El museo de Bariloche les devolvió el cráneo de un cacique mapuche a sus descendientes
El Museo de la Patagonia exhibió el cráneo del lonko Catriel y su poncho desde la inauguración en 1940 hasta 1991. Tras un largo trámite, los restituyó a la comunidad mapuche.
El Museo de la Patagonia Francisco Pascasio Moreno, ubicado en el corazón del Centro Cívico, restituyó el cráneo de un lonko y su poncho pampa a los descendientes de la comunidad mapuche Cacique General de las Pampas Cipriano Catriel de Azul. Habían formado parte de una vitrina desde la inauguración del museo de Bariloche en 1940 hasta 1991, cuando se retiraron los restos de exhibición.
El intendente del parque Nahuel Huapi, Horacio Paradela, explicó que, «en ese entonces, era una política institucional conseguir colecciones arqueológicas a través de compras o donaciones que, en algunos casos, contenían restos humanos. Las fotos de las vitrinas del museo dan cuenta de la cantidad de restos humanos y de la decisión de exponerlos como parte de los pueblos originarios que, en ese momento, se decía que ya no estaban«. Esa política cambió en la década del 90.
El pedido de restitución por parte de la comunidad se oficializó en 1999 ante Parques Nacionales. En 2008 el antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Fernando Pepe Tessaro, tomó el planteo que se concretó recién en 2018, después de una larga década de trabajo con la comunidad. No fue simple ya que las partes no se ponían de acuerdo.
El primer paso consistió en que el Museo de Ciencias Naturales de La Plata restituyera los restos de seis individuos a la comunidad Catriel. Luego se solicitó a Parques Nacionales la devolución del cráneo y el poncho del cacique.
«Cuando surgió el reclamo, empiezan los debates internos dentro de Parques a principios del 2000: ¿eran objetos de museo o debían ser devueltos, reconociendo los derechos a las comunidades que lo solicitaban? Parques decidió que debían ser restituidos», contó Paradela que promovió esta restitución desde el área de Patrimonio Cultural de Parques en Buenos Aires. Ya en Bariloche como jefe de Conservación del parque Nahuel Huapi, asistió a la restitución.
«No se logró antes por peleas internas entre los descendientes de Catriel. Recién en 2018 se consiguió cuando se llega a un un acuerdo judicial», añadió.
Las 22 restituciones
Desde el INAI, el organismo que conduce Magdalena Odarda, Pepe Tessaro trabaja con 29 pueblos originarios distribuidos por todo el país, Paraguay, Bolivia y Chile. Intervino en la primera restitución a comunidades en 2010 y 12 años después, lleva 22. Una de ella compete al Museo de Bariloche.
El cacique Cipriano Catriel fue asesinado en 1875. «Le cortaron la cabeza que se exhibió en el Museo de Bariloche como un trofeo hasta que cambió el paradigma. Cuando trasladan el cuerpo del Perito Moreno y lo sepultan en la Isla Centinela en 1944, sobre el ataúd había varios ponchos de caciques. Uno de ellos era el de Cipriano Catriel«, relató Pepe Tessaro que coordina el Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI.
Paradela confirmó que el cráneo de Catriel fue donado al Museo por una persona, aunque antes, habría estado en poder de Franciso Pascasio Moreno. En una carta a su padre, Perito Moreno escribió que había limpiado «esa joya envidiada por muchos» porque tenía mal olor.
El primer pedido de restitución lo efectuó Modesta Catriel, la bisnieta de Cipriano. Cuando murió, el pedido lo continuó Marta Catriel, su tataranieta. También murió en la espera y el chozno Domingo Catriel tomó la posta.
La restitución se llevó a cabo en la sede de Parques Nacionales en Buenos Aires en 2018. La comunidad decidió enterrar el cráneo en la plaza Respeto a los Pueblos Originarios, en Azul, donde hay un mausoleo.
«El día de la restitución los miembros de la comunidad tenían sus sentimientos a flor de piel. Fue un momento tremendo por toda la violencia simbólica y material que significó ver el cráneo de su antecesor, los años de espera y la ausencia de Marta y Modesta que no pudieron ver el fruto de su lucha de años», contó.
El Museo de la Patagonia aún conserva los estribos, boleadoras, un rebenque y un sableo de Cipriano que no fueron incluidos en el pedido original de sus descendientes.
¿Cuál es el peso de una restitución? «Desde mi lugar -respondió Pepe Tessaro- entiendo que es una reparación histórica para las comunidades, la sociedad y la antropología. Es una deuda pendiente desde el genocidio que, al día de hoy, tiene secuelas».
Esta restitución demoró casi dos décadas. Por lo general, las instituciones que conservan estos restos humanos se niegan a entregar lo que consideran «un patrimonio de la Nación». «Restituir tiene varias implicancias y se niegan a realizarlas porque no quieren reconocer que fueron parte del genocidio y saben que las comunidades van por los restos humanos, pero también por los tesoros de las comunidades que guardan los grandes museos», señaló Pepe Tessaro.
Paradela, por su parte, consideró que la restitución «fue cumplir con una solicitud histórica de los descendientes de Catriel. Tiene que ver con cumplir la normativa nacional y es lo mínimo que el estado debe hacer en lo que hace al reconocimiento de lo que ha sido la conquista militar en Patagonia».
Planteó el cuidado y respeto que requieren estos procesos ya que «no se aborda un objeto sino el reconocimiento de una persona con nombre, apellido y una historia. Además, se debe reconocer la particularidad cultural con la ceremonia, rito y proceso de cada pueblo».
Antropología de la demanda
Los especialistas comenzaron a analizar las restituciones en el 2006, cuando a partir de la gran cantidad de solicitudes de las comunidades, se hizo una antropología de la demanda. Se pedían los restos en exhibición. Pepe recordó que «hubo hombres, mujeres, niñas y niños que murieron prisioneros, en exhibición«, por ejemplo, en el Museo de La Plata.
La ley de restituciones -la devolución de restos humanos indígenas que forman parte de museos y colecciones a los pueblos descendientes que los reclaman- fue promulgada en 2001 pero recién nueve años después, la entonces presidenta Cristina Kirchner firmó el decreto reglamentario a pedido de algunos antropólogos. A partir de ese momento, el INAI pasó a ser un actor central.
La resistencia de la antropología no solo se genera en Argentina, advirtió, sino también en Europa. Puso como ejemplo el Museo del Hombre en París que hasta ahora, se ha negado a devolver los restos del cacique mapuche tehuelche Liempichún Sakamata, que estuvieron exhibidos en esa institución luego de que un conde francés profanara su tumba a fines del siglo XIX. En la última visita del presidente Alberto Fernández a Francia, Emmanuel Macron aceptó el reclamo argentino.
La última restitución
Los primeros días de abril los restos de seis cuerpos de pobladores originarios que fueron encontrados en Las Grutas entre 2015 y 2017 fueron restituidos a la comunidad mapuche Traun Kutral. En una ceremonia, procedieron a enterrarlos en el cementerio al sur de esa localidad.
Los restos correspondían a 5 adultos y a una niña y se encontraron cuando la firma Aspa SRL realizaba un movimiento de suelo en ese lugar.
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