Flojo arranque de la temporada de invierno en Bariloche: ponen la mirada en las vacaciones de Buenos Aires
Según un relevamiento de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche, julio arrancó con un 50% de ocupación. Hay gran cantidad de turistas de Brasil y Uruguay y, pocos argentinos. Responsabilizan a las tarifas aéreas y al valor del pase para el cerro Catedral.
La crisis económica se hace sentir en la temporada invernal de Bariloche. Julio llegó con un 50% de ocupación, según un relevamiento de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche (AEHG). «Estamos en pleno relevamiento», reconocen desde la entidad.
Con una fuerte presencia de turismo brasileño y uruguayo, los operadores turísticos ponen la mirada en el próximo fin de semana, con el inicio de las vacaciones de invierno para Buenos Aires. Pero el panorama es aún incierto.
«No es como otros años que se trabajaba el mes de julio completo«, admitió Servando Martínez, secretario de la asociación.
¿Cuál es el motivo de los actuales índices de ocupación? El empresario hotelero consideró que las tarifas aéreas no ayudan como así tampoco el pase para subir el cerro Catedral. «Hoy tenemos en el cerro 11 mil pases residentes, pero a la vez, el turista no sé si está en condiciones de bancar lo que sale la tarifa. Hay que dar una discusión interna», advirtió Martínez.
Martín Lago, presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica, también calificó como «flojita» la primera semana de julio aunque «dentro de lo esperado». «Esperamos un movimiento más marcado a partir del receso escolar que empieza la semana próxima. Esperamos un promedio de ocupación del 70%, llegando en algunos casos al 80%», resumió.
En este momento, los segmentos hoteleros que registran la mejor ocupación son los de cuatro y cinco estrellas, con una fuerte demanda del público de Brasil. Las categorías más bajas, en cambio, padecen la caída de reservas.
Empresarios y comerciantes coinciden en la ausencia del público argentino en Bariloche. Si bien los esquiadores prefieren agosto, julio suele ser el mes de las familias. «Tengo un establecimiento hotelero en la avenida Bustillo, a la altura de Playa Bonita, y por lo general, en esta época entraba gente constantemente preguntando si había lugar. Este año nada de nada», confió Martínez y agregó: «Los aéreos tienen un valor una semana, otro valor a la semana siguiente. Mucha gente decide esperar a agosto o septiembre para ver si bajan. Este año esta situación influye más que nunca».
Estamos lejos de los valores estadísticos habituales de la ciudad. Estamos hablando de tres semanas con una ocupación por encima del 70%, pero son tres semanas en 12 meses. Este año el sector no va a contabilizar ganancias»,
Martín Lago, presidente Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche.
28 vuelos diarios
El aeropuerto internacional de Bariloche tiene programados 929 vuelos programados para julio; en relación a los 933 que arribaron en el mismo mes el año pasado. Se espera un promedio de 28 vuelos diarios, con un pico de 38 los sábados.
La mayoría proviene de Aeroparque, en Buenos Aires, seguido por Ezeiza, Córdoba, San Pablo, Rosario, Santiago de Chile, Mendoza, Mar del Plata, Viedma, San Fernando y Montevideo.
Un pasaje a Bariloche para la semana tercera de julio arranca de los 519.366 pesos (ida y vuelta), en un conocido buscador.
«Las tarifas aéreas son una barrera de acceso. Estamos lejos de los centros emisivos y con el aumento del combustible, tampoco es económico venir en auto. Las nevadas hacen que la gente no se anime a viajar en vehículo. Cuando analizan las tarifas aéreas puede que cambien el destino», evaluó Lago.
El secretario de Turismo de Bariloche, Sergio Herrero, se mostró optimista por el inicio de la temporada invernal. «Apuntábamos a un 70% y lo hemos superado. Seguimos levantando el nivel de ocupación a medida que entramos en julio. Seguimos trabajando para alcanzar buenos números durante las vacaciones de invierno de Buenos Aires», dijo el funcionario municipal.
Desde la Secretaría de Turismo de Río Negro, consideraron que «todavía no empezó la temporada ya que comienza el sabado». «Algunos operadores manifiestan que están entre un 8 y 10% abajo en relación al año pasado. Pero lo cierto es que venimos de una primera semana de julio con un buen nivel de ocupación en los vuelos. Y hay muchísimos turistas. Basta con visitar el cerro Otto o el cerro Catedral», planteó el titular de la cartera provincial, Marcos Barberis.
Respecto a la preocupación por el público nacional, consideró que también hay que tener en cuenta «las tarifas hoteleras». «Hay establecimientos con tarifas que alcanzan los 150 o 400 dólares. A eso hay que sumar los aumentos en la luz, el gas. La gente solo piensa en llegar a fin de mes. Los viajes se organizan de una manera más ordenada», consideró.
En este sentido, Lago mencionó que es notable «el cambio en los patrones de consumo» en relación a otras temporadas: «La demanda de los servicios gastronómicos y amenities, como spa y sauna, ha caido. En la gastronomía no hotelera también manifiestan una caída del ticket promedio. El público hace una evaluación constante del uso de su dinero y en qué gastar».
Distintas opciones, precios accesibles
Agostina Escher, de la ciudad de Santa Fe, paseaba por la calle Mitre junto a su pareja y su pequeña hija. Acaban de aterrizar en Bariloche.
«Vinimos cuando éramos adolescentes y ésta es la primera vez en familia. Mi nena quería conocer la nieve», contó.
Aseguró que el destino estuvo definido desde un primer momento y no se evaluaron otras alternativas. «Estamos evaluando excursiones y ropa de alquiler y vemos que hay muchos precios más o menos accesibles. Hay opciones«, acotó.
Leonardo López, de La Plata, miraba la vidriera de un negocio junto a su esposa. Es la cuarta vez que la pareja visita la ciudad cordillerana. «Teníamos unos días y aprovechamos. Bariloche es caro, pero uno ya lo sabe. Siempre lo fue. Nunca fue económico, como otros lados. Hay precios variados, pero está saladito especialmente el tema comestible. Para los dos, tenemos que pensar en gastar 30 mil pesos por comida«, reconoció el hombre.
Una comerciante de un local de artículos regionales, Celina Barilari, destacó que julio arrancó «lleno de brasileños y uruguayos que están en medio de sus vacaciones de invierno». «Argentinos, en cambio, pocos. Se nota. Pasa que para el argentino está duro. La gente ahora viene a esquiar y el cerro está muy caro», dijo.
Carina Salazar, de Aguilares, en Tucumán, se tomaba una fotografía junto con sus tres amigas en el Centro Cívico. Sacaron los pasajes en febrero porque el objetivo estaba definido: conocer la nieve. «Está todo caro, pero tampoco tanto. Para almorzar los precios son normales. Es más caro para los que vienen con chicos o en familia. Nosotras, estando solas, es accesible», admitió.
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