Cuatro guardafaunas atrapados por el río Chimehuín: así fue el dramático operativo para encontrarlos
El grupo bajaba en una balsa cuando se dieron vuelta por la correntada. "Tuvieron suerte", dijo uno de los rescatistas.
Un rescate que movilizó a bomberos, policías, personal de salud y, sobre todo, vecinos, sacudió durante el atardecer de ayer a la comunidad de Junín de los Andes, ciudad en la que cuatro guardafaunas que bajaban por el famoso río Chimehuín, sufrieron el vuelco de la balsa en la que se transportaban.
El incidente fue alrededor de las 19, cuando el gomón que iba con los trabajadores se dio vuelta y los terminó expulsando, en una zona que se caracteriza por la presencia de los llamados embudos.
La situación fue relatada por otro guardafauna, Gabriel Schoua, que participó del operativo de búsqueda y en diálogo con FM Cordillerana, dio detalles de los trabajos a contrarreloj que se montaron alrededor del río para localizar a los cuatro hombres.
Señaló que afortunadamente todos pudieron ser rescatados, pero luego de varios minutos de tensión donde se debió contar con ayuda de pobladores del lugar y hasta de un dron, que aportó un pescador ocasional, para repasar la zona donde cayeron.
Tras producirse el vuelco del bote, relató que uno pudo salir poco después sobre la margen derecha del río, donde pasa la Ruta Provincial 61, mientras otros dos llegaron a la orilla aguas abajo, en la margen izquierda del Chimehuín que en esta época «viene muy fuerte, con mucha agua«.
Pero lo más complicado fue hallar al cuarto guardafauna, que «quedó arriba de un árbol, en un lugar de tan complejo acceso que él solo podía mirar hacia arriba y no tenía visión de los alrededores«.
Con todos esos obstáculos, finalmente pudieron divisarlo y rápidamente iniciaron las tareas de rescate en la que también participaron personal de bomberos, así como de Policía y Defensa Civil de la localidad cordillerana.
Rescate en el río Chimehuin, donde un error «no perdona»
En diferentes etapas, todos fueron trasladados hasta el hospital, donde esta mañana solo permanecía en observación uno de los trabajadores que, según Schoua, ingirió «mucha agua cuando fue arrastrado por el río».
El vuelco que los arrojó al agua ocurrió en una zona llamada San Cabao, donde predominan los embudos y si bien la profundidad es baja, «cualquier error de cálculo no perdona y te puede dejar atrapado abajo de un sauce».
«Tuvieron suerte que eso no pasó», completó durante el diálogo radial este jueves.
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