Alertan del alto abandono de los ingresantes universitarios en un estudio de la Universidad de Río Negro
La mayor corresponde a las asignaturas ligadas a la matemática. Plantea “debilidades estructurales” y mejorar la organización”. Se vincula, además, la situación con la trayectoria de los estudiantes en el secundario.
Un alto abandono y discontinuidad de los ingresantes se detecta en un informe de la Universidad Nacional de Río Negro. Se consigna una deserción en los cursos de nivelación que supera el 40%. Entre las conclusiones, el estudio señala “debilidades estructurales” y propone “mejorar la organización” del funcionamiento de las carreras”.
La evaluación, concluida en mayo y denominada “Trayectorias educativas en la escuela secundaria y deserción universitaria”, se concentró en las estadísticas del Operativo Aprender (relevamientos 2017 y 2019), y el desempeño de los cursos “obligatorios y nivelatorios” de la UNRN, como Lectura y Escritura; y Resolución de Problemas.
La investigación, realizada por la Oficina de Aseguramiento de la Calidad , siguió los ingresos del 2018 y del 2020.
Entre sus “principales conclusiones”, el análisis entendió que “el rendimiento en Matemática representa una problemática central del sistema educativo”, observándose “altos porcentajes por debajo del nivel básico” y, en especial, en los “varones que asiste al sector estatal”.
El “mayor abandono y desaprobación de los cursos introductorios” se generan en la asignatura Resolución de Problemas, equivalente a matemática.
En cambio, en Lengua, los ingresantes presentan “niveles más satisfactorios”, “más elevados” en quienes provienen “gestión privada” y son hijos de “padres con estudios superiores”.
Luego, el relevamiento precisó que en los cursos de Resolución de Problemas -“próximos a matemática”- se registró una aprobación “cercana al 20%” mientras “casi la mitad de los estudiantes abandonaron la cursada” y “un alto porcentaje de desaprobación entre el 30 y el 40%”. En cambio, en Lectura y Escritura “casi la mitad aprueba y la desaprobación es bastante marginal” (entre el 7 y el 11%).
El abandono en ambos casos fue “elevado”, “superando el 40%”.
En el 2020, en el período de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), la evaluación alude que se “incrementaron los niveles de aprobación” en los cursos y el “abandono también se redujo”, considerando su dictado virtual.
Al considerar el desempeño de los ingresantes, el informe analizó la “cantidad de materias aprobadas” y la “regularidad” lograda en el primer año. Los registros indican que el 50% de los ingresantes en el 2018 de la UNRN “no aprobaron en el año las dos materias para mantener su regularidad”, incluso “el 60% no aprobó ninguna”. El dato es peor que el promedio nacional, que indica que el 42% no cumple con la aprobación de las dos materias.
En referencia al 2020, la revisión contempla el impacto del aislamiento obligatorio por la pandemia y detalla que la desaprobación bajó a la mitad (-42%) respecto del 2019 mientras que la regularización de cursadas (resultado aprobado y promovida) aumentó un 10% aunque la deserción de las aulas virtuales (33%) fue parecida al año anterior (32%).
El estudio universitario pondera las reformas educativas aplicadas para “mejorar el acceso” a la Educación aunque “no se ha traducido en una mejora en los índices de graduación de las carreras, cuestión que ha configurado nuevas formas de desigualdad educativa”.
Ratifica que “más estudiantes ingresan a la universidad”, pero “son menos los que se gradúan. Los altos números de deserción y discontinuidad de las trayectorias académicas han configurado un fenómeno de inclusión excluyente”.
En la enumeración de la política se consigna desde las “becas de ayuda económica a las tutorías”, y aclara que los “tramos críticos son el primer año, con el pasaje del nivel secundario al superior, y las instancias finales”.
En la contextualización, el informe indica que “más del 87% de los ingresantes de la UNRN en el año 2018 se inscribieron por primera vez en una carrera universitaria de grado”. Se consigna, además, que “más del 35% de nuevos inscriptos con edades entre 20 a 24 años”, reafirmando que el perfil de estudiantes en las “nuevas universidades nacionales podría estar condicionado por la oferta de proximidad que vino a satisfacer una vacancia o expectativas latentes de estudios superiores” en las localidades.
Las “dificultades” identificadas y las conclusiones expuestas
En la identificación de las “dificultades”, la investigación de la UNRN remarca que en “la materia Resolución de Problemas perteneciente al primer año” existió “una aprobación del 20% y una deserción cercana al 50%”. Reafirma que la “trayectoria del estudiante suele resultar trunca al no poder sortear esta materia”.
Explica de “debilidades estructurales que debieran afrontarse con decisiones eficaces para mejorar la organización” en el “funcionamiento de las carreras”, como “asignación docente, prácticas de enseñanza, diseño de los planes de estudio, desempeño de estudiantes, problemas de rezago en la graduación entre otros”.
En otra parte, advierte que “la necesidad económica es una variable de ingreso a la universidad”, que va desde “una alimentación de calidad, vestimenta, acceso a internet, a una vivienda en condiciones dignas, etc”.
Luego, se valoró la “retención” en “los años iniciales”, a partir de la “implementación de Tutorías virtuales”, desde junio del 2020.
“La UNRN -agrega- despliega una política integral de becas, de asistencia al estudiante en forma de tutorías, de sostén especialmente en el primer año”.
Pondera los cursos de ingreso operan como “soporte en el primer contacto” del estudiante con la universidad “para fortalecer la relación docente-estudiante-institución es el fin perseguido”.
Además, la directora de la OAC, Graciela Giménez resaltó que “la trayectoria del secundario está fuertemente vinculada con lo que ocurre en el ingreso en la universidad”.
Mejorar diseños internos y la vinculación con la Secundaria
Graciela Giménez es la directora de la Oficina de Aseguramiento de la Calidad (OAC) de la UNRN expuso la investigación en la Comisión de Educación de la Legislatura, que preside Mónica Silva.
La profesional explica que “hay muchos los factores asociados al desempeño bastante deficitario, sobre todo en matemáticas” y lo vincula con “cuestiones más cognitivas” y otros “asociados al desempeño académico. Por ejemplo, si cuentan con apoyo de los padres para las tareas, si el clima educativo del hogar” y “si cuentan con tecnología para poder complementar los estudios.
Valoró que ingresen “estudiantes de primera generación en su familia”, pero remarcó que “también estos universitarios tienen que terminar la carrera”.
En diálogos periodísticos, Giménez resaltó una deserción en primer año de un 30%. “No llegan ni siquiera a rendir el primer parcial. Hay cuestiones del orden vocacional, de orientación de la carrera y de orden estructural de la universidad, como el diseño de los planes de estudio”.
La profesional insistió que “la trayectoria del secundario está fuertemente vinculada con lo que ocurre en el ingreso en la universidad”.
La directora consideró que las soluciones están “sobre todo al interior de la universidad” y enumera “el diseño y las actividades de los cursos de ingreso” para “compensar lo que ocurrió durante el secundario y mejorar su vinculación”.
Alentó que “el estudiante secundario “conozca tempranamente el ámbito universitario” ya que eso “acorta la distancia entre dos tipos de instituciones y conocimientos”. Ejemplificándolo que pasan de “tener 14 materias a tener 4 en un cuatrimestre” y, además, que “son las tutorías” y cómo colaboran”.
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