Cerraron el paso Pino Hachado este martes por acumulación de nieve y bajas temperaturas

Producto de la acumulación de nieve y las bajas temperaturas, las autoridades decidieron cerrar para el resto de este martes el tránsito en el paso internacional Pino Hachado, que conecta la provincia del Neuquén con el vecino país de Chile.

Así se informó de manara oficial esta tarde, en un comunicado en el que se aclaró que la formación de hielo y la presencia de equipos trabajando sobre la calzada derivaron en la interrupción del paso fronterizo para toda la jornada.

La zona, junto a buena parte de la cordillera neuquina, se encuentra afectada por el temporal de nieve que se inició en las últimas horas del lunes y que se extendió hasta este martes pasado el mediodía. Horas antes, el Servicio Meteorológico Nocional (SMN) había emitido una alerta amilla por el ingreso de un nuevo frente frío, que traería importantes nevadas a la región.

Desde la Dirección Nacional de Asuntos Técnicos de Fronteras informaron a diario RIO NEGRO que este miércoles por la mañana se realizará una nueva evaluación de las condiciones meteorológicas y del estado de la calzada, para definir la reapertura o no de la circulación.

El temporal de lluvia y la crecida del río Neuquén continúan generando problemas

En otros puntos de la provincia, además, varias rutas y puentes se vieron afectados por la crecida de los ríos y arroyos de la cuenca del río Neuquén, que por las intensas lluvias desatadas la semana pasada, vio incrementado su caudal a niveles históricos.

Esto trajo aparejado la evacuación de familias, así como la asistencia del gobierno neuquino a las localidades afectas, algunas de ellas incluso aisladas por el estado de los caminos y el aumento de los cursos de agua.

Las precipitaciones que cayeron sobre la provincia, especialmente en el norte neuquino, también causaron problemas en la zona baja de la cuenca, en donde localidades como Sauzal Bonito, cerca de Añelo, y Vista Alegre, debieron evacuar algunos pobladores ubicados en la zonas ribereñas.

En el caso de la primera, el río Neuquén, que a esa altura aún no es regulado por las represas del complejo Cerros Colorados, avanzó varios metros, inundando zonas cultivables, con chacras y puestos, y también viviendas y construcciones del pueblo.