Expertas advierten sobre los riesgos del fracking para la salud
Los efectos adversos de la exposición a sustancias tóxicas según una investigación que desarrollan ambas desde el 2009 en los Estados Unidos.
“The fracking jobs are killing jobs”, dijo la biológa Sandra Steingraber, que integra el Concerned Health Professionals of New York, al momento de explicar el impacto de la explotación no convencional en la salud de los trabajadores de la industria. La traducción de la frase: “El fracking es un trabajo de muerte”.
Steingraber, junto a la médica Kathleen Nolan, y la activista Collen Boland están en la región para participar de las Jornadas Internacionales de Salud, Ambiente e Hidrocarburos No Convencionales que se desarrollan en Buenos Aires y Neuquén, y que organizan, entre otros, el “Observatorio Petrolero Sur”.
Las actividades de ayer incluyeron exposiciones en la Legislatura y en la facultad de Turismo de la Universidad Nacional del Comahue (UNC).
Las profesionales presentaron un compendio de investigaciones que se realizan desde 2009 en Estados Unidos sobre los riesgos para la salud que conlleva la explotación no convencional, y que en Neuquén, tiene como epicentro a Vaca Muerta.
Tasas de muerte
“Las tasas de muerte en los Estados Unidos a causa de la industria del fracking son siete veces más altas que en otras industrias y dos veces más altas que en la fuerza policial, que se considera una de las más peligrosas”, explicó.
“Las lesiones van desde accidentes hasta pérdida de extremidades. Además estos trabajadores están expuestos a sustancias muy tóxicas. Se han encontrado en la orina niveles altos de benceno, que es causante de leucemia. El fracking usa arena de sílice y el polvo de sílice que se inhala también es cancerígeno”, aseguró Steingraber.
Respecto de las consecuencias que trae a la vida de las mujeres, la bióloga planteó que “en Norteamérica es un gran problema la trata de personas en mujeres de comunidades indígenas, asociado al fracking”.
Nolan sumó: “al vivir cerca de las zonas de perforación el impacto en los niños y las mujeres crece exponencialmente.
Cuanto más cerca están del área se vio que hay muchos más efectos adversos: los niños tienen más posibilidades de nacer con bajo peso, con defectos y las mujeres de transitar embarazos prematuros.”
No es seguro
“El fracking no es seguro por más regulación que haya. Todos los pozos, tarde o temprano, van a tener derrames porque el cemento y el acero también envejecen. Tienen grietas, lo que presupone que tienen vías de escape para contaminantes que van tanto a la atmósfera como a las fuentes de agua potable subterránea. También hay peligro en relación a la industria que maneja los residuos. Es importante que los profesionales de la salud estén atento a los síntomas”, afirmó Kathleen Nolan, que es médica pediatra y en bioética, a “Río Negro”.
Si la evidencia científica es tan sólida, ¿Por qué se sostiene la industria?
“First answer is money”, respondió a su turno la Collen Boland(la primera respuesta es el dinero).
“Los ricos se vuelven más ricos y estoy segura que ellos saben cuál es el peligro, pero simplemente no les importa”, opinó la activista que acompaña a las dos investigadoras en estas Jornadas de Salud.
Las especialistas
-LoZvV93ovM
Datos
- Sandra Steingraber
- •Bióloga especializada en salud y medio ambiente.
- • Profesora e investigadora del Colegio de Ithaca de Nueva York.
- • Autora de la investigación.
- Kathleen Nolan
- • Médica pediatra y en bioética
- • Directora en Investigación en la organización no gubernamental Catskill Mountainkeeper
- • Autora de la investigación.
Comentarios