El respeto hacia los peatones gana las calles en Bariloche
Cada vez es más frecuente observar a conductores que frenan en las esquinas para ceder el paso a los transeúntes. Es una conducta local que se afianzó en los años últimos y que residentes y turistas destacan, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades.
El hábito de los automovilistas que frenan en las esquinas para dar paso a los peatones comenzó a imponerse en Bariloche hace pocos años y se transformó en un rasgo particular de la ciudad, que es difícil de encontrar en otros lugares del país, según lo reconocen los propios turistas.
Sorprendidos por lo que consideran una práctica de “buena educación vial”, Ramiro y Ayelén Narambuena, dijeron que les pasó una vez a poco de llegar y creyeron que era casual. Pero luego vieron que se repetía una y otra vez y los sorprendió para bien.
La pareja, oriunda de Trelew, contó que cuando salieron a pasear por la costanera céntrica y decidieron atravesar la avenida de doble mano para dirigirse al Centro Cívico bastó que mostraran esa intención, parados en el cordón, para que los autos se detuvieran y les facilitaran el cruce.
A pesar de que no hay semáforo en ese punto y la senda está despintada, no tuvieron dificultad. “Allá en Trelew y en Rawson, que es más chico todavía, la imprudencia es terrible -comentó Ramiro-. Acá nos llamó la atención, porque nos pasó varias veces que los autos paren para que crucemos. Y van más despacio, hay un respeto al ciclista, no se ve en todos lados. También nos sorprende que hay muy pocos semáforos y eso no es un problema”.
Santiago Sorge se radicó en Bariloche hace un par de semanas, procedente de Buenos Aires. También remarcó que la consideración con el peatón es un rasgo llamativo de esta ciudad. Dijo haber viajado mucho por toda la Argentina “y en ningún lado pasa algo parecido, es una cosa de Bariloche”.
También una familia de venezolanos que vive en la ciudad de Buenos Aires y viajó por turismo señaló el contraste entre la hostilidad hacia los caminantes que predomina en aquella ciudad y lo que les pasó en Bariloche. “Allá te tiran el carro encima, no hay respeto para nada –dijo Ernesto Mazza-. Acá son mayoría los que frenan y ceden paso, nos parece algo muy bueno”.
Una cultura en evolución
Desde el lado de los conductores también señalaron que hay un mayor respeto al peatón a nivel local. Leandro Salas es transportista turístico, trabaja en la ciudad desde hace 7 años y hoy es empleado del hotel Llao Llao.
“A los peatones les dejo el paso, pero si cruzan por la esquina. Si se mandan por mitad de cuadra no, salvo que sea una señora mayor con bolsas. Es una forma de enseñar también -explicó-. Yo le paro a todo el mundo y a veces no es fácil si venís con alguien pegado atrás, pero pongo balizas y que esperen, es un momento nada más. Vengo de Buenos Aires y allá es muy distinto, anduve mucho como peatón y tenés que tener un cuidado bárbaro para cruzar incluso con semáforo verde, porque te llevan puesto”.
Los taxistas le tienen tomado el pulso al nuevo hábito y admiten que la cultura del respeto por los peatones es valorada por sus pasajeros. “Muchas veces sacan el tema y te lo reconocen” -subrayó José Colilao, con 14 años en el oficio-. También hay que decir que algunos peatones son muy descuidados, cruzan sin mirar y hablando por celular. Ellos también tienen que respetar”.
Otro taxista, Nicolás Fuentes, opinó que la práctica de frenar y asegurar el tránsito seguro del peatón “es posible que venga de Chile”, pero observó que “los conductores chilenos acá no lo respetan”.
Colilao dijo que la cesión de paso “es algo que se empezó a ver más en los últimos años, porque aumentó mucho la gente que transita a pie por el centro, y porque las velocidades, que son más bajas”, aunque en las avenidas como Gallardo o Costanera también es común ver al automovilista que para en las esquinas, y hasta los colectivos lo hacen, si distinguen a un peatón a la espera para cruzar.
Adriana Mancuso es barilochense y dijo que el respeto al peatón es algo que “se tornó muy común desde hace un par de años” . Consideró que “claramente” es una conducta diferenciada del barilochense.
“Es así y no pasa desapercibido. La cesión de paso en las esquinas es algo que se ve cada vez más y lo practica la gente de acá. Te das cuenta cuando el conductor es turista, porque nunca para. Para mí es algo que viene de Europa, porque acá hay mucha gente que ha viajado”, consideró.
Una trabajadora municipal del área de Tránsito, Florencia Montesino, ratificó que “hay un mayor respeto en la calle, que tal vez está vinculado con asegurar un buen trato al turista”. A su juicio influyen también “la academia” de conductores, las clases de educación vial y los exámenes para otorgar la licencia, “donde en el último tiempo se insiste mucho con los derechos y la prioridad para el peatón”.
Sorge marcó la diferencia de los conductores que no son de la ciudad. “En la Semana Santa última se notó bastante, andaban muchos autos de turistas por todos lados y había que andar con más cuidado”, aseguró.
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