Emprendedoras de Allen recibieron una valiosa ayuda con lo recaudado en la carrera «Pasión por la Vida”

Emprender siendo mujer, más cuando hay una familia a cargo en un contexto económico complejo, es quizás para muchas la única manera de salir adelante. Para otras, fue la oportunidad para jerarquizar ciertos dones o talentos que antes sólo compartían con sus seres queridos más cercanos. “¿Por qué no vendés algo de lo que hacés?”, les propusieron desde el entorno, pero no alcanzaba con animarse. Lo difícil fue sostenerse. Por eso desde el equipo de la iglesia cristiana “Pasión por la Vida”, de Allen, se pensó en una forma de alentarlas a seguir por más, en el marco del Mes de la Mujer, promoviendo, a su vez, una jornada para la actividad física. La idea se concretó días atrás y el balance fue más que positivo.

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La primera edición de este evento deportivo a beneficio, la carrera “Pasión por la Vida” realizada en la zona de bardas, permitió poner a disposición casi 400 mil pesos, luego de descontar los gastos de la competencia. Esa fue la suma que repartieron entre las dos emprendedoras elegidas por sorteo público, a comienzos de esta semana.

Dora Macchi y Cecilia Martínez fueron las afortunadas, que celebraron entre unas 30 colegas de la ciudad, anotadas para participar en busca de este premio al esfuerzo. Se logró el objetivo con el aporte de más de 120 atletas, que corrieron en tres categorías, además de comercios, otros sponsors y voluntarios que se sumaron al desafío. Como resultado, cada una recibió la suma exacta de $186.164, transferidos en el momento. La institución de fe no obtuvo ningún beneficio económico con este evento.

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“Acuario Pastelería” y “Male Accesorios en resina” fueron los emprendimientos agasajados, ambos representantes de dos rubros que se lucen en las ferias habituales de cada fin de semana. Funcionan desde hace años y como las demás emprendedoras, sus referentes se adaptan para crecer y seguir ofreciendo lo mejor. En el caso de Dora, por ejemplo, ya jubilada, su labor comenzó en 2001 y desde entonces incursionó en pastelería, conservas, dulces, tejido, macramé, vitrofusión y la lista sigue. Conocida por el locro que vende también para cada fecha patria, compartió en diálogo con RÍO NEGRO su felicidad por este premio, ya que “es de las que nunca gana nada”, dijo entre risas.

Satisfecha con los resultados de tanto trabajo en estos 23 años, Dora fue de las que tuvo que salir a ofrecer sus productos cuando la economía apretaba y aún no se hacían ferias, por eso valoró que poco a poco pudo ir comprando sus herramientas y con eso, desempeñarse con más comodidad. Hoy ya piensa en seguir aprendiendo nuevas estrategias para mantenerse activa dentro de esta experiencia de economía social.

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Cecilia, por su parte, mamá a cargo de sus hijos, viene capacitándose y apostando por varias técnicas, incluidas también la pastelería y hasta la porcelana fría. Con sus ventas, pedidos y los seminarios que dicta para principiantes, se las ingenia para mantenerse a flote, aunque los precios de los insumos muchas veces la ahoguen y eso la llene de preocupación. “Por cómo está toda la situación del país, por primera vez en mi vida, en diciembre, tuve que elegir entre culminar un estudio o darle de comer a mis hijos”, reconoció cuando intentaba rendir para un máster en decoración de tortas. Aún así, encuentra salidas y sus allegados la incentivan.

Éstos y los demás proyectos participantes fueron promocionados en la previa y durante las horas de carrera que se vivieron el sábado pasado en el predio del COER, plena zona norte de la ciudad, por calle Juan Manuel de Rosas al fondo. Allí, junto a unos 50 voluntarios, se hizo realidad la propuesta que incluía esta idea a beneficio, con toda la rigurosidad que demanda una instancia profesional, gracias al apoyo logístico del grupo Alquimia Running, dirigido por Omar Martín.

Agustín Contreras y Brenda Guerrero, ambos locales, fueron los primeros en la clasificación general del recorrido de 10 kilómetros, mientras en el circuito recreativo de 5 kilómetros y el de los niños muchos “amateurs” se animaron a la aventura. Hubo emoción y abrazos en cada arribo a la línea de meta, ya con la expectativa de seguir superándose en futuras ediciones. “Las cosas que salen bien son producto de un trabajo de equipos coordinados. ¡Un GRACIAS así de grande para todos! Y otro más grande para nuestro buen Dios, que hasta con el clima nos acompañó! ¡¡Felices!! Ya nos están preguntando cuándo viene la próxima”, dijo María José Reboreda, pastora a cargo de la organización.

*AQUÍ LOS RESULTADOS DE LA CARRERA*

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