El “hospital de juguetes” y su gran tarea solidaria en Viedma
Funciona desde hace cuatro años, creado por un grupo de vecinos. Se destacan en el Mes de las Infancias, Navidad y Reyes, pero suman tareas en el resto del año.
A los voluntarios los une la solidaridad para recibir y entregar algo más que un simple juguete. Foto: Pablo Leguizamon.
El «Hospital de Juguetes» funciona en la capital provincial desde 2019 formado por voluntarios que le dieron forma a esta novedosa idea para colaborar con los más chicos. Hoy recuerdan que la primera entrega de juguetes fue en Navidad de ese año.
Silbana Cullumilla, Fernando Varela, Daniela Abraham, Silvana Ruixo y María Graciela Salinas son parte del grupo y recibieron a Río Negro en su sede del barrio Cefereino.
La pandemia no los detuvo y cuando las familias aprovecharon el aislamiento para reordenar sus hogares recibieron múltiples donaciones.
El «hospi», como les gusta definirlo, trabaja todo el año y además de juguetes este año entregaron guardapolvos y mochilas, juegos de mesa par adultos mayores, ropa para bebés y, entre otros, almohadones para quienes amamantan a sus hijos recién nacidos.
Cullumilla contó que «este fue un espacio de una organización política y nos plantemos qué hacer para que estuviera siempre ocupado , lo sacamos de ese contexto, arrancamos con este proyecto; fuimos más por el lado social y en contacto con distintas organizaciones que trabajan en los barrio, como las iglesias».
Sobre la existencia de juguetes y todos los elementos necesarios para el funcionamiento dijo que «hemos tenido una gran ayuda, en su memento, del Banco Credicoop que nos donó todos los insumos de librería» además «se compran cosas que se necesitan, como ojos para reparar peluches, pegamentos» y «pagamos entre todos el alquiler y el mantenimiento de la sede».
Su trabajo tuvo repercusión nacional el año pasado y eso ayudó para recibir importantes donaciones «en especial productos de mercería».
Dónde entregan los juguetes
Las donaciones de juguetes llegan por iniciativas de los vecinos, pero también han colocado algunas cajas receptoras en comercios de Viedma y Patagones. «En esta fecha, permanentemente están llegando», aseguró Cullumilla y contó que «todo se revisa, se arregla, se lava, se prepara y se entrega».
Silvana Ruixo aclaró «la importancia del juguete, que no es solamente un juego, también le buscamos la finalidad; investigamos mucho en las redes sociales respecto de otros país, vemos cómo juegan los adultos mayores».
Dijo que «entregamos juguetes en la parte de salud mental de niños» y «recibimos juguetes bebés que llegaron con sus partes íntimas marcadas y eso puede permitir detectar algún tipo de abuso o falencias que puedan tener en sus hogares o en las escuelas».
Recordó que en la última fiesta de Reyes entregaron los juguetes en la sede, «que fue la única porque el hospi tiene miedo de quedarse sin juguetes y, ¿cómo le decimos al niño?; por ese delegamos esa tarea».
Pero siempre «vemos las caritas de los chicos, es algo hermoso» y Cullumilla agregó que «vienen los peques, pero también vienen sus papás, que tal vez nunca recibieron un juguete» y «nuestra alegría es doble, o triple; eso nos llena de cosas».
Para el Mes de las Infancias que se avecina preparan numerosas entregas, serán parte de los festejos en el Parque Ferreira y estarán en el Museo Tello con una muestra de juguetes antiguos, «algunos con un gran valor sentimental», que están en pleno proceso de restauración.
Todas las donaciones son válidas, a excepción de las réplicas de armas
El «hospi» funciona en su propia sede en México 405 del barrio Ceferino, donde sus integrantes se reúnen todas las tardes, a partir de las 16.
Quienes quieran colaborar pueden hacerlo en el lugar o contactarse a través de Facebook o Instagram a «Hospital de Juguetes».
No sólo reciben juguetes, con el tiempo también sumaron ropa para bebés, niños y niñas, artículos de librería para preparar los regalos, de mercería, telas y bellones; entre otros elementos.
Con una limitante aclara Silvana Ruixo: «No recibimos ni entregamos juguetes que sean réplicas de armas de cualquier tipo».
En los últimos días pudieron aportar instrumentos musicales a Daniel Guillón, docente que trabaja en escuelas especiales y, el viernes, se anticiparon a la celebración de la Semana de la Lactancia Materna con una entrega de ropa y juguetes en el hospital Zatti.
Además de recibir las donaciones los voluntarios arreglan, clasifican y determinan a cuales instituciones serán entregadas.
Saben que no sólo entregan un simple elemento, sino que enseñan con su ejemplo.
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