«Idiotas» y «Débiles mentales»: las calificaciones de la Agencia Nacional de Discapacidad fueron consideradas «una provocación»
Desde una asociación de Bariloche consideraron que "la derecha ha mirado siempre con mucho desdén a las personas con discapacidad". En este caso, plantearon que, además, "hay una clara intención de tapar otros temas, como las criptomonedas".
«La derecha ha mirado con mucho desdén a las personas con discapacidad. Están jugando a provocar a ver cuál es la reacción y claramente, también hay una intención de tapar otros temas, como las criptomonedas«. De esta forma, Luis Suero, el director de Cre-Arte, un centro educativo y cultural para personas con discapacidad de Bariloche, se refirió a las calificaciones de distintos grados de discapacidad como “idiotas”, “débiles mentales” e “imbéciles” por parte de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.
El objetivo de esa resolución publicada en el Boletín Oficial es “determinar la pertinencia del otorgamiento del beneficio por constatar incapacidad total y permanente”. Establece un método para definir la validez o invalidez laboral de las personas, y de esta forma, define quiénes pueden y quiénes no acceder a una pensión.
Tras el repudio inmediato por parte de las organizaciones vinculadas a la discapacidad, Diego Spagnuolo, director de la Andis, aseguró que ya se desvinculó a los responsables de la redacción del documento en el que se identifica como “imbécil” e “idiota” a las personas con discapacidad.
Suero calificó el suceso como una «provocación»: «Me cuesta pensar que hacen esto porque son ignorantes. Ya desde el año pasado, el gobierno pone en duda el tema de las pensiones: lo cierto es que el universo de pensiones otorgadas no llega al 40% de las personas con discapacidad en Argentina. Buscan poner en duda si fueron bien otorgadas o no cuando el gobierno está en deuda con las personas con discapacidad».
Además, recalcó que «cualquiera sabe claramente que la terminología ‘idiota’, ‘imbécil’ no se usa desde hace más de 80 años. Esas consideraciones no se utilizan y han sido reemplazadas por otras forma de evaluar».
Puso como ejemplo la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad vigente desde 2006, a la que Argentina adhirió dos años después. «Cambió la perspectiva de análisis respecto a la discapacidad. La perspectiva hegemónica siempre fue médico rehabilitadora: analizaba la discapacidad bajo parámetros médicos y como un problema de la persona. Un déficit de esa persona«, resaltó y advirtió que no analiza la dimensión social de la discapacidad que se incorpora recién a partir de la Convención. Desde ese momento, se empieza a mirar la discapacidad «no como una cuestión biológica sino como una construcción social».
Suero consideró que el gobierno «tiene la intención de instalar un discurso, marcar diferencias y que cada uno sea responsable de su propia tragedia. Lo marcar como una tragedia, no como una responsabilidad social».
¿Por qué dieron marcha atrás?, se le consultó. «Ya instalaron una discusión. Mete a los colectivos de personas con discapacidad en la ‘agenda woke’ como si fuera una cuestión de modernidad y no una cuestión de derechos«, planteó.
«Retrógrado»
Helen Tobar, abogada e integrante de la agrupación Inclusión Sur Bariloche (familias y profesionales por la inclusión), calificó como «retrógrado» el lenguaje utilizado desde el organismo nacional.
«Por otro lado, la Agencia evalúa las discapacidades en base únicamente a un diagnóstico y no toma en cuenta cómo cada una de las afecciones en las personas influyen de manera distinta. Debe ser evaluado en forma integral y según el contexto socioeconómico, sociocultural, profesional de cada una de las personas», fustigó.
Ese criterio de evaluación, agregó, se replica en la Junta Evaluadora Provincial que «realiza una medición teniendo en cuenta un diagnóstico médico y no considera cómo una serie de afecciones impactan en cómo esa persona puede manejarse en forma autónoma o requerir asistencia para actividades de la vida diaria».
«Lamentablemente, desde que hubo un cambio de gobierno nacional, desde la provincia también se han alineado con dar la espalda a las personas con discapacidad. He tenido un montón de reclamos, de casos debido a que la junta ha negado el certificado único de discapacidad a numerosas personas», dijo.
Por otra parte, la especialista aclaró que las pensiones no contributivas «no son sustitutivas de un ingreso laboral». «Esa pensión, lamentablemente, fue pensada únicamente para personas con discapacidad en situación de indigencia. Aún hoy, continúa siendo negada a numerosas personas en situación de vulnerabilidad». Puso como ejemplo el caso de muchas madres que tienen un ingreso registrado y en blanco y no acceden a la pensión por sus hijos con discapacidad ya que se considera que «hay un ingreso en la casa aunque no alcanza a cubrir las necesidades básicas de las personas con discapacidad».
"La derecha ha mirado con mucho desdén a las personas con discapacidad. Están jugando a provocar a ver cuál es la reacción y claramente, también hay una intención de tapar otros temas, como las criptomonedas". De esta forma, Luis Suero, el director de Cre-Arte, un centro educativo y cultural para personas con discapacidad de Bariloche, se refirió a las calificaciones de distintos grados de discapacidad como “idiotas”, “débiles mentales” e “imbéciles” por parte de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios