El ocio, un derecho esquivo para las mujeres
Diversas investigaciones dan cuenta de la brecha laboral y salarial entre los géneros. Sin embargo, no abunda información científica en cuanto a la calidad de vida y el bienestar de las mujeres del país en los espacios de trabajo.
El Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21 desarrolló una investigación con una muestra de más de 1.000 entrevistas en la que destaca la brecha entre varones y mujeres con relación a la calidad de vida.
El estudio se basa en cuatro ejes: el conflicto familia-trabajo; el estrés y su relación con el agotamiento; el ocio y su efecto en la desconexión y, finalmente, cómo esto se traduce en diversas sintomatologías emocionales.
El informe concluyó entre otras cosas que:
* El 20% de las mujeres nunca tiene tiempo para el ocio y tiene dificultades para concentrarse en su trabajo por estar preocupada en temas domésticos. En ambos casos, los hombres se diferencian por casi un 5% menos.
* El 33% de las mujeres se encuentran agotadas después de una jornada laboral, mientras que sólo un 26% de los hombres se siente así.
* A este mismo porcentaje le cuesta relajarse después de un día laboral, algo que solamente le ocurre al 23% de los hombres.
Una de las principales razones del agotamiento es el “cinismo”, es decir, un estadio psicológico caracterizado por la falta de interés e identificación por el trabajo.
Así, frente a elevados niveles de agotamiento, las personas son menos sensibles a bajar su productividad laboral o mantener un bajo desempeño. Sin embargo, se observó que las mujeres -a pesar de presentar mayores niveles de agotamiento- no presentan medias superiores de cinismo. La correlación entre agotamiento y cinismo es mayor en hombres que en mujeres. Esto contribuye a mantener los niveles de estrés a largo plazo.
Realizar actividades de ocio se asocia a un mejor funcionamiento psicológico. Pero no es suficiente con tener tiempo sino que debe existir un proceso eficiente de desconexión.
Las mujeres poseen mayores dificultades para recuperarse luego de la jornada laboral en relación a los hombres: el 14% de ellas nunca se toma tiempo para descansar luego del trabajo y el 27% no puede olvidarse del mismo cuando finaliza; mientras que el 10% de los hombres no se toma tiempo de descanso por fuera del trabajo, y un 25% no deja de pensar en ello.
El doble de mujeres (23%) que de hombres (10%) sienten tensión, dolor muscular, fatiga, ansiedad, problemas de concentración y decaimiento.
Esto demuestra que hay más mujeres que se sienten menos interesadas por hacer las cosas, tienen la sensación de estar decaídas, deprimidas o desesperanzadas. Dicen que se sienten “fracasadas” y están nerviosas, ansiosas y con los nervios “de punta”.
Las cifras revelan además que las mujeres presentan un mayor nivel de demanda y exigencia familiar y laboral. Por esta razón, existe una brecha en cuanto a la calidad de vida y el bienestar de las mujeres.
Entre otros puntos, el estudio especifica que las mujeres presentan mayores conflictos en la relación familia-trabajo, mayores niveles de estrés y agotamiento, más problemas para relajarse y recuperarse luego de la jornada laboral y mayores problemas emocionales.
Cuestionarnos en torno a si esta problemática es una cuestión “femenina” o si involucra a toda la sociedad puede ayudarnos a visualizar soluciones a largo plazo que puedan mejorar la calidad de vida de las mujeres.
La investigación concluye que no es suficiente con tener tiempo sino que debe existir un proceso eficiente de desconexión.
La otra brecha: las mujeres tienen una peor calidad de vida laboral que los hombres
Datos
- La investigación concluye que no es suficiente con tener tiempo sino que debe existir un proceso eficiente de desconexión.
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