Video: con cinco niños, quedó en una carpa porque no tiene casa y reclama respuestas a Gutiérrez
Carla se instaló frente a la Casa de Gobierno de Neuquén porque le dijeron que gobernador es el único que puede resolver la entrega de una vivienda que, según afirmó, se "patean" entre el MTD y el IPVU.
Carla, la mujer que junto a su pareja y sus cinco hijos tuvo que dormir en una carpa porque no tiene casa, llevó su reclamo a la Casa de Gobierno. Explicó que le dijeron que el único que puede resolver su reclamo de vivienda es el gobernador Omar Gutiérrez, porque se lo «patean» entre la cooperativa MTD y el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU).
La situación de Carla Lavín (35) se conoció el viernes, cuando instaló una carpa en la plaza Santa Genoveva para poder dormir. Está en pareja con Franco Castillo (25) quien actualmente está cuidando a los cinco hijos de la mujer, que tienen 16, 13, 6, 3 y un año y medio. Alertó que tiene miedo de perder a los pequeños por las carencias que atraviesan.
Se encuentran en la casa de uno de los voluntarios de Red Solidaria, pero solo pasan la noche.
Carla detalló que ella estaba pagando una cuota social en la cooperativa del MTD, donde también participaba de las actividades. Cuando se quedó sin vivienda, fue al «galpón» que tiene la organización en el barrio Z1 para quedarse ahí hasta tener su vivienda, pero la echaron «a los golpes».
Siempre según la mujer, desde el MTD le dijeron que la entrega de casas correspondía al IPVU, pero desde este organismo le respondieron que no tenían posibilidad de actuar.
Ante este panorama, le recomendaron tratar de hablar con Gutiérrez y por eso montó la carpa frente a Casa de Gobierno, además de iniciar una huelga de hambre. Aunque agradece las donaciones de comida, indicó que no las va a comer porque va a sostener su protesta hasta que le den respuesta.
La acompaña su mamá, Viviana, que viajó desde Mar del Plata para apoyarla: «cinco minutos nomás le pido (al gobernador), que se ponga una mano en el corazón».
Carla aclaró que tiene un trabajo asalariado, pero que no logra conseguir un alquiler que pueda pagar y en las viviendas que sí podría, no aceptan niños. También, alertó que el dinero que tiene actualmente lo está gastando para pagar comida hecha porque pasan el día en la calle y solo duermen de 12 a 8 en la casa del voluntario.
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