El renacer de Débora: la enfermera de Neuquén que recibió un órgano el día de su cumpleaños

La trabajadora de salud pudo ser trasplantada de hígado justo al cumplir 45 años y su vida cambió para siempre. El donante también fue neuquino. Una historia con increíbles coincidencias, esas que hacen la diferencia.

“Tengo 45 años recién cumplidos, justo el día de mi trasplante”, contó Débora, la enfermera de Neuquén receptora de un hígado. A 15 días de la cirugía y en plena recuperación, aún no sale de su asombro por la increíble coincidencia. Esa donación que esperaba desde marzo, fue el regalo de cumpleaños más importante que podría recibir: le salvó la vida y la llenó de esperanza y alivio. 

La paciente se llama Débora González, es neuquina, trabajadora de salud y se desempeña en la clínica de niños “San Lucas”. Se recibió de enfermera en la región, donde cursó sus estudios de nivel superior.  

“Yo pensé que me iba a morir esperando un donante”, lanzó. Pero llegó, afortunadamente y a la vuelta de la esquina, en su misma ciudad de origen. El mismo día del aniversario de su nacimiento, Débora volvía a nacer, a las 4 de la madrugada estaba recibiendo un nuevo órgano. 

Un nuevo año llegó con esperanzas tras la donación. Foto: Cecilia Maletti.

Su enfermedad empezó por un hígado graso, asintomático, sin dolores ni malestar. Un análisis de laboratorio mostró alterada la función hepática cuando tenía 40 años. “El hígado ya estaba bastante comprometido. A casi un año desde ese primer diagnóstico, hice una hemorragia digestiva que me llevó a terapia intensiva durante siete u ocho días, por suerte se pudo revertir”, recordó. 

Pero eso no fue todo, porque en febrero de este año empezó el calvario en medio de sus vacaciones. “No me sentía para nada bien, falta de energía, no tenía apetito, me molestaba la luz. Empecé con temblores, no me quería levantar de la cama, no podía sostener las cosas, no podía abrir un paquete de galletitas, me asusté”, contó. Se trataba de una Encefalopatía Hepática. 

Así fue como Débora desarrolló un trastorno del hígado -en un principio con síntomas leves-, pero que finalmente la llevó a un estadío terminal de la función del órgano. El 3 de marzo de este año, ya sin alternativas, se decidió incorporarla a la lista de espera del Incucai. Tuvo que dejar de trabajar. “No tenía control de mi cuerpo, ni siquiera de mi voz, de mi habla, no podía corregirme las palabras, no las podía pronunciar bien”, explicó la paciente. 

Hasta que el 22 de junio, un día antes de su cumpleaños, recibió el llamado. A las 11 de la noche, en la víspera de sus 45, apareció un donante para ella, y no solo eso, sino que daba la casualidad de que la persona era de Neuquén, la misma ciudad. El hígado que le daría una segunda oportunidad estaba a escasos kilómetros, en el Hospital Castro Rendón. 

Débora junto a su esposo, un sostén durante el proceso. Foto: Cecilia Maletti.

“Apenas cuarto meses después de haber entrado a la lista de espera apareció un donante, fue una felicidad terrible, con miedos terribles también”; contó a Diario RIO NEGRO. “Mi salud estaba tan deteriorada que ya estaba resignada, ya no aguantaba más”, reconoció y recordó todo el sufrimiento cotidiano. 

Se pueden salvar muchas vidas de gente joven. Yo no soy una adolescente, pero tengo 45 años, me queda media vida por delante y me siento muy agradecida de haber tenido la posibilidad de recibir un órgano”.

Débora González, paciente trasplantada de hígado en Neuquén.

La cirugía fue exitosa y ahora Débora está en recuperación en su casa, acompañada por su pareja quien fue su gran sostén en todo este proceso. No puede recibir visitas y está completamente aislada para tomar todos los recaudos para no contraer ninguna otra enfermedad, al menos durante dos meses. “Salgo solo para sacarme sangre y control médico”, contó. 

“El hígado cuando llegó estaba funcional casi en su totalidad, así que están muy esperanzados de que funcione al 100%”, contó la misma paciente. 

Débora no sabe qué le depara el futuro en términos laborales ya que trabaja en salud y estaría muy expuesta. “No se si voy a recuperar una normalidad absoluta”, adelantó, aunque dijo que solo trata de vivir el momento, completamente agradecida con la familia del donante fallecido. 

La paciente junto a los médicos cirujanos y parte del equipo de Pasteur. Foto: gentileza.

“En la desgracia de algunos, a veces está la felicidad de otros (…) el que pueda, quien quiera, que done, si uno quiere salvar la vida de alguien, lo puede hacer”, dijo Débora a modo de concientización.  

El quinto trasplante hepático en la región: la primera mujer


El de Débora fue el quinto trasplante hepático realizado en Neuquén desde febrero a la fecha -ya se realizaron seis- y el primero destinado a una mujer. Así lo contó a Diario RIO NEGRO el médico cirujano Ezequiel Silberman, parte del equipo del recientemente inaugurado Centro de Trasplantes Hepáticos de la Patagonia en clínica Pasteur.

La implantación del órgano se llevó adelante el día 23 de junio de 2024. Foto: gentileza.

Al ser neuquino el donante, un hecho completamente fortuito y casual, el proceso de ablación y donación se pudo realizar en cuestión de horas. “El donante salió de Neuquén, del Hospital Castro Rendón y la receptora es neuquina por eso no tuvimos que viajar a ningún lado”, contó el referente regional. 

“La coincidencia es 100% fortuita, entre dónde sale el donante y dónde está el receptor. En hígado la distribución de órganos es nacional”.

Ezequiel Silberman, cirujano hepático Clínica Pasteur.

Hasta ahora todos los hígados habían llegado de Tucumán o Buenos Aires, este es el primero que surge en Neuquén y que le toca justo a una paciente de esa misma procedencia. 

La ablación estuvo a cargo de los cirujanos Luciano Belotti, Emilio Invernizzi, las intrumentadoras Micaela Pérez y María Esther Benditi, y terapista Emilia Bishells. La cirugía de implante fue realizada por los cirujanos Ezequiel Silberman, Julio Lazarte, Mariana Maripil e Ingrid Pino como instrumentadoras, los enfermeros Gustavo Mora y Alexis Deppler y el anestesiólogo Sebastián Epherra.  

“Con respecto a la donación local en Neuquén hay que felicitar el trabajo de la doctora Sandra González Cruz, quien es la directora del Cucai provincial, y Mariela Fumale, la coordinadora. Su equipo hizo un gran trabajo en el paciente donante en Hospital Castro Rendon”, cerró el cirujano.


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