“Hay quien no quiere que se sepa qué pasó con Luciana”, se escuchó en la marcha a un mes de la desaparición de la joven en Neuquén

La dura frase de un joven del barrio Gran Neuquén Sur que participó de la marcha que se realizó a un mes de la desaparición de la joven.

“Hace un mes y nada se sabe porque hay poderes que no quieren que se sepa nada”, fue una de las durísimas frases que se escucharon en la marcha que se realizó esta martes en la capital neuquina, a un mes de la desaparición de Luciana Muñoz. La lapidaria declaración vino de la boca de Daniel, uno de un joven que vive en el barrio Gran Neuquén Sur, donde tiene su casa la joven que fue vista por última vez el 13 de julio.

Este martes, amigos, compañeros y autoridades del CPEM 76, donde asiste Luciana, familiares y alegados marcharon por el centro de la capital neuquina, “porque no estamos todas. Nos falta Luciana”.
El pedido de justicia y la pronta aparición con vida de la joven fueron las frases que más se escucharon a lo largo de las diez cuadras que recorrió el grupo. Iniciaron en el monumento a San Martín, por avenida Argentina hasta la avenida Mosconi para luego regresar , dirigirse por calle Roca a Casa de Gobierno y volver al punto de salida.

No había nadie que no tuviera en sus manos una foto de Luciana con sus datos personales y la leyenda “la queremos con vida”. En torno a la marcha, la vida rutinaria del microcentro continúo como si nada, pero en el núcleo del grupo de manifestantes reinaba el pesar, el dolor y la incertidumbre de no saber qué fue lo que sucedió con la joven.

Daniel fue uno de los que sí se animó a dar su testimonio, subjetivo por supuesto, pero desde el lugar de absoluto conocedor de la realidad por la que atraviesan los barrios del oeste y en particular Gran Neuquén Sur.

Son barrios marginados, carentes de toda contención, atención y protección. Todos los que allí vivimos sabemos lo que pasa y también sabemos que hay eso de mirar para todo lado por parte de la policía y de las autoridades que son hoy las que están tratando de encontrar a Luciana”, comentó. No quiso dar precisiones sobre a qué se refería puntualmente, pero no dejo lugar a dudas de que lo que se está haciendo es poco, que falta voluntad y que Luciana no aparece.

El joven relató además que la presencia policial en el barrio siempre fue nula, que la policía solo aparece cuando los casos trascienden a la opinión pública “pero nada más que eso”.

Mientras de fondo se escuchaba una batucada que acompañaba la marcha, la directora del CPEM 76, Nancy, se sumó a la charla, obviamente con una foto de Luciana en la mano.

Consultada sobre sí manejaban algún dato o información oficial sobre la investigación para tener indicios sobre lo que pasó con Luciana, la docente fue contundente: “Realizan rastrillajes desde hace días siempre en el mismo lugar. Están buscando un cuerpo, pero no hay nada certero de que Luciana no esté con vida”.

La directora se refirió además, al difícil momento que atraviesan las chicas del colegio. Tienen miedo, están asustadas, están preocupadas.

“Nos manifiestan que tiene temor de salir a la calle solas, que no saben qué hacer. Temen que les pase lo mismo”, dijo. Pero agregó un dato que es el que más disparó los alertas en el interior de la institución.
Muchas jóvenes denunciaron que había dos vehículos que merodeaban la zona del colegio. “Algunas manifestaron que las seguían yendo o saliendo de la escuela, que daban la vuelta a la manzana y que luego volvían a seguirlas en tramo más de su recorrido o hasta que ingresaban al edificio”. agregó Nancy.
Las chicas se organizan desde hace muchos años para no moverse solas por ningún lado y menos en los horarios de entrada y salida del colegio porque en invierno ya es de noche. Entran a las 19 y salen a las 23. Coordinan las salidas para movilizar en grupo.

“Pero esas tareas de cuidado que las chicas tienen no son suficientes. Fijate que Luciana siempre avisaba donde estaba, si había llegado o si se iba a algún lado. Y no alcanzó”, dijo Daniel en alusión a lo que pudo charlar con algunos allegados de la joven.

La directora del CPEM quiso agregar además, que desde diciembre del año pasado están reclamo la instalación de luminarias en las inmediaciones del colegio porque son sectores muy oscuros y “ni siquiera luego de la desaparición de Luciana, hicieron algo”.

Luciana Muñoz desapareció el 13 de julio, cuando salió de su casa para visitar a un amigo que vive a pocas cuadras de allí. Desde ese momento no se sabe nada de ella, ni hay por lo menos informado por las fuentes oficiales de la causas indicios claros sobre lo que pudo haber pasado. Todavía se la sigue buscando. Se la sigue esperando.

Luciana Antonella Muñoz Aguerre mide 1,50 m y es de tez trigueña, cabello rubio, contextura física delgada y ojos marrones.

El último contacto fue el último sábado, entre las 4 y las 4:30, en la casa 17 del barrio Gran Neuquén Norte de la capital provincial. En ese momento vestía una chomba color negro, jean nevados y zapatillas negras.

Ante cualquier información, se puede dar aviso al siguiente contacto telefónico: (0299) 4460891.


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