El norte de Neuquén se muestra en sus libros: se viene la 1° Feria Bianual en Huinganco
La comisión de la Biblioteca hará realidad un anhelo que parecía impensado. Invitan a la región a conocer lo que se escribe desde la Cordillera del Viento.
Estanterías y el paisaje del otro lado de las ventanas de la Biblioteca, desde donde se observa el cerro "La Corona". Foto: Gentileza.
Este viernes comenzará en plena región del Norte neuquino la primera edición de la Feria Bianual del Libro en Huingan-Có. La propuesta cultural se suma a lo que ya se realiza en Chos Malal y Andacollo y viene con muchas ganas de consolidarse en el calendario.
Con una grilla completa de actividades, que se extenderá por un día y medio hasta el sábado 5, el centro comunitario local recibirá a nacidos y otros arraigados en la provincia, que llevan años profundizando en las poesías, los cuentos, las novelas y las historias de vida, como en el caso de Marisa Godoy (SMA), Ester Gutiérrez (Huinganco), Silvia Lumini, Susana Vázquez, Mariana Donadío, Héctor Ordóñez (Chos Malal), Lilí Muñoz, Marcelo Gobbo y María Martha Paz, éstos últimos bonaerenses, pero radicados en San Martín de los Andes desde principios de los años 2000.
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Juntos guiarán a los asistentes en cada presentación a un recorrido motivado por la iniciativa de la Biblioteca Popular “La Corona”, que funciona en el poblado desde 1985 y bautizado en honor al cerro más alto de la Cordillera del Viento. “El año pasado acompañamos a una escritora local, que forma parte de la comisión, a la Feria de Las Ovejas y participamos todos los años en la Feria Internacional del Libro, en Buenos Aires, pero para la compra de libros. Ahora nos embarcamos en esta locura de la Feria”, compartió con RÍO NEGRO Julia Lucena, tesorera de la Comisión, para hablar de la idea que hicieron realidad junto a la presidenta, Mirna Ibañez, y la secretaria, Delia Muñoz.
En tiempos donde parece decaer la asistencia a las bibliotecas de la región, en este punto del interior neuquino se las ingenian por seguir mostrando todo lo valioso que guardan las obras regionales. Con 137 socios de todas las edades, reciben visitas de escuelas y jardines de la zona, acompañan las tareas del aula, ayudan en la búsqueda de libros y ceden su salón como lugar de reuniones, encuentros recreativos y cursos, como muñequería, yoga, pintura, música y reciclado.
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