Entre la criminología y el diseño de carteras: el talento de Sofía, de Roca para todo el Alto Valle
Estudia Criminología y Ciencias Forenses en la Universidad Nacional de Río Negro. Como forma de distracción y disfrute tiene un emprendimiento de diseño y confección de bolsos y carteras junto a su mamá y su hermana. ¿Cómo conecta una cosa con otra?
¿Por qué ocurren los crímenes? ¿Qué se puede hacer para prevenirlos? ¿Cómo se mejora el sistema de Justicia? ¿Cómo se protege a las víctimas? Para buscar la respuesta a estas y a otras preguntas, Sofía comenzó a estudiar la carrera de Criminología y Ciencias Forenses. En el camino, buscó actividades vinculadas al arte para «desconectar» y encontró un cable a tierra en un emprendimiento. ¿Cómo hace para conectar estos campos dísimiles? ¿Hay armonía en el constraste?
Sofía Castiñeiras tiene 24 años y es de Roca. Actualmente vive en Cipolletti donde estudia la carrera que se dicta en la Universidad Nacional de Río Negro y es una de las más convocantes en la región; cada año ingresa un promedio de 140 estudiantes. Desde hace dos años, Sofía se reparte entre el estudio y la confección de carteras y bolsos, en su casa, junto a su hermana y su mamá bajo la marca Soberanas Bag.
«La carrera junta dos ramas diferentes de estudio. Por un lado, la criminología que es una ciencia que es estudia las causas de los delitos, cómo se desarrollan y como se previenen. Y por el otro, las ciencias forenses que es toda la parte de criminalística, la que muestran las series: ir a la escena del crimen para recabar indicios y y llegar a la verdad. Entre las dos se arma una rama muy amplia de actividades diferentes a las que te podés dedicar en el futuro. Eso es lo que más me atrajo», explicó.
Como en otras licenciaturas, el plan de estudios de la carrera es de 4 años de duración. Sofía es estudiante avanzada con más del 50 % de las materias cursadas y aprobadas que van desde historia, derecho y metodología de la investigación social hasta química, biología y estadística. Una vez recibida podrá dedicarse a la investigación, al análisis criminal, como oficial de justicia o en instituciones penitenciarias.
Por otra parte describió que, como otras carreras de la Universidad Nacional de Río Negro, la suya tiene una fuerte impronta social. En este contexto fue que, junto a sus compañeros, desarrollaron un proyecto para acercar a los adolescentes al centro cultural de un barrio de Cipolletti, atravezado por la violencia y los consumos problemáticos. Realizaron talleres de arte y dieron charlas para visibilizar los distintos tipos de violencia. A futuro le interesa este tipo de trabajo con niños y adolescentes a modo de prevención y en particular con la población trans, marginalizada y vulnerabilizada socialmente.
El emprendimiento famliar como forma de distracción, de disfrute y de encuentro
Como forma de «despeje mental», de «poner la cabeza en otras cosas» surgió el emprendimiento junto a su mamá y su hermana en 2022. «Ella quería un estilo de bolsos que acá no se conseguía. Por otro lado mi mamá es una persona que sabe hacer de todo, hizo el molde y la confección y de ahí surgió el proyecto», explicó.
«Yo lo veo como una salida. Cuando estudiás esta carrera estás todo el tiempo viendo que el mundo es un lugar malo, donde ocurren cosas malas, y muchas situaciones de violencia. Centrarte en otra cosa que no tiene absolutamente nada que ver con eso, ayuda. Verme sentada eligiendo telas y colores, y cómo combinarlos me saca completamente de las cosas que estudio que a veces me ocupan mucho la cabeza por mucho tiempo», reveló.
«Hacemos bolsos materos, para viajes, carteras, cartucheras, todo lo que se te ocurra. Lo que vos veas, lo podemos hacer a medida y con la tela y el color que quieras. Tenemos un stock y también hacemos a pedido del cliente. Nuestros diseños se caracterizan por el uso de telas lo más llamativas posibles como charol y animal print pero también colores plenos que van con todo«, describió.
A futuro, Sofía no descarta seguir creciendo. El proceso implica varios días: cuando ella viene a Roca aprovechan un día para hacer los moldes y cortar, mientras que destinan otro para el ensamblado. La distribución es desde casa a varias localidades del Alto Valle, desde Centenario a Regina. El mes pasado participaron de la primera edición de Mercado Universitario, un espacio para que los integrantes de la comunidad universitaria rionegrina ofrezcan sus productos o servicios a la comunidad en general. Por el momento, las ventas a través de su cuenta de Instagram.
«Yo siento que nos va muy bien, estamos contentas y con ganas de seguir. A futuro, me gustaría poner un local pero por ahora vendemos solo por Instagram. Lo primero es el estudio, el emprendimiento está pero en segundo plano. Lo que ganamos una parte nos sirve para salidas recreativas y otra parte, lo reinvertimos para comprar el material», finalizó.
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