Estudiantes de medicina de la UNC, a favor de garantizar abortos legales
Lo reveló una encuesta que se realizó al inicio y al cierre de un seminario dictado en la carrera, con sede en Cipolletti. "La ley de verdad se convierte en un sostén y en un paraguas que te permite pensar en el futuro", dijo una de las docentes.
El 77% de estudiantes de la carrera de medicina de la Universidad Nacional del Comahue (UNC), que se anotó en el seminario «#EsLey: abordajes sobre la Ley de Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo», contestó en la primera clase que tenía intenciones de garantizar abortos, una vez que se recibiera. Al finalizar el cursado, un 84% manifestó su voluntad de realizar la práctica. El aumento se registró tanto en quienes se reconocieron creyentes, como en no creyentes.
El dato no es insignificante. «Te hace pensar en la importancia de lo que hemos hecho como movimiento y en esa capilaridad. Es notoria la diferencia en relación al compromiso con el tema y al deseo de garantizar de seminarios anteriores que hemos hecho«, aseguró Ruth Zurbriggen una de las tres docentes que lo dictó junto a Belén Grosso y Gabriela Luchetti.
Y agregó: «la ley de verdad se convierte en un sostén y en un paraguas que te permite pensar en el futuro. La presencia de la ley cambia también las subjetividades o colabora en ese cambio».
El objetivo principal del seminario, optativo en la oferta académica, fue brindar conocimientos sobre el derecho al aborto a partir de la ley 27.610, sancionada en 2020, y sobre las redes de acompañamiento socorristas. Tuvo cinco encuentros, entre el 28 de septiembre y el 2 de noviembre del 2022. Quienes asistían podían contestar dos encuestas, anónimas y voluntarias: una en la primera clase y la otra al cierre. También debían dar consentimiento para que fueran compartidos los resultados.
En el informe titulado «¿Qué opinan estudiantes de medicina del aborto?» esos datos fueron sistematizados.
Los resultados
Un total de 140 personas respondieron la primera encuesta y 126 la segunda. La edad promedio fue de 22 años y la mayoría se identificó como mujer (84%). El 37% dijo ser creyente en alguna religión y dentro de ese universo, el 28% practicante de su religión.
Casi la totalidad cursaba el ciclo biomédico (hasta tercer año de la carrera), el 27% comenzó antes del 2019, el 26% en el 2019 y las demás personas a partir del 2020. Esto significa que su formación de grado sucedió a la par de la discusión del 2018 en el Congreso y la posterior aprobación en plena pandemia.
A la pregunta sobre si integraban alguna organización política, comunitaria, feminista, ambientalista, etc. el 82% respondió que no.
Entre las razones principales para anotarse al seminario, el 75,7% de estudiantes contestó que le interesó la temática. En segundo lugar indicaron que le parecía relevante para su futuro profesional, en tercero porque necesitaban acreditar seminarios optativos para su carrera y por último porque sentían que en la facultad había pocos espacios que aborden estos temas.
El 59% de quienes cursaron dijo conocer a alguien que tuvo un aborto y el 48% que participaron en marchas para que el aborto sea legal en Argentina. El 43% hizo antes talleres, encuentros o seminarios relacionados con salud sexual y salud reproductiva.
El informe describe una serie de cambios de opinión entre la primera y la segunda encuesta. Uno de ellos tiene que ver con la frase «el aborto produce traumas». «Esa preocupación estaba muy alta al comienzo del seminario (el 59%) y con el paso de las clases y la propuesta pedagógica que se fue haciendo eso se puso en cuestión», aseguró Zurbriggen.
La modificación más notoria se produjo en las opiniones sobre la afirmación: «el aborto tiene que hacerse siempre bajo supervisión médica». Del 91% que estaba de acuerdo con esta idea en la primera encuesta pasó a un 35% en la segunda.
«Sea porque conocían la red de acompañantes o aun conociendo a redes de acompañantes lo pensaban, el porcentaje era muy alto. Trabajamos fuertemente en mostrar como las redes existimos (Ruth integra Socorristas en Red), no solamente en la Argentina sino en toda América Latina y como somos productoras de salud», explicó.
Quienes llaman a la línea de Socorristas son atendidas por telefonistas que las guían para que puedan ir a lugares amigables (centros de salud, hospitales, clínicas) o para que sepan cómo pueden autogestionar la práctica, esto significa hacerlo en su casa con la medicación (misoprostol, en el primer trimestre de gestación).
Se registró además cierto desconocimiento sobre la ley, en cuanto a la garantía del derecho. En la primera encuesta, casi la mitad (un 49%) del estudiantado manifestó que la ley permite el aborto hasta las 14 semanas inclusive de gestación y un 16% marcó no saber sobre esto. El 64% conocía que la ley actual mantiene las causales de legalidad existentes, mientras que el 26% dijo que no sabía al respecto. Otro dato para destacar es que las personas que no participaron en marchas por el aborto legal fueron más propensas a contestar que no sabían las respuestas correctas antes del seminario.
Al cierre, la gran mayoría de quienes cursaron (el 92%) contestó sobre lo que la ley establece en relación al derecho al aborto voluntario (hasta las 14 semanas inclusive) y un 87% respondió correctamente sobre las causales que permiten el aborto, pasado ese período.
«Hay un sentido que se va instalando y con el que tenemos que lidiar y trabajar que pareciera que en Argentina el aborto es hasta las 14 semanas y después no hay más chances», mencionó Zurbriggen.
Cuando se les preguntó si les interesaba participar de más entrenamiento sobre provisión de servicios de aborto en el futuro, el 91% del estudiantado respondió que sí en la segunda encuesta.
Este grupo de docentes tiene historia: en 2018 desarrollaron la primera cátedra libre para hablar de aborto en la facultad.
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