Encuentro de Mujeres y Disidencias: los artesanos invadieron el Centro Cívico y la calle Mitre
La feria continúa hasta el lunes, día en que termina la 36 edición
Ropa, bijouterie, comidas regionales, libros, gorros, trenzas. Los puestos artesanales invadieron la plaza del Centro Cívico, las calles que lo rodean, los espacios verdes y las primeras dos cuadras de la calle Mitre desde el viernes hasta el lunes, día en que termina la 36 edición del Encuentro de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries.
«Polilla», perteneciente a la comunidad Fiskico en la meseta de Chubut, sumó un puesto en la esquina de Mitre y Quaglia con la venta de calendarios, banderas, billeteras, cartucheras y bolsos. «Nos sumamos para visibilizar la problemática en torno a nuestra comunidad y territorio. De paso aprovechamos para ofrecer lo que nosotros vendemos. Tratamos de aprovechar la oportunidad que nos brinda cada feria», indicó la mujer.
Iris Carter ofrecía imanes y recuerdos de Bariloche en arcilla debajo de los arcos del Centro Cívico. «Acompaño el Encuentro de Mujeres cada año. Me encanta la cantidad de gente que participa y a la vez, el turista se muestra fascinado. No entienden mucho qué pasa y me preguntan si estamos todos los días», explicó riéndose.
Unos metros más adelante, en la plaza, Mariana Grasso, de Chacarita, ofrecía joyería artesanal. También participa desde hace años en el Encuentro de Mujeres y Disidencias. «Nos encontramos con todas estas compañeras hermosas de todo el país en cada encuentro. Es linda la energía que se genera. Somos artesanas, mujeres autogestivas. De esta forma, tenemos nuestro sustento económico y nos permite pagarnos el viaje al encuentro. De otra forma, no podríamos», confió.
Gladys Gutiérrez, de Purmamarca, instaló su puesto de productos regionales a pocos metros de la carpa en el Centro Cívico donde acampa desde ayer. «Vamos a todos los encuentros. Estuvimos en San Luis y no podíamos no estar acá. Pasamos la noche en carpa y se siente algo de frío. Pero la gente es muy amable y se vende bastante», sostuvo.
La riojana Agustina Vargas ofrece frutos rojos de Famatina y artesanías en macramé. «Desde hace dos meses soy viajera y sabiendo del encuentro me quedé en Bariloche. En comparación de San Luis, Bariloche recibió muy bien el encuentro. Allá no había gente en la calle. Era como un estado de sitio. Acá la gente recorre contenta. No solo turistas sino también barilochenses», reconoció.
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