El Carrito de la Calle Uno: la historia detrás de la comida al paso en la meseta de Neuquén

Hace más de 12 años ofrece desayunos y almuerzos.

En una esquina estratégica de la calle Conquistadores del Desierto, se alza un ícono del Parque Industrial de Neuquén: El Carrito de la Calle Uno, que durante más de una década alimentó a trabajadores, vecinos y transeúntes con sus desayunos y almuerzos.

Juan comenzó este emprendimiento con su familia hace 12 años y rápidamente se convirtió en parte del paisaje cotidiano. “Nosotros empezamos vendiendo panchos y papas fritas«, recordó el vendedor que, con orgullo y humildad, lidera este negocio familiar.

En aquel entonces, los carritos de comida eran una rareza en la zona. “Veíamos que hacía falta. No se veían muchos. Hoy hay por todos lados, pero en ese momento era distinto”, contó. Es que en esa zona de la meseta, un desierto comenzaba a transformarse en barrio.

Lo que comenzó como una forma de suplir una demanda en un área donde pocos ofrecían comida al paso, pronto se transformó en un refugio para los hambrientos que transitaban por la calle 1 e Ingeniero Huergo.

Juan de El Carrito de la calle Uno. Foto: Matías Subat.

El Parque Industrial no es solo un espacio de fábricas y empresas. También es un cruce de caminos para quienes trabajan, viven o simplemente pasan por ahí. “Por esta zona no pasan muchos petroleros, porque hay muchos desvíos en la autovía. Así que nuestros clientes son más que nada transeúntes y gente del barrio”, comentó el vendedor.

“La idea era también una salida laboral. Y, bueno, se dio», dijo Juan. De lunes a viernes la familia se despierta bien temprano porque a las seis de la mañana comienza a llegar la gente que pasa por el lugar hacia su trabajo. Durante algunas horas producen y ofrecen los desayunos que incluyen tortas fritas, medialunas, rosquitas, café con leche y más.

Al mediodía comienza la producción de la comida para el almuerzo que se ofrece hasta las 15 y el aroma de empanadas, sándwiches y hamburguesas invita a acercarse.

Con 12 años de experiencia, el carrito ha consolidado una clientela fiel. “Por los años que tenemos, ya tenemos nuestra clientela. Pasa mucha gente. Dentro de todo, nos va bien. No es para tirar manteca al techo, pero se puede solventar algunos gastos”, dijo con una sonrisa.

La calle uno es una de las arterias principales del barrio Parque Industrial, donde el flujo constante de vehículos y peatones es el alma del carrito. “Esta es una calle muy transitada. Tiene su suerte”, aseguró Juan.

A pesar de la creciente competencia en el rubro, el carrito de la calle 1 sigue siendo un punto de referencia en la zona y elegido por cientos de clientes que pasan por el Parque Industrial.


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