Fogón estudiantil de Regina: la llama sigue encendida y renace la tradición solidaria
De generación a generación, hace 47 años los más jóvenes se reúnen alrededor del fuego. Chicos de cuarto y quinto año del colegio industrial brillarán esta noche.
Cada año el fogón crecía y el patio del colegio industrial quedaba chico. Las guitarreadas en tribunas de tablones eran pura música y calor. El fuego era la excusa para juntarse entre jóvenes.
Casi sin darse cuenta, en 1977, los chicos de quinto año de técnico mecánico prendieron una brasa que jamás se apagaría. Esta noche renace, con la edición 2024, en el anfiteatro luego de meses y meses de trabajo.
“El fuego para mí es la excusa para que nos unamos y hagamos”, contó Lourdes Roder, una de las protagonistas. Tiene 17 años y está en quinto del colegio del Instituto Nuestra Señora de Rosario. Es parte de los 60 chicos que organizan esta fiesta con impronta juvenil y salesiana.
Los fogones estudiantiles le dieron a Regina una tradición estudiantil única, que surgió por iniciativa de las promociones que pasaron por el colegio industrial. Hace unos 47 años, se repite el evento que da la bienvenida a la primavera con distintas camadas de jóvenes fogoneros.
Los años pasan, pero los recuerdos de los septiembres quedan. Padres, madres e hijos terminan compartiendo un mismo folclore. Lo que empezó como un evento sencillo y recreativo de una comunidad educativa terminó siendo un masivo evento solidario con reconocimiento provincial, abierto a la localidad.
“Somos muchos chicos trabajando. Las ganas de querer tener el mejor fogón siempre están ahí”.
Lourdes Roder, estudiante 5 Colegio Industrial, fogonera
En 1985, a poco de empezar una nueva edición, una lluvia torrencial arruinó el patio de la escuela y la desgracia trajo suerte: el fogón se trasladó al anfiteatro y nunca más cambió de escenario. Se instaló como una tradición reginense.
El “fogón estudiantil” creció tanto que fue declarado de interés municipal y años después, de interés en la Legislatura de Río Negro en 2019.
“Los primeros fogones surgieron por la iniciativa de profesores y alumnos que, en forma similar a las tradiciones de los pueblos originarios, se reunían en familia y amigos alrededor de un gran fuego; a contar historias y a cantar”, comentó Luis Dal Piva, docente de la escuela y exfogonero, con trayectoria en la organización.
Es ingeniero civil, de vocación docente y egresó del colegio en 1986. Vivió su propio fogón en 1985 y durante una década participó como profesor. Luego le llegó el turno como “padre fogonero” en 2015 y 2018. Con su hijo menor se prepara para repetir la historia en 2025.
“Mi primer fogón fue una gran experiencia que voy a recordar toda la vida. Con mis compañeros de promoción nos acordamos con mucha alegría cada vez que nos juntamos”, recordó. No olvidó mencionar a Carlos Piva, un profesor que durante muchos años acompañó a los pioneros.
“El motor principal del fogón es el entusiasmo que ponen los chicos sumada al empuje de los padres”.
Luis Dal Piva, fogonero año 85 y docente.
El el 85, anfiteatro permitió dar un salto en calidad y la concurrencia empezó a ser masiva: se sumaron familias, estudiantes de otros colegios, profesores con sketch, bailes, bandas musicales y concursos. Las puestas en escena empezaron a ser imponentes.
Cada edición se elige una temática para transformar el escenario: casino, programas de televisión, festival de luces LED, mundo virtual, bailes del mundo, espacio, carnaval, fueron algunas. Los estudiantes, desde abril empiezan a idear disfraces y maquetas imponentes, para montar una puesta en escena.
Así se vieron desde pulpos gigantes, trasbordadores espaciales, hasta ruletas de casino y esferas de 1,5 metros que se abrían como pétalos, algunos ejemplos de la inventiva y creatividad sin límites de los chicos.
Hasta 2016 el colegio industrial se encargaba de realizar la coordinación de todo el fogón, pero en 2017 cambió y la escuela dejó de organizarlo. Pasaron a ser las familias y los chicos los que tomaron el mando de manera autoconvocada.
Con los años se fueron sumando más manos. Al día de hoy forman parte de la organización estudiantes de cuarto y quinto de técnico mecánico, maestro mayor de obras, bachiller mercantil y orientación docente del Instituto Nuestra Señora de Rosario.
Utilizan WhatsApp, hacen reuniones, conforman comisiones de trabajo, definen la temática y la historia del año. Con todo eso ponen manos a la obra para armar y conseguir todo. Les lleva varias horas de ensayo preparar las muestras artísticas.
Una larga cadena de solidaridad
A medida que avanzaba en despliegue y producción, se necesitaban fondos para logística, publicidad, seguridad, buffet, sonido, escenografía y vestuario de los fogones. Así fue como desde la comisión organizadora decidieron empezar a cobrar entradas y que la recaudación se destinara a realizar el evento y el resto para los viajes de egresados.
En la década del 90 surgió la necesidad de ir más allá y tender lazos solidarios. La comunidad educativa decidió donar lo recaudado a distintas instituciones de bien público como la casita oncológica, el hospital, merenderos, asociaciones civiles, iglesias, fundaciones, hogares de niños y ancianos, refugios de animales, Lalcec.
Cada año, un nuevo beneficiario que recibía con los brazos abiertos los fondos reunidos con tanto sacrificio. Este 2024, lo recaudado se desatinará al hospital de Regina para la compra de un microtomo, un instrumento que permite fraccionar material para su observación con microscopio.
El objetivo es recaudar 12 millones de pesos para adquirir el aparato y además, realizar la colecta de alimentos no perecederos para los merenderos de Regina.
Convocatoria y cronograma
El fogón 2024 se realizará hoy sábado 28 de septiembre desde las 20 horas en el anfiteatro de Regina.
El cronograma arranca a las 21 con la apertura sorpresa, alrededor de las 22.30 comienzan las bandas musicales, con sorteos de premios donados por comercios locales y al final de la noche se sortean 100.000 pesos.
Comentarios