VIDEO | El fantástico trabajo de Galileo, Cafrune y Margot: los halcones guardianes del Aeropuerto de Chapelco

Mucho se habla de que el transporte aéreo es el más seguro del mundo y eso se debe a los rigurosos protocolos y sistemas de prevención que se aplican antes, durante y luego del despegue. Muchas de las acciones deben realizarse en los aeropuertos. En este aspecto, la estación aérea de Chapelco «Aviador Carlos Campos» ubicado en San Martín de los Andes y Junín de los Andes, abrió sus puertas para compartir el fantástico trabajo de prevención aviar que llevan adelante tres halcones bajo la instrucción de un experto francés.

El protocolo busca ahuyentar a los pájaros que se acercan a la pista y pueden protagonizar serios accidentes durante las operaciones de las aviones.

François de Grossouvre, es un reconocido halconero nacido en Francia y trabaja junto a Galileo, un halcón pelegrino; Cafrune, un macho de halcón aplomado y Margot, una hembra de gavilán mixto.

Las especies no son azarosas. Integran familias de poderosas aves de presa capaces de perseguir y espantar a las aves naturales de esa zona de Neuquén. Principalmente las bandadas de loros barranqueros, que se posicionan sobre el área de incidencia de las aviones generando una serie de riesgos.

Por sus características naturales, Galileo, Cafrune y Margot son capaces de volar a una altura superior al resto y precipitarse contra las aves alejándolas por el simple hecho de significar un peligro natural. En la mayoría de los casos «es hasta por diversión» explicó Grossouvre que destacó que pocas veces le hacen daño a los pajaros que persiguen.

El halcón Galileo es el guardián estrella durante el otoño, cuando bandadas de barranqueros invadieron la patagónia. El pelegrino es su cazador natural, por esa razón el poder de persuasión sobre la colorida especie de loros fue altamente efectiva, evitando así problemas en la pista. Su sola presencia y sobrevuelo por el aeropuerto implica que otras aves no se acerquen.

La cetrería, la técnica utilizada en este sistema de control, fue no solo el método más eficiente, sino también natural y no contaminante para alejar a las aves de la zona de operaciones. Este método se empleaba en muchos aeropuertos del mundo, tanto civiles como militares, como el aeropuerto de Madrid Barajas en España o la base militar de Villacoublay en Francia.