Hidrógeno Verde: lanzan las obras y urge la ley nacional de regulación
Inician los trabajos para las seis primeras torres de medición del viento. Serán 16 y costarán 1,6 millón de dólares. Todos los estudios y proyectos ya exigirán 150 millones. El gobierno provincial destaca que se avanza, pero admite complejidades por lo innovador del plan. La actual urgencia radica en la norma de regulación.
Primeros vestigios del plan de Hidrógeno Verde. Movimientos de suelo, desmalezamientos y construcciones de plataformas en la inhóspita estepa rionegrina. Son los lugares elegidos para los iniciales seis mástiles de viento. Serán 16 torres de mediciones, distribuidas en cuatro grupos. Cada instalación tiene un costo de 100 mil dólares y, por eso, Fortescue Future Industries (FFI) prevé 1,6 millón de dólares.
Muchos otros estudios están programados para la definitiva confirmación de la inversión. «Es un proceso de prefactibilidad», repite -por ahora- la firma. Las evaluaciones y los proyectos programados requerirán 150 millones de dólares, informa el secretario de Planificación, Daniel Sanguinetti. Transmite ese número para sintetizar la magnitud del plan de FFI.
El funcionario, a cargo por la Provincia del proyecto, aporta elementos siempre en dirección que «el proyecto avanza» y, en todo caso, los tiempos responden a un proceso innovador y, como tal, genera conflictos que la Provincia prioriza atender. Alude a los reclamos de las comunidades de los pueblos originarios y, entre otros, las organizaciones ambientales.
El programa está lentificado por la demora en la norma de regulación de la industria de Hidrógeno Verde en el país. Esa instancia era evidente y fue motivo de la charla en Barcelona del ministro Matías Kulfas y el mandamás de Fortescue, Andrew Forrest, con la gobernadora Arabela Carreras como testigo.
Al regreso, la Provincia y el equipo del ministro acordaron modificar la estrategia para apurar su tratamiento en el Congreso. Se insinuaba el cambio cuando todos se sorprendieron con la salida de Kulfas. Ahora, un impasse hasta la asunción de Daniel Scioli -que sería entre mañana y el martes- y tener su orientación y sus plazos.
En ese contexto, en Río Negro, asoman las primeras ejecuciones, permitidas inicialmente por la secretaria de Ambiente para la «apertura de caminos, los movimientos de suelos y las construcciones de las bases». Requerirán otros permisos para cumplir con los izamientos de las torres.
Estos inicios se fijaron en seis áreas, cercanas al Cerro Puntudo y Arroyo Los Berros, a unos 60 kilómetros al sur de Valcheta.
A esos seis seguirán otra docena mástiles de medición de viento, divididos en tres grupos y, todavía, sin definiciones. Serán 16 aunque eran 17. Sanguinetti aclaró que la empresa bajó una torre, a partir de su «cercanía de una zona roja» del plan de manejo ambiental de la zona de la Meseta Somuncura. «Prefirió evitar cualquier complicación», dijo.
Se abrió un proceso de consulta con los pueblos originarios. Este lunes volvemos a juntarnos para tener respuesta a una propuesta».
Daniel Sanguinetti, secretario de Planificación e impulsor del proyecto.
Los mástiles serán instalados por la empresa barilochense SYR Energía, subcontratada por IMPSA, a partir que el grupo australiano FFI firmó un convenio en enero con esa sociedad, con participación mayoritaria del Estado.
El número y la ubicación de parques no están resueltos, pues también dependen de los estudios. Incluso, se incorporó una «alternativa»: incorporar el proyecto eólico de Cerro Policía, que no figura en la iniciativa privada, pero permitiría acortar plazos porque ya están las características del viento, los proyectos y las autorizaciones ambientales. Se pasaría directamente a la colocación de los molinos.
La cantidad de aerogeneradores se puede estimar. La primera etapa -que se prevé para el 2027- contempla una generación de 300 megavatios, proyectando de 30 a 60 molinos ya que cada uno -según los tipos- producen de 4/5 a 10 megas.
El proyecto definitivo plantea una producción energética de 8.000 megavatios (unos 8 gigas), lo cual, significaría otros 26 parques similares. Totalizaría de 800 a 1.600 aerogeneradoras, de 100 metros de altura. Los estudios no sólo determinarán sus localizaciones por las particularidades de las zonas sino, también, diseños de las aspas y distancias entre molinos.
Las tierras fiscales y compras de la empresa
La Iniciativa Privada aprobada -que generará el llamado a licitación- prevé disponer de 625 mil hectáreas.
Se plantean para «los estudios» -aclara Sanguinetti- puede que, finalmente, se requiera menos y se reduzca el área. Esas tierras son «fiscales, sin ocupantes», afirma.
Reconoce que, además, FFI adquirió campos, próximos a la costa marítima, en Chubut y en Río Negro. Suman unas 120 mil hectáreas en territorio chubutense, adquiridos «antes de iniciar los contactos con el gobierno rionegrino», pero dice no tener confirmación de la dimensión de los predios rionegrinos adquiridos.
La iniciativa de Fortescue en Río Negro prevé parques eólicos, líneas eléctricas, el puerto y las plantas de producción, con participación en la zona franca.
El grupo planea un complejo propio.
En Brasil prevé otra incursión en Hidrógeno Verde, pero con notables diferencias. Firmó el año pasado un convenio con el Estado de Céara, en el noreste y centralizado en su puerto de Pecem, a unos 50 kilómetros de Fortaleza. La firma australiana compraría un excedente de energía renovable, asumiría el manejo de la zona franca y puerto existente para instalar las plantas de producción.
Una pausa por la ley demorada y por la abrupta salida de Kulfas del ministerio
El proyecto para Río Negro se cristalizó en noviembre en Glasgow cuando Fortescue -cuarto productor mundial de hierro- ofreció un plan para producir hidrógeno, con una inversión estimada en 8.400 millones de dólares. En el país, ese grupo adquirió Argentina Minera en el 2018, con 48 concesiones mineras de cobre y oro en San Juan.
Con el anuncio en Escocia, se sumarían convenios con Nación y el gobierno de Arabela Carreras, sus preliminares estudios, la presentación del proyecto y su aceptación por parte de la Provincia, entre otros trámites.
La marcha se pausó en el último tiempo porque no hay ley aún en el país de la regulación para esa industria. Obviamente, Fortescue requiere precisiones para sus concreciones y así lo planteó en mayo en la Feria de Hidrógeno Verde en Barcelona. Después del reclamo a las administraciones de Nación y Río Negro, la empresa haría público su pedido de «colaboración, facilitación y compromiso» a esos gobiernos para que el proyecto «sea una realidad». Apuraba la ley de Hidrógeno Verde.
Luego, en Bariloche, un encuentro nacional reencontró a los dos actores gubernamentales en el proyecto: el ministro Martín Kulfas y la gobernadora Arabela Carreras. Fue la ocasión para sincerar que el texto impulsado por el funcionario nacional no lograba consenso interno, seguramente por las diferencias con la vicepresidenta Cristina Fernández. Se acordó abrir otras gestiones, entre ellas, las de Carreras y de otros gobernadores también apurados, como el jujeño Gerardo Morales y el fueguino Gustavo Melella.
Scioli asume mañana o el martes, y daría continuidad a los secretarios. A Río Negro le importa más si siguen otros actores, como Marcelo Kloster, clave en el proyecto de Fortescue.
Enseguida, la rionegrina se reunió con el presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa y el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro. Reiteró la urgencia de la sanción, recordándole el texto ministerial.
Irrumpiría, después, la mala noticia que Kulfas era eyectado del gobierno. Carreras valoró su aporte aunque minimizó el impacto de su partida. Afirmó que «el proyecto está en otra etapa», aludiendo al plano legislativo.
Igual, múltiples trámites quedan por concretar en Desarrollo Productivo, que Daniel Scioli asumirá entre mañana y el martes. El bonaerense ratificó a los secretarios de la gestión de Kulfas aunque Río Negro monitorea la permanencia de otros actores claves, esencialmente Marcelo Kloster, un asesor del ex ministro central en proyectos innovadores, como Hidrógeno Verde, e interlocutor diario con el gobierno rionegrino.
Nada se sabe de su futuro. En su gestión, Kulfas ubicó a Kloster como presidente de Impsa, con mayoría de las acciones del Estado nacional, y que fue contratada por Fortescue para los mástiles de medición de viento.
En su extensa renuncia, el ex ministro recordó que logró «salvar la empresa» pero que actualmente IMPSA «también sufre por el internismo del equipo de la Subsecretaría de Energía Eléctrica», que se sabe responde a la vicepresidencia, y «tiene parados numerosos proyectos de energías renovables de interés para varias provincias».
Tal vez, no fue un buen aporte a la continuidad de Kloster.
Fortescue entendió el momento. «No habrá comentario respecto a lo político», solo respondió después de la salida de Kulfas, a pesar de su ansiedad por la ley que no llega.
Pueblos originarios y liberación de cóndores
El secretario Sanguinetti habló de los reclamos y los contactos generados por el proyecto, contando el diálogo con el Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas (Codeci) y la entrega de «una propuesta de protocolo de consulta previa, libre e informada, que fue lo reclamado. El lunes ( mañana) tendremos otra reunión para tener su respuesta».
El planteo de las comunidades de pueblos se concentran que «hay 35 comunidades» donde se proyectan los asentamientos de FFI aunque Sanguinetti afirma que «uno no las detecta», pero aceptó igualmente que «eso se mezcla con la falta de un relevamiento del Estado».
También existen planteos en la Nación y en la Provincia de la Fundación de protección de los cóndores que anticipa que el proyecto dañará a las especies liberadas. «Hay que atenderlos y evaluar esa situación», dijo el secretario. Incorporó. en este caso, el convenio con la UNRN y la creación de una Tecnicatura.
Esa capacitación universitaria tendrá cuatro vertientes: «química y electromecánica, la de energías renovables, la de ambiente y los estudios económicos-sociales».
Inversión y tiempos
- 8.400
- millones de dólares fue el cálculo de inversión de Fortescue en su anuncio en noviembre pasado en la Cumbre del Clima de Glasgow.
- 12
- meses es el período estimado para la medición de vientos y precisar el proyecto definitivo, incluyendo la viabilidad del mismo.
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