Abren el primer consultorio veterinario especializado en el uso de cannabis en Neuquén

Crearon una organización, reciben consultas de todo el país y suman 300 pacientes agradecidos.

La profesional asegura que lo mejor es aprovechar todas las propiedades que tienen las plantas y no solo una parte. Foto Florencia Salto.

Los animales hoy tienen la posibilidad de acceder a tratamientos con cannabis gracias a Paula Lezcano y José Massabo, dos veterinarios de Neuquén que iniciaron el primer consultorio terapéutico con esta especialización en el país. En abril de 2020 abrieron sus puertas y desde entonces atendieron a más de 300 pacientes, entre ellos el primer registro en todo el mundo de un gato diabético que presenta una mejoría en sus niveles de azúcar al usar cannabis.

Desde entonces, se inició una red de profesionales a lo largo y ancho del país, dando forma a la organización Veterinarios Cannábicos Argentinos, quienes comenzaron a visibilizar esta práctica, a la par de otras asociaciones.

“Sabíamos que había otros colegas que trabajaban, pero estaban medio ocultos por el tema de la ilegalidad”, explicó Massabo. Hoy ellos forman parte del área veterinaria dentro de la organización Cannabis Medicinal Río Negro.

El veterinario comentó que, al tiempo de abrir el consultorio, se comenzó con la reglamentación de la Ley N°27.350 del 2017. Sin embargo, esa norma dejó por fuera a los animales y veterinarios. “No se pensó con la idea de animales no humanos. La ley no excluye, pero tampoco lo nombra”, dijo.

Lezcano agregó que se está por reglamentar una nueva ley, la 27.669 de cannabis medicinal y cáñamo industrial, por lo que están expectantes de ver qué espacio se les da.

Ellos explicaron que hay más de 100 compuestos en el cannabis que tienen efectos terapéuticos, entre ellos el THC y el CBD, que son los más conocidos. Lezcano aclaró que ellos apoyan el uso de la planta completa sin aislar sus componentes, como ocurre con algunos aceites aislados con CBD.

El veterinario aseguró que sin THC no se puede hablar de cannabis medicinal.

En ese sentido, el profesional detalló que: “tiene acción terapéutica, entonces al usar la planta completa logramos una potenciación. Sirve como antiinflamatorio, anticonvulsivante, estimula el apetito y tiene efectos analgésicos.”

El uso de la planta, explicó Lezcano, es para ayudar a que “a medida que el tiempo pasa se pueda, o no, empezar a reducir un poco la medicina tradicional y seguir con cannabis”, sin embargo, en algunos casos no es tan sencillo. “Siempre explicamos que no hay dosis letal, ningún paciente se va a morir por consumir cannabis. La dosis se va corrigiendo de acuerdo a cómo responde el paciente”, afirmó Massabo.

Epilepsia y cáncer


El consultorio se encuentra en avenida del Trabajador 842 de la ciudad de Neuquén. Trabajan con animales con epilepsia, con dolor crónico, pacientes oncológicos, con secuelas de moquillos, entre otras patologías.

Los animales que se ven seriamente afectados en su desplazamiento pueden tener un tratamiento analgésico. Foto Florencia Salto.

Respecto a los animales con cáncer, Paula señaló que es un cambio muy grande darles cannabis y que inclusive les brinda tranquilidad a las familias. “La planta empieza a estimularlos y empiezan a interactuar mejor con la familia, va gradual en la medida que bajas un poco su medicación, que es tan agresiva para ellos», señaló.

Además de los aceites de cannabis, utilizan pomadas para las heridas superficiales donde también han tenido buenos resultados, no solo en los días de cicatrización sino también en los niveles de recuperación en la pigmentación de la piel de los animales.

Sello local para el tratamiento de gatos con diabetes


El primer tratamiento con cannabis para gatos con diabetes se registró en Neuquén. Se trata de Melin, la compañera felina de Alicia con quien lleva 19 años. Con pocos meses desde su primera aplicación, el veterinario considera que mejoró notablemente al notar que los niveles de glucemia bajaron.

Alicia explicó que le descubrieron la diabetes en un control de rutina que le realizaron en abril de este año, así que comenzaron a aplicarle insulina y, en julio, surgió la idea de darle cannabis.

“En los felinos no es como los humanos que no se puede revertir, pero con la edad de ella es distinto” , dijo.

Alicia indicó que la diabetes comparte los mismos valores de medición en los animales y en las personas. Su gata cuando está controlada tiene entre 100 y 200 mg/dl de azúcar en sangre, pero llegó a tener 600.

“Espero la medición cada vez y cuando le da entre 100 y 120 estoy chocha porque todos los días es un logro. Todos los días que ella nos regale un día de vida es importantísimo”, agregó. Desde julio comenzó a tener estabilizada la diabetes.

“Que uno no vea la curación total pero sí una mejoría, ya es un montón”, aseguró feliz.

Massabo acompañó los dichos de Alicia, y señaló que Melin empezó a bajar los niveles de azúcar en sangre, recuperó su ciclo de sueño y volvió a jugar con su familia.

“Lo voy a presentar como evidencia científica, no hay registro a nivel mundial de pacientes felinos diabéticos tratados con cannabis”, expresó el profesional.

Esto mejora la calidad de vida y les otorga una oportunidad que, de otra forma, no tendrían. Foto Florencia Salto

Alicia está contenta de tener a su compañera a su lado. Remarcó que el cannabis está dando resultado para los animales con distintas patologías y espera, gracias a ello, continuar disfrutando de su gata.

Atención a distancia para dos perras


Los veterinarios José y Paula acompañan también a la distancia a los animales que necesiten de terapia con cannabis, como Umay de Buenos Aires y Sofía de la protectora de animales en Fernández Oro, dos perras que han mejorado la calidad de vida desde su aplicación.

Massabo explicó que ningún paciente veterinario epiléptico deja de tener convulsiones sin importar el tratamiento que haga, pero lo que “se busca es alargar los períodos entre convulsiones”. Él acompaña a Umay, una beagle de siete años y diez meses, que convulsionaba cada veinte días y ahora lleva 85 días sin convulsionar desde que comenzó su tratamiento con aceite de cannabis.

“No empezamos a bajarle la medicación porque es el primer período entre convulsiones de tantos días. Trato que se repita ese período por lo menos tres veces para tratar de bajar la medicación convencional”, aseguró el veterinario.

En el caso de Sofía, Lezcano explicó que es una perra con secuelas de moquillo que llegó cuadripléjica y hoy, con la terapia de cannabis, ya puede andar con un carro. También le estimula el apetito y logra que descanse. “Por lo general, quienes tuvieron moquillo suelen estar postrados, son cuadripléjicos. Son tratamientos largos”, dijo.

Marisol es una voluntaria de la protectora que la acompaña en su tratamiento. Explicó que la encontraron a fines del 2021 y con el tiempo comenzaron a ver las secuelas del moquillo, dejándola postrada en sus patas traseras. Carlos, un vecino de Neuquén, fue quién le soldó un carro para que pueda intentar volver a caminar, algo que hace unas tres semanas está logrando de a poco gracias al aceite y la rehabilitación.


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