En defensa del ambiente: piden que no se reme en una playa de Bariloche

Los vecinos del barrio El Trébol reclamaron por la práctica de remo de los botes dragón en la «Playa sin viento» en el Lago Moreno a la altura del kilómetro 20. Recordaron que ese lugar forma parte de la reserva natural El Trébol.

Los vecinos hicieron el reclamo ante el Tribunal de Contralor y se reunieron con el intendente Walter Cortes quien dijo «no poder hacer nada porque la instalación de los contenedores con los botes en esa pequeña playa en un terreno municipal se había aprobado por ordenanza».

En una de las últimas sesiones del anterior Concejo Municipal, se aprobó la cesión de un espacio municipal a la Asociación Civil Damas Dragón Nahuel Rosas ubicado en el área del la Reserva Laguna El Trébol. Esa institución está conformada por mujeres sobrevivientes del cáncer de mama, que utilizan la actividad del remo para la recuperación.

El comodato para el uso de ese espacio es por 10 años.

«Apelamos a que el municipio otorgue a la Asociación Civil Damas Dragón Nahuel Rosas otro espacio que no implique un detrimento en la calidad de vida de los vecinos, ni que incremente la alta peligrosidad que implica el alto tránsito en la zona», plantearon.

Describieron que el espacio es reducido ya que esa costa es usada por vecinos y turistas y, recordaron que, hace algunos años, se cerró el acceso a la bajada de lanchas para preservar la seguridad de las familias. Además, se prohibió el uso de motos de agua en la zona por el ruido que generaban y el efecto en el ecosistema.

«Hoy, en un espacio reducido se coloca un bote de unos 11 metros de largo utilizando una rampa de dimensiones importantes, con lo cual se achica el espacio en la playa. La instalación de dos contenedores en la bajada no corresponde a un entorno verde que se intenta preservar», agregaron.

Destacaron que más allá de la actividad de remo, se generan alteraciones importantes en el ambiente. «Nos lleva a preguntarnos por qué se escogió este lugar, cuáles fueron las evaluaciones que se hicieron en el terreno. No se ha realizado ningún estudio de factibilidad ambiental ni de impacto en una zona definida por Carta Orgánica como área Protegida», señalaron.

Entre los argumentos por los cuales se aprobó la ordenanza se invocó la importancia terapéutica de la actividad: «Esto, de ningún modo está en discusión, así como la lucha por acceder a un lugar propio, pero nunca se hizo mención a los pro y contras del lugar asignado en comodato».