En Cipolletti, hay un aborto no punible cada tres días
Mientras el Deliberante debe decidir si le da curso al proyecto ProVida, los datos oficiales dan cuenta de que en la ciudad se realizaron más de 130 interrupciones legales en 10 meses.
Mientras el Deliberante debe decidir si le da curso al proyecto del Consejo de Pastores (declarar a Cipolletti como una ciudad “ProVida”), en la ciudad se realizan más de tres abortos no punibles por semana. Son datos oficiales que surgen del Comité de Salud Sexual y Respetada. El registro, que va de agosto del 2017 a fines de mayo pasado, contabilizó más de 130 interrupciones legales.
La mayoría de las consultas que llegan se encuadran en la causal de la salud integral, que abarca desde lo físico hasta lo psicosocial. Todas las intervenciones se realizaron en centros de salud cipoleños que pueden garantizar el derecho al aborto no punible, hasta la semana 12 de gestación.
La ley lo permite hasta la semana 20, pero luego de la 12 debe realizarse en un hospital porque requiere otro tipo de control. En el nosocomio local no se realizan abortos porque todos los ginecólogos son objetores de conciencia, sin embargo deben garantizar el derecho informando a las mujeres a qué lugares concurrir. Generalmente se derivan a Roca.
El Comité, que se formó en 2014, está integrado por dos doctores, una psicóloga y dos trabajadoras sociales. Si bien el órgano tiene tres años desde su creación, las estadísticas comenzaron a surgir en agosto del año pasado porque antes “no se hablaba de aborto en el hospital”.
“Empezamos con el Comité hace tres años y en ese momento no se hablaba de aborto en el hospital, en ningún sentido. No llegaban consultas”, explicó María Verdugo, una de las dos trabajadoras sociales que conforman el Comité que depende del hospital.
Qué dice la ley
Si bien la ley ampara el aborto no punible desde 1921, el fallo Fal en 2014 fue paradigmático en el abordaje de las causales. Hay dos causas estipuladas en el artículo 86 del Código Penal que contemplan el aborto: salud y violación. El concepto de salud es muy amplio y por eso se estableció en 2015 un Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo el cual establece criterios más detallados sobre los alcances de las causales, especialmente la de salud integral, que es la más debatida.
El protocolo se complementa con la ley provincial 4796 que estipula la atención sanitaria en casos de abortos no punibles. La resolución establece la “objeción de conciencia” para quienes por razones éticas no deseen practicar el aborto. Además, debe haber un registro público provincial donde quede constancia de los médicos o auxiliares de salud que sean objetores.
La ley provincial establece que la causal salud tiene tres dimensiones: física, mental-emocional y social. Ante la posible afectación de alguna de estas tres dimensiones con el motivo del embarazo, la persona tiene derecho a una interrupción legal del embarazo (ILE). El único requerimiento es el consentimiento informado.
El Protocolo va un poco más allá y especifica con más detalle la causal de la salud. “Según la OMS, la salud implica el “completo estado de bienestar físico, psíquico y social, y no solamente la ausencia de enfermedades o afecciones” (OMS, 2006). Una atención adecuada y completa de situaciones que habilitan la ILE implica necesariamente una visión integral de la salud”.
En ese sentido hace foco en lo psíquico: “La afectación de la salud mental puede resultar en un trastorno mental grave o una discapacidad absoluta, pero incluye también el dolor psicológico y el sufrimiento mental asociado con la pérdida de la integridad personal y la autoestima”.
El debate sobre la despenalización del aborto implicaría omitir las razones por las cuales una mujer quiere abortar, pero la ley vigente, según estas normativas, pone a la mujer en un lugar de saber. Es decir que si el embarazo les provoca una afectación física, mental-emocional y/o social, es suficiente para garantiza la ILE. Quienes defienden esta postura, sostiene que no se cumple y que se debe a la falta de información sobre las normas.
Razones
“Muchas veces es un combo entre tener un embarazo no deseado y no tener las condiciones socioeconómicas dadas que cada mujer considera que necesita. También hay casos de violación”, detalló Verdugo quien dejó claro que el concepto de salud integral es muy amplio y hay que tener en cuenta la subjetividad de cada mujer y garantizar este derecho.
Además alertó sobre la importancia de generar mayor difusión porque “es clave” para evitar abortos clandestinos. “Falta mucho más difusión. Tienen miedo porque el sistema de salud se ha encargado de generar miedo y de ser un ámbito cerrado para las mujeres, en el aborto y en otros temas también. Trabajamos para que esto no ocurra”, expresó.
Otro dato sobre las mujeres que deciden abortar en Cipolletti es que el 60% tiene entre 24 y 34 años y la mayoría tienen hijos. De los 130 casos contabilizados, hay algunos de Fernández Oro y Cincos Saltos y ninguno de Catriel.
Si bien cada hospital debe garantizar el derecho al aborto no punible, Cipolletti es cabecera del Alto Valle Oeste que incluye las ciudades antes mencionadas.
En caso de que alguna de las localidades no pueda brindar el servicio, son derivados al Pedro Moguillansky. De las estadísticas que maneja el Comité, la mayoría de los casos responden a la salud integral, otra variable muy presente en las mujeres que han realizado el aborto es una “fuerte inclinación religiosa”.
El director del hospital “vio” morir a muchas mujeres
El director del hospital cipoleño, Carlos Lasry, se manifestó “totalmente” a favor de la ley que propone despenalizar el aborto en Argentina. Aseguró que tiene su opinión formada y remarcó: “tengo 42 años de tocoginecólogo, he visto morir muchas mujeres”.
Lasry se mostró muy seguro con respecto a su postura sobre la despenalización del aborto. Explicó que la provincia es pionera en las interrupciones legales del embarazo (ILE) e hizo un fuerte énfasis en esta práctica está garantizada tanto en los Centros de Salud como en los hospitales de la provincia.
Confirmó que en Cipolletti se registraron a lo largo de los últimos meses unas 130 ILE. Aunque en la actualidad es director del Hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti, y no está cumpliendo funciones dentro de su especialidad, Lasry confió que a lo largo de su experiencia como profesional vio morir “muchas mujeres”.
“Soy especialista en ginecología y tengo mi opinión formada con respecto a esto. Estoy totalmente a favor de la ley (de despenalización del aborto); lo digo con total libertad. En estos momentos alejado de la función asistencial y dedicado a la función gerencial del hospital, pero mi postura es totalmente a favor (…) yo tengo 42 años de tocoginecólogo, he visto morir muchas mujeres”, dijo ante una pregunta de este medio.
Por otro lado, explicó que más allá que el plantel de ginecólogos del hospital haya firmado en su totalidad la objeción de conciencia, el sistema de salud pública de la provincia garantiza las lLEs- tal como le indica la ley-.
“Lamentable o afortunadamente, yo respeto la opinión de cada uno, hoy tenemos el plantel de ginecólogos (en el que) todos han firmado el registro de objeción de conciencia. Eso no quita que tienen que cumplir con la ley: orientar a la paciente y si viene con una hemorragia o un aborto en curso y necesitan su atención la tienen que atender. Sólo se niegan al inicio del procedimiento”, detalló el director del hospital Pedro Moguillansky.
Por último explicó que a lo largo de su carrera como profesional de la salud participó, en el hospital, de interrupciones legales del embarazo. “Nunca dudé”, agregó con respecto a realizar o no la práctica.
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