Farmacias de Bariloche: los precios de los medicamentos aumentan “cada semana”

Los precios de los laboratorios sufren ajustes semanales, al ritmo de la inflación.

El mercado de medicamentos en esta ciudad está atado como cualquier otro a los vaivenes de la economía y si bien no hay desabastecimiento, los precios dictados por los laboratorios sufren ajustes semanales, en paralelo con el ritmo de la inflación.

Algunos farmacéuticos consultados aseguraron que no hay incrementos desmesurados, que superen la media general de otros productos de la canasta básica, pero lo que sí cambió fue la frecuencia de los ajustes.

Federico Sarracino, de la farmacia Luna Lanz, explicó que “desde hace seis años más o menos pasa lo que nunca antes se veía: aumentos constantes, a veces de a dos por semana”. A su entender la política de los laboratorios no se rige estrictamente por los costos, porque “hay algunos medicamentos que son caros de por sí, como los de Roemmers” y otros como el laboratorio Lepetit, que venden un fármaco con la misma droga “y cuesta la mitad”.

Señaló que los precios son uniformes para todo el país y se pueden consultar en la página kairusweb.com, de modo que el cliente puede tomarlo como referencia. Pero algunas farmacias aplican recargos sobre esas tablas. Para Sarracino “no es ilegal, pero si es una falta de ética”.

También María Belén Diéguez, titular de la farmacia Austral, reconoció que no todos los precios en Bariloche son similares. Ella dijo haber rebajado precios para ajustarse al parámetro kairus y desconoce el “precio patagónico”, al que habitualmen se ajustaron en forma corporativa la mayoría de las farmacias. “Las del centro siguen con esos precios, que son un 15 ó 20% más altos. Trabajan más con el turismo, no las juzgo”, afirmó.

Diéguez dijo que los laboratorios, para su sorpresa, todavía le aceptan plazos de pago de hasta 60 días, a pesar del ritmo inflacionario, lo que demostraría que trabajan con un “colchón” de rentabilidad nada despreciable. “Los proveedores se manejan así, saben más que yo y si lo hacen por algo será”, afirmó.

En la otra punta, la relación con las obras sociales es motivo de continua zozobra para las farmacias, porque también pagan con atrasos que van de los 30 a los 60 días, sin recargo alguno a pesar de la inflación.

Sarracino dijo que el margen de las farmacias es del 30% y que las obras sociales pagan tarde y además les aplican una “bonificación”. Sólo rescató a Pami, que paga con plazos mucho menores.

Aseguró que el volumen de ventas no bajó, al menos en los medicamentos que se compran con receta, pero “sí se redujo mucho en perfumería”, remedios de venta libre y los que son para cuestiones estéticas.

Diéguez lo ratificó y dijo por ejemplo “las cremas para las várices se vendían como agua y ahora casi nada”.

Para Sarracino, las políticas de precios en medicamentos se desmadraron “a mediados del gobierno de Macri”, es decir en los últimos seis años “y con el actual gobierno continuó igual”. Señaló que hasta 2017 “la secretaría de Comercio hacía un seguimiento” y los precios aumentaban con períodicidad mucho mayor. Ahora ya no -completó-, los ajustes son permanentes y sin mayor intervención pública, con la única excepción de “la cartilla de gratuitos del Pami”.


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