El agujero de la capa de ozono llegó a Argentina: la proyección y por qué un volcán provocó su crecimiento
Los científicos alertaron que su formación se adelantó significativamente con respecto a años anteriores. La erupción de un volcán submarino ubicado en el reino de Tonga durante 2022 habría tenido un rol especial en su expansión. Las pronósticos no son alentadores.
Un volcán submarino en Tonga habría provocado el crecimiento del agujero de la capa de ozono.
La formación del agujero de la capa de ozono es un fenómeno que se viene monitoreando de cerca desde la firma del Protocolo de Montreal en 1989. Sin embargo, hay alerta porque este año podría ser el más grande registrado desde 2015.
Según informó este lunes el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), entre el jueves 21 y el viernes 22, se posicionó sobre territorio Argentina, a la altura de la provincia de Tierra del Fuego,
El agujero de ozono se forma todos los años entre agosto y diciembre. Sin embargo, en 2023 su aparición se dio de manera más precipitada. Esto quiere decir que hay una mayor penetración de los rayos ultravioletas (UV) del sol.
«El agujero de ozono normalmente comenzaba a formarse a finales de septiembre, alcanzando su punto máximo en octubre antes de cerrarse en noviembre o diciembre. Empezar en agosto es sin duda muy temprano. Normalmente no esperamos eso», señaló el doctor Martin Juker, profesor del Centro de Investigación del Cambio Climático de la Universidad de Nueva Gales del Sur. Esta afirmación se basa en los datos publicados por Copernicus el día 4 de agosto 2023.
El agujero de la capa de ozono llegó a Argentina: por qué un volcán provocó su crecimiento
A pesar de que el agujero de ozono suele observarse más pequeño durante los eventos de El Niño, el equipo científico de Juker sugiere que será más grande de lo habitual en la primavera 2023 del hemisferio sur. Esto se relaciona a los cambios atmosféricos duraderos después del impacto submarino del volcán Tonga ocurrido en enero de 2022.
La erupción del volcán Tonga-Hunga Ha’apai -ubicado sobre la región insular del Reino de Tonga en el océano Pacífico- inyectó una cantidad sin precedentes de vapor de agua a la estratósfera. Las nubes de hielo se forman en esta capa cuando hay más vapor de agua de lo habitual, lo que permite que las moléculas que destruyen el ozono se acumulen en las partículas de hielo.
«Cuanta más radiación ultravioleta llega a la Antártida, significa que hay más energía disponible para derretir el hielo», indica Juker. También agrega que «ahora que tenemos tan poco hielo marino, en lugar de hielo blanco hay hielo azul, por lo tanto, existe el riesgo de que el Océano Austral se caliente aun más y luego derrita indirectamente más hielo, porque el agua junto al hielo es más cálida».
Además de adelantarse la fecha de inicio del agujero de la capa de ozono este 2023, el área del agujero es mayor al registrado durante los años 2021 y 2022. Lo que se proyecta para las próximas semanas tampoco es muy alentador, ya que el agujero de ozono seguirá aumentado su tamaño.
Cuál es la función de la capa de ozono
La capa de ozono protege la vida en la Tierra de la radiación solar ultravioleta (UV). Pero a finales del siglo XX, las emisiones de sustancias, conocidas como halocarbonos, afectaron negativamente la cantidad de moléculas de ozono en la atmósfera lo que resultó en el dramático agujero de ozono anual sobre la región antártica.
Según el informe cuatrienal del Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal, se confirmó que hay una notable recuperación en la estratosfera superior y una reducción de la exposición humana a los rayos, que son nocivos para la salud.
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