Franco Toro: encontraron el cuerpo del joven argentino desaparecido en las aguas de Punta del Este

Había sido visto por última vez el 1.º de enero mientras intentaba rescatar a una mujer arrastrada por la corriente.

El cuerpo de Franco Toro, un joven argentino de 30 años, fue encontrado este domingo en la zona conocida como «La Olla» de la playa El Emir, en Punta del Este. Su desaparición ocurrió en las primeras horas del 1.º de enero, cuando intentaba auxiliar a una mujer que había sido arrastrada por la corriente hacia un sector de piedras.

Según pudo constatar la Agencia Noticias Argentinas, el incidente se desencadenó cuando la corriente sorprendió a la mujer y dos hombres ingresaron al agua para ayudarla, pero también quedaron atrapados. Un tercer hombre intentó intervenir, pero sufrió el mismo destino.

La Prefectura de Punta del Este recibió el aviso de emergencia a las 7:15 y desplegó un operativo con un bote semirrígido y unidades terrestres.


Franco Toro, el único que no había podido ser rescatado

Los efectivos lograron rescatar a la mujer y a uno de los hombres, mientras que el tercer involucrado logró salir por sus propios medios. Sin embargo, Franco Toro no pudo ser localizado hasta este domingo.

Toro, quien trabajaba en un comercio gastronómico local durante la temporada de verano, fue intensamente buscado durante cinco días en una operación que abarcó tierra y mar, con equipos especializados y la colaboración de autoridades locales.

Los otros rescatados fueron trasladados al hospital de Maldonado, donde permanecieron bajo observación y se encuentran en buen estado de salud.

Agencia Noticias Argentinas

Quién era Franco Toro

Franco tenía 30 años y era oriundo de Bahía Blanca. 

Según sus perfiles en redes sociales, es tatuador, artista plástico y un gran amante de los animales.

Hay, al menos, tres perfiles en Instagram de Franco Toro. Cada uno responde a sus distintas facetas artísticas: mientras en uno comparte su trabajo como tatuador, en otro promueve su trabajo como pintor y escultor, y en el último exhibe sus obras sobre acuarela, óleo, lápiz y otros materiales.

Franco resaltaba su amor por los animales, particularmente de su gata «Tita» y compartía su fascinación por otras especies exóticas como serpientes, lagartos y ratas.

El joven Franco Toro había viajado con un grupo de amigos para disfrutar el verano y había sido contratado por un local gastronómico en Punta del Este.


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