Este año se adelantó el invierno y registramos un alto índice de incendios estructurales, más allá de las constantes intervenciones por traumas y accidentes de tránsito», resumió Vargas.

¿Cuál es la causa? El bombero consideró que los recurrentes incendios obedecen a las bajísimas temperaturas y a los métodos que emplea la gente para calefaccionarse, como artefactos eléctricos y estufas económicas de «combustión lenta».

«Hemos registrado muchos incendios en chimeneas y en el cielorraso. Hubo principios de incendio que fueron controlados por los mismos vecinos», señaló Vargas.

Durante los inviernos, mencionó, solían registrar un alto índice de personas intoxicadas -«o fallecidas»- por inhalación de monóxido de carbono. Este año, solo recibieron tres llamados por esa causa.

«En cambio, recibimos gran cantidad de llamados por incendios en zona de tomas como el barrio 29 de Septiembre, o en barrios como el San Francisco o la barda del barrio Arrayanes donde la gente construye precariamente para vivir, pero se calefacciona con corriente. Por eso, tenemos tantos incidentes de energía eléctrica«, resaltó Vargas.

Dijo que al ser construcciones precarias, se usa «material liviano, como paneles, que generan una rápida propagación del fuego». «Se requiere un accionar rápido porque las casas están contiguas. Si no, se nos queman cuatro o cinco casas», dijo. Ante el incremento de los incidentes, los bomberos debieron reforzar las guardias nocturnas de los destacamentos 2 de Abril y San Francisco, a fin de agilizar la respuesta.

«Otra contrariedad en esos barrios tiene que ver con la dificultad de acceder a las calles ya que muchas son provisorias. Nuestros vehículos, muchas veces, no entran especialmente en el invierno con tanto barro. Lo mismo sucede en el oeste de Bariloche, con las construcciones sobre la ladera del cerro Otto», recalcó.

Advirtió que Bariloche creció demográficamente y surgieron «muchos barrios de golpe» que no cuentan con servicios. «A la vez, nuestros destacamentos quedaron chicos para asistir tantas viviendas de golpe. Un mes atrás, tuvimos dos bomberos electrocutados porque tienen caños subterráneos y hay energía continúa. Por suerte, tenemos ropa de protección», aclaró.

La situación de Bariloche es similar en General Roca, según lo confirmó Elías Glaciar, del cuartel de Bomberos de esa localidad.

Durante los últimos meses, los 90 bomberos en esa localidad debieron asistir a un promedio de dos o tres incendios de casillas por semana especialmente en Barrio Nuevo, Quinta 25 y la zona del aeroclub.

«El número varía mucho, pero nunca baja. Si bien es el personal policial quien determina las causas, extraoficialmente, se sabe que el problema son los desperfectos en los aparatos eléctricos«, señaló Glaciar.

Aseguró que las casillas involucradas en estos incidentes están ubicadas en la zona de tomas. Suelen ser de madera o chapa «lo que requiere una rápida intervención. Es material muy combustible y cuando uno llega, por lo general, ya se terminaron de consumir por completo».

Más fatalidades en Neuquén

Los bomberos de Neuquén aseguraron que no asistieron a una mayor cantidad de incendios de viviendas, pero según explicó Darío Campos, director de Operaciones de la Federación Neuquina de Bomberos, «los siniestros fueron más trágicos«.

«Registramos más fatalidades, como es el caso de Cultral Co, Plaza Huincul, Añelo, Rincón de los Sauces, Junín de los Andes a donde se han producido incendios con víctimas fatales», señaló Campos.

A mediados de julio, un hombre de 35 años y su pareja, de 28 años, murieron por asfixia por inhalación de monóxido de carbono en Cutral Co. Los bomberos encontraron los cuerpos una vez que lograron sofocar el fuego en el interior de la vivienda.

Campos recordó también el último incendio en Rincón de los Sauces, donde una mujer de 28 años, sus dos hijos de 3 y 6 años y una joven de 18 años sufrieron quemaduras graves al prenderse fuego la vivienda donde vivían.

La nena de 3 años debió ser trasladada de urgencia al hospital Garrahan en Buenos Aires debido a que presentaba quemaduras en el 50% de su cuerpo y tenía comprometidas las vías aéreas.


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