Encontraron muerto a un delfín Piloto en Playas Doradas e investigan las causas
El cetáceo apareció a unos 30 kilómetros de Sierra Grande y fue trasladado a San Antonio Oeste para que lo estudien biólogos marinos de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional del Comahue.
El delfín pertenece a la especie Calderón o Piloto. Foto: gentileza.
La triste noticia impactó a la comunidad científica en Río Negro este lunes. El hallazgo de un delfín Calderón o delfín Piloto en el balneario de Playas Doradas es motivo de estudio e investigación científica para determinar las causas.
Se trata de una especie que habita en manadas en mar abierto sobre todo en la Patagonia. Su nombre científico es Globicephala melas.
Los profesionales del Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos “Almirante Storni” (Cimas) y la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) realizaron una necropsia y tomaron muestras para posteriores análisis sobre la ecología trófica, parasitología, histopatología, contaminación por plásticos y metales pesados, entre otros.
Una vez que el ejemplar ya estaba en las instalaciones de la facultad, iniciaron los trabajos sobre el cuerpo del animal muerto, que determinó que medía tres metros de longitud, es decir, que era un macho joven. Además, se guardaron todas las muestras y se recuperó el esqueleto.
Cómo es el delfin calderón
El delfín Calderón o Piloto se caracteriza tener el cuerpo robusto y alargado. La cabeza tiene un hocico casi imperceptible y se caracteriza por la forma globosa de la frente. Las aletas pectorales, ubicadas cerca de la cabeza, son delgadas y largas. La aleta dorsal es baja y de base ancha. La coloración general es negra o gris oscura.
En la garganta, este animal tiene una mancha en forma de ancla, de color blanco grisáceo que continúa hacia atrás con una fina banda que se ensancha, en el dorso y por detrás de la aleta dorsal, tiene una banda grisácea o blanca. Los machos son más corpulentos que las hembras.
En Argentina, son frecuentes los avistajes a lo largo del mar y se han registrado varamientos masivos en la Patagonia sur, sobre todo en Chubut y Tierra del Fuego. En el Golfo San Matías se han observado manadas de esta especie en la zona sur.
Amenazas a la especie
La intensa actividad humana en los mares pone en peligro esta especie, aunque no hay datos científicos suficientes para calificar un estado de riesgo en la actualidad. Entre las actividades que suponen una amenaza contra los calderones, se destaca la presencia de organoclorados, metales pesados, pesticidas, DDT, mercurio, y la ingestión de plásticos, cuerdas y otros residuos.
Además, les afecta la contaminación acústica por el aumento del tráfico marítimo, las prospecciones petrolíferas, los radares y especialmente, los sonares.
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