El 24% de las mujeres que sufren violencia de género en Neuquén tienen trabajos informales
Son las que llegan pidiendo ayuda al municipio capitalino. En promedio tienen 37 años y el 89,4% hijos e hijas a cargo.
El 6 de septiembre pasado se inauguró un mural por el día provincial de lucha contra las violencias de género. Foto Florencia Salto.
La situación laboral de las mujeres que sufren violencia de género en la ciudad de Neuquén continúa siendo muy precaria. Sólo la mitad de quienes se acercaron a pedir ayuda a la Casa Aliwenko, entre mayo y agosto de este año, tenían un empleo: el 50,09%. De ese total el 24% dijo que se dedica a trabajos informales: sin aportes, ni obra social.
¿Qué pasa con el 40,91% restante? Ese número representa a las desempleadas, jubiladas y amas de casas que sostienen las tareas no remuneradas (cocinar, lavar, cuidar).
Los datos corresponden al último informe del Observatorio Municipal de Violencia contra las Mujeres del municipio, y surgen de los registros administrativos de los casos que recibe Aliwenko.
Durante este cuatrimestre ingresaron 154 casos de violencia. «Todos ellos recibieron asistencia integral mediante un proceso de admisión supervisado por el equipo de profesionales (abogadas, psicólogas, asistente social), en el cual recibieron información y fue evaluado su nivel de riesgo», asegura el informe.
No se admiten casos, por ejemplo, en los que ya estén interviniendo otras dependendicas del Estado, como la Línea 148.
El 97% proviene de demandas espontáneas de las mujeres. El 42,42% declaró que sufrió violencia física y el 88% psicológica. El 39,39% informó vivir violencia económica (este porcentaje incluye demandas de cuotas alimentarias) y el 12% violencia sexual. Nunca se da un tipo en estado puro, siempre aparecen más de una.
La prevalencia es el ámbito doméstico: el 77,89% señaló como agresores a parejas y exparejas.
Los registros muestran que las mujeres suelen denunciar los casos: el 66,7% lo hizo. Esto implica que muchas cuentan con medidas cautelares, que son las que dictan jueces y juezas para hacer cesar la violencia (las restricciones de acercamiento conocidas como «perimetrales»).
Entre los casos ingresados se registró uno de Código A, que significa «riesgo de femicidio», por la gravedad de la situación.
Jubiladas, amas de casas, desempleadas
El promedio de edad de las mujeres que se acerca es de 37 años y el 89,4% de las mujeres tienen hijos e hijas.
El 13,6% contestó que trabaja como empleada de casas particulares o personal de limpieza tercerizado. El 12,12% respondió que es cuentapropista. Le siguen en importancia las que se dedican al cuidado de personas mayores (7,3%), trabajadoras de la administración pública (6,06%), del sector educativo (6,06%), de comercio (6,06%), y en menor medida servicios personales (1,5%) y jubiladas (1,5%).
En cuanto a la situación habitacional: el 47% respondió que tenía vivienda propia, el 32% habita una vivienda prestada o de un familiar y 18,1% alquila.
Respecto de los agresores, el 59% trabaja y el 10,61% está desempleado. El 37,9% presenta algún tipo de consumo problemático, ya sea de alcohol, drogas o ambas.
En la presentación del informe la subsecretaria de las Mujeres, Alejandra Oehrens, se refirió justamente a la dependencia económica que agudiza estas situaciones. Afirmó: «es muy importante el programa Acompañar que las habilita, en cierta forma, a tener el despegue del varón en la cuestión económica. A través de este programa pueden realizar una capacitación, aprender un oficio».
Este programa lo había desarrollado el exministerio de Mujeres, Géneros y Diversidd y se encuentra actualmente sin funcionar.
La funcionaria destacó que el municipio «también acompaña a las mujeres que están bajo el programa en la entrega de las herramientas necesarias para que puedan comenzar un emprendimiento e independizarse económicamente».
La Casa Aliwenko se encuentra ubicada en El Ceibo 426 del barrio Alta Barda, de la capital.
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