El roquense que viaja por el mundo haciendo lo que más le gusta: correr
A Jorge Ignacio Boltshauser siempre le gustó correr y también viajar. Hace veinte años decidió combinar ambas pasiones y comenzó a conocer ciudades disputando maratones. Ya lleva 20 (y otras 22 en 21K) y el domingo 19 de mayo sumará una más: será en Lima, Perú.
Cuando cruzó el arco de llegada montado en pleno Central Park de Manhattan, Jorge Ignacio Boltshauser llevó sus manos a la cara y no pudo contener la emoción que le regalaba ese instante único, soñado y que marcaría el inicio de un periplo viajero para aquellos que se abrazan al deporte sólo por pasión amateur.
Era el año 2009, acababa de terminar su primera carrera de 42 kilómetros fuera de casa y el lugar elegido era nada menos que Nueva York, estación final de grandes maratones con etiqueta de Majors, que se disputa desde 1970, como siempre el primer domingo de noviembre de cada año.
A este roquense licenciado en Administración de Empresas, casi nadie lo conoce por su nombre. Cuando tenía menos de un año y aún no caminaba, una de sus hermanas lo rebautizó Pepu y este apelativo lo acompaña hasta hoy. “Soy Pepu para todo el mundo, pocos saben que me llamo Jorge…”. Lleva corridas 20 maratones y el próximo 19 de mayo en Lima, la capital del Perú, estará corriendo la 21°.
¿Por qué corrés Pepu?
“Hice deportes toda mi vida. Cuando me fui a estudiar a Buenos Aires, di clases de tenis cuatro años pero me cansé y empecé a correr, que igual siempre lo había hecho, pero como complemento del tenis. Fue a comienzo de los ‘90 cuando me probé en algunas carreras que se hacían por ese entonces, de 10 kilómetros… En esos tiempos el running no era lo que es ahora”.
Para reafirmar lo que cuenta Boltshauser, el fenomenal crecimiento de las carreras de largo aliento se podría ejemplificar justamente con la maratón de Nueva York, donde en la primera edición corrieron 127 personas y para el 40° aniversario de la prueba hubo más de 45.000 atletas en la línea de largada.
En aquellos años ‘90, Pepu comenzó a comprar las revistas especializadas que hablaban de un circuito mundial que incluía a las maratones más renombradas: Nueva York, Chicago, Boston, Londres y Berlín. Luego se sumaría Tokio para conformar lo que en el planeta running se conoce como las ‘Six Majors’.
“El objetivo de los que corren como yo, es decir por placer, es diputar esas seis. Ya tengo dos, la de Nueva York en el 2009 y la de Chicago, que la corrí dos veces: 2012 y 2019. No es fácil participar de esas carreras, no sólo por lo económico. Hay que anotarse un año antes o cuando se habilita la inscripción y de ahí se va a un sorteo. Yo me inscribo todos los años para todas, espero tener suerte este año. La única a la que podés clasificar por tiempos es la de Boston, que por mi rango de edad (50-55 años) es de 3h26m. Este registro lo podés tener en cualquier maratón, no sólo internacional”.
El año pasado para el maratón de Pampa Traviesa, en Santa Rosa, Boltshauser marcó 3h26m51s. “Estoy a menos de un minuto de Boston…”. Ahora en Lima tendrá una nueva posibilidad de romper el tiempo que lo lleve a la edición 2025, ya que la de este año se disputó el pasado 19 de abril.
Turismo y maratón, una combinación para disfrutar
Cuando Pepu se toma vacaciones junto a su familia, intenta que el lugar elegido coincida con una maratón. De esta manera puede disfrutar “de un lugar que nos guste, en lo posible que no conozcamos y a la vez pueda correr. Nunca fui a Lima y tengo muchas ganas de disputar esa prueba”.
La maratón N° 20 fue el número redondo que se propuso Pepu cuando comenzó a correr. El supuesto final del camino llegó el año pasado con el maratón de Buenos Aires. “A los 53 años estoy más para las de 21k… Pero no, voy a seguir. Si me da el físico (y también el bolsillo) el objetivo es completar el anillo de las 6 mejores”.
El runner roquense también inscribió su nombre en las maratones de Amsterdam (2013), Barcelona (2017) y Zurich (2022), una carrera que tuvo un significado muy especial para él porque el viaje lo compartió con su padre. “Como te decía siempre trato de combinar las dos cosas: hacer turismo y correr. Me debía un viaje con mi viejo, que tiene 83 años, y me dijo que quería ir a Suiza porque nuestro apellido tiene ese origen”. El pasaje original era para abril 2020 pero la pandemia y toda la incertidumbre que sembró esa pesadilla mundial, les hizo creer a los Boltshauser que quizás no tendrían otra oportunidad.
Pero fue en abril del 2022 que padre e hijo se fueron finalmente a Zurich, pero también a Boltshausen (“no con R final, como el nuestro, sino con N”), un pintoresco caserío a 80 kilómetros de la sede de la carrera. “El sueño de mi viejo era ir a Suiza y conocer ese pueblito. Hacer ese viaje con él fue increíble para los dos”.
Si bien a Pepu le gusta combinar eso de viajar y a la vez correr un maratón, Amsterdam 2013 le dejó una enseñanza. “Con mi mujer nos fuimos solos en ese viaje, pero antes de llegar a Amsterdam, estuvimos una semana a París, para conocer. Todo lo que no tenés que hacer antes de una carrera, lo hice ahí. Caminábamos 20 kilómetros por día, las comidas rápidas eran nuestro menú y pocas veces dormí bien”.
A partir de ahí, su plan es llegar un par de días antes de la maratón, que generalmente se corre los domingos, y después sí dedicarse a disfrutar de la ciudad en cuestión.
Esta vez será Lima y en octubre tomará parte de la media maratón de Valencia. Pero Pepu aclara que hasta que no tenga el ‘Six Majors’ en su poder, no guardará las zapatillas en el placard.
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