Historias de mochileros: salir de la zona de confort y viajar hacia la aventura
Salir de mochila es una de las formas más elegidas por los jóvenes. Cada vez son más los que eligen abandonar la comodidad para explorar una forma de "turismo" gasolero, e incierto.
Mientras algunos planifican viajar en auto, avión o colectivos, existe un grupo de personas, fundamentalmente jóvenes, que eligen salir de la zona de confort para sumergirse en la aventura de caminar por las rutas. Es una modalidad que invita a experimentar un viaje diferente.
Gastón y Natalia son dos jóvenes rionegrinos que cargaron sus mochilas y se lanzaron a la aventura de recorrer dentro y fuera del país a dedo contaron su historia. Él tiene 25 años y hace siete que eligió la ciudad de Roca para vivir y formarse en Música Popular.
Con tan solo 15 años, el joven se aventuró a viajar como mochilero a Villa Pehuenia. Con los años recorrió el sur y norte de Argentina, Bolivia, Perú y Chile. En diálogo con diario RÍO NEGRO, Gastón contó sobre su experiencia en las rutas argentinas y extranjeras.
«Todo empezó porque quería llegar a Villa Pehuenia y no tenía forma de que alguien me llevara, tampoco dinero como para poder manejarme. Sin dudarlo, armé mis cosas y salí desde Zapala». Así inició el relato del joven de 25 años.
El muchacho -que solo tenía un bolsito y una carpa- cargó en su espalda la ilusión de conocer el lugar que deseaba. «Ese viaje lo solventé con una plata que tenía de una venta de tortas fritas. Solo fue una semana pero bastó para motivarme y seguir haciéndolo», aseguró Gastón.
Si hay algo que caracteriza a esta modalidad de viaje, es el contacto humano y la comunicación. En este sentido, Gastón aseguró que la parte social en los viajes es fundamental. «Uno aprende a desarrollar aptitudes para la vida porque se vuelve responsable de su ser. Es importante tener empatía y conciencia de lo que estas compartiendo con las personas que te cruzas en el camino», relató.
Mochila y voluntariado
Natalia, es Profesora de Educación Física. Actualmente su lugar de residente de la ciudad de Bariloche, pero en estos días se encuentra haciendo un voluntariado en Perú. También contó su experiencia como mochilera, desde su óptica como mujer.
En sus inicios, decidió conocer distintos puntos del país (sobre todo el sur) para subir algunas montañas, acampar y estar en contacto con la naturaleza. «En los viajes como mochilera puedo desconectar de las rutinas y salir de la zona de confort para conectar de alguna forma con la inmensidad de este mundo», dijo.
Cuando viajás de mochila, pareciera que la regla de oro es estar abierto a cualquier eventualidad que pueda desorganizar la planificación inicial del viaje. En este sentido, dijo que hacer dedo entre los pueblos le permite llegar a lugares que tal vez no conocería de otra forma porque no están dentro de su hoja de ruta.
Viaje gasolero
A pesar de que el gasto económico de los mochileros no implica una gran inversión en pasajes, combustible, al momento de planificar el viaje, los aventureros deben tener en cuenta la cantidad de dinero con la que deben contar.
Para Gastón, no es necesario salir con cierta cantidad de dinero. «La forma de viajar te permite muchísimas cosas y se remite mucho al libre albedrío de cada uno», aseguró y contó cómo hizo en Perú 2018 cuando se quedó sin dinero.
«El viaje a Perú fue largo y cuando me quedé sin dinero, empecé a tocar las pocas canciones que sabía con con la gente amiga que viajamos», relató. Eso fue posible gracias a que en su paso por Bolivia consiguió una guitarra.
A pesar de que hay personas que programan sus viajes para las vacaciones de verano, la realidad es que también hay un porcentaje que adoptó esta modalidad como estilo de vida. «Muchos viajeros tienen un trabajo que pueden realizar en cualquier lugar. Los más comunes son la música, artesanías, malabares, venta de sahumerios. También hay peluqueros, tatuadores, son trabajos que hace la gente cuando viaja de mochila», aseguró Gastón.
Los mochileros adoptan estrategias para administrar su dinero en el día a día. Por ejemplo, para ahorrar en estadía, algunos recurren a los llamados voluntariados. Existen los que son pagos pero por lo general los dueños de los lugares ofrecen hospedaje, comida a cambio de trabajo.
Natalia, planifica sus viajes con un año de antelación y su forma de ahorrar dinero para los gastos de sus viajes es en dólares. «Mis viajes por lo general son gasoleros porque trato de buscar acampes gratuitos o hostel con habitaciones compartidas. También hago dedo en donde los trayectos lo permitan o busco los transportes más económicos en los que moverme», aseguró la viajera.
¿Una mujer viajando sola?
Sin dudas, la condición de género no debería ser un tema al momento de planificar un viaje, pero la realidad es que es una cuestión relevante en un contexto social tan adverso, donde según el Observatorio «Ahora que sí nos ven», una mujer es asesinada cada 32 horas en Argentina.
Ante esta realidad, Natalia opinó que ser mujer y viajar sola es un tema. «Desde mi experiencia puedo decir que me pongo en un estado de alarma mayor que el que tengo en el día a día», y agregó que se conecta con sus sentidos e intuiciones. «Hasta el momento nunca tuve malas experiencias».
Este año eligió salir del país como mochilera y comentó que los peruanos se asombraron al ver viajar a una mujer sola. «Creo que tiene mas que ver con su contexto sociocultural», sentenció.
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