Escuchá el dramático llamado al 911: «Estoy en el Cerro López, me cayó una avalancha»

A las 2.53 de esta madrugada, Augusto Gruttadauria logró comunicarse con el 911 para pedir ayuda. Llamó desde el teléfono de una amiga que estaba bloqueado. Los operadores lo mantuvieron casi dos horas en línea hasta que el aparato quedó sin batería.

Estoy en el cerro López, me cayó una avalancha. De pedo puedo respirar”. Exactamente a las 2.53 de esta madrugada, Augusto Gruttadauria lograba comunicarse con el teléfono de emergencia 911 aunque aún permanecía sepultado bajo la nieve, tras la avalancha a pocos metros del refugio del cerro López al oeste de Bariloche. Había logrado crear una burbuja de aire que le permitió seguir respirando.

El llamado anunciaba un milagro. Los rescatistas habían suspendido la búsqueda la noche anterior ante las condiciones adversas y sumamente riesgosas en ese sector y, las mínimas chances de encontrar al joven cordobés con vida.

“Río Negro Emergencia, ¿en qué lo puedo ayudar?”, consultó el primer operador que recibió el llamado. De otro lado, se escuchaba una voz angustiada: “Me cayó una avalancha. De pedo puedo respirar, pero tengo las piernas atadas. Por favor”.

El operador le pidió que no corte ya que lo comunicaría “con Bariloche”. Entonces, una operadora respondió el llamado y Augusto reiteró: “Me cayó una avalancha en el cerro López. Me está agarrando hipotermia. Hace cuatro horas me cayó”.

Insistió en que apenas lograba respirar porque había hecho un hueco en la nieve. “Estoy en la cara derecha del refugio como quien va subiendo. Por favor, manden a alguien”, rogó.

«Venga rápido»

La operadora le pidió que se calme y que no corte, lo calmó diciéndole que tenían conocimiento de lo acontecido en el cerro. “No hagas esfuerzos de más. Ahí estamos localizando al personal. Quedate tranquilo”, le dijo.

Gracias por atenderme. Ojalá vengan, ojalá lleguen”, insistió Augusto con tono cansado. “Van a ir -le respondieron del otro lado-, no te preocupes. Te voy a mantener en línea para contactar al otro personal”.

De ahí, se sucedieron una cadena de llamados: a la Subcomisaría 55 de Bahía Serena, la Secretaría de Protección Civil de Bariloche, el Club Andino Bariloche e incluso los Bomberos Campanario.

Según el parte policial que se conoció después, “un masculino” manifestaba que tenía “inmovilizados los miembros inferiores, manchas negras en las manos y respiraba a través de un agujero. Puso la zonda y una funda brillante marcando el lugar». Indicó que no estaba llamando desde su celular sino del teléfono de su amiga, que el aparato estaba bloqueado y por lo tanto, solo podía llamar al 911. Manifestaba “estar en la canaleta al lado de una formación rocosa con los esquíes trabados, que podía respirar y mover la cabeza”.

Un agente le solicitó que intentara enviar la ubicación por WhastApp, pero explicó que no tenía la clave del celular ni señal. Lo mantuvo en línea durante una hora 45 minutos hasta que se le terminó la batería.

El muchacho fue asistido en un primer momento por los tres guías de alta montaña que se encontraban en el refugio López hasta que llegaron los rescatistas de la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche. Horas después, con mucha dificultad, el helicóptero logró aterrizar en ese sector para trasladar a Augusto hasta el Varadero de Parques. Recibió asistencia en un primer momento en el hospital Ramón Carrillo y luego, fue trasladado al sanatorio San Carlos.


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