Francia promete restituir los restos de un cacique tehuelche a sus descendientes
Los restos del hijo del cacique tehuelche Liempichún Sakamata se exhibieron en el Museo del Hombre en París hasta 2009. El presidente francés Emmanuel Macron se comprometió a devolverlos ante Alberto Fernández durante su gira por Europa.
Fotografía de la Biblioteca Nacional de Francia. Foto: Foto: gentileza Colectivo Guías (Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social)
«Todo un pueblo está esperanzado. El pueblo mapuche tehuelche se está levantando. Y este anuncio nos da más fuerza«. De esta forma, Cristina Liempichum, huerken de la comunidad, se refirió al compromiso del presidente francés Emmanuel Macron de restituir los restos del hijo del cacique tehuelche Liempichún Sakamata que fueron exhibidos en el Museo del Hombre en París hasta 2009.
El presidente Alberto Fernández recibió la confirmación de su par francés respecto a la devolución de los restos, durante su gira europea.
Esta historia se remonta a fines del siglo XIX cuando el conde francés Henry de La Vaulx visitó a la comunidad Liempichúm de Río Senguer, en Chubut. Había sido enviado por el Ministerio de Educación de Francia en busca de restos óseos de la Edad de Piedra. Su visita se extendió desde marzo de 1896 hasta julio de 1897.
El antropólogo Fernando Pepe Tessaro, del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), relató que el hijo del cacique ya estaba muerto cuando La Vaulx visitó el paraje. Poco a poco fue ganándose la confianza de las comunidades tehuelches que le mostraron el cementerio.
El francés terminó profanando la tumba -y la de otras personas que habían muerto recientemente-. Volvió a su país con 18 esqueletos y 100 cráneos de comunidades, embalados en 29 cajas con un peso total de 1.371 kilos.
El historiador argentino Julio Esteban Vezub, investigador del Conicet, logró localizar los restos en el Museo del Hombre, tras investigar la expedición de De la Vaulx a la Patagonia.
El pedido de restitución se inició en 2015 a partir de una gestión de la Cancillería Argentina y el INAI, tras el reclamo de los descendientes (Sakamata en Puerto Madryn y la Lof Liempichúm de Río Senguer).
Tras la confirmación de la restitución de los restos por parte de Macron, Pepe Tessaro -que coordina el Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI- y la Cancillería acuerdan los términos del traslado con los ministerios de Europa y Asuntos Exteriores y de Cultura de Francia.
«Nos alegramos que los presidentes Emmanuel Macron y Alberto Fernández se hayan puesto de acuerdo para agilizar esta restitución tan ansiada. Es un hecho histórico en el marco de la reparación histórica que estamos llevando adelante desde el Estado argentino con las comunidades originarias que sufrieron el genocidio roquista», expresó Pepe Tessaro.
Consideró que «esta victoria fortalece la lucha de todas las comunidades argentinas y latinoamericanas en pos de la recuperación de sus ancestros y territorios apropiados por los genocidas del siglo XIX«.
Los constantes pedidos de la comunidad
Liempichum reconoció que su familia comenzó a buscar estrategias para solicitar la restitución en 2012. Tres años después, su padre, el lonko de la comunidad, realizó un pedido formal. «El año pasado un canciller salió a decir que se había aceptado la devolución, pero no fue algo formal. Esto tiene otro peso porque es un compromiso de presidente a presidente», afirmó.
El año pasado, Liempichum visitó la Embajada de Francia en Buenos Aires a fin de reiterar el pedido. Tampoco obtuvo respuesta.
Consideró que la difusión de la película «Gigantes» de la realizadora audiovisual de Bariloche, Natalia Cano, sobre este caso y el pedido de restitución en dos festivales de Francia ayudó en gran medida como así también otro documental de un productor francés.
«Nosotros supimos que los restos estaban en el Museo del Hombre pero no sabíamos en qué condiciones estaban. Hoy, este anuncio es una alegría inmensa que nos llena de esperanza de continuar y concretar nuestro deber para con nuestra familia. Se trata de sanar heridas del pasado«, manifestó la huerken.
Aseguró que con la devolución de los restos «vienen también muchos relatos familiares e historias de vida. Por eso, queremos viajar y ser parte de todo este proceso«.
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