El 2025 arrancó con una situación de riesgo de femicidio en la Línea 148 de Neuquén

La segunda quincena de diciembre -cargada de brindis, fotos de egresos escolares y regalos- suele ser un momento de celebración. No es así para todos. En ese mismo período la Línea 148 de Neuquén registró tres llamados de situaciones de riesgo de femicidio, y una el mismísimo 1 de enero, cuando se contactaron desde una comisaría.

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Las operadoras están entrenadas en la atención de las violencias contra las mujeres, niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y adultos mayores. Hacen una clasificación en función de criterios establecidos, por eso no es un servicio clásico de emergencia, ya que si bien recepciona urgencias en todos los casos hay seguimiento con informes.

Se escucha, contiene y si es necesario se activa la guardia para comunicarse con el Poder Judicial, la policía, el SIEN.

Existen llamados de asesoramiento, donde lo que se solicita es orientación, hay otros que se catalogan como código B, por que no existen en principio indicadores que hagan presumir un peligro de vida inminente, y luego están los graves, conocidos como código A. Dentro de estos últimos hay una subcategoría que es la de riesgo de femicidio.

Lo que ha predominado históricamente en este dispositivo, desde su creación en 2016, han sido las situaciones de violencia de género en el ámbito familiar.

«Las codificamos e intervenimos y automáticamente eso disminuye el riesgo. Es una forma de tener una foto de cuál fue esa situación, de las características. El episodio que nos relata tiene estos indicadores de alto riesgo de vida para la persona, y nos pone en situación de hacer algo más«, explicó Florencia Romero, directora general de la Línea 148.

En estos hechos, afirmó la directora, o bien hubo lesiones graves que pudieron atentar contra la integridad de la persona, pero que no sucedió por alguna situación externa, o bien se trata de episodios crónicos, en los que se hicieron muchas denuncias, hay medidas vigentes y aún así sigue el peligro.

En seguimiento actualmente existen 37 situaciones que fueron clasificadas en 2024 como riesgo de femicidio.

Romero aseguró que durante las fiestas «aumenta el temor» de quienes son víctimas (también de madres, hermanas, tías, abuelas), ya que los agresores intentan acercarse a las casas para ver a sus hijos e hijas, muchas veces incumpliendo las restricciones, y se potencia con el consumo abusivo.

«El relato es ese: «vino a mi casa alcoholizado». Los episodios suelen suceder de madrugada. Es como la característica en esta época», agregó.

En Navidad (24 y 25 de diciembre) se registraron 12 situaciones en la Línea: 4 nuevas y 8 reingresos. En Año Nuevo (31 de diciembre y 1 de enero) se duplicó. Pasaron a 26, de las cuales 10 fueron nuevas y 15 reingresos.

En las estadísticas queda claro que el problema es estructural: sólo en el mes de diciembre se contabilizaron 569 en total.

En perspectiva

En 2024 ocurrieron dos femicidios en la provincia. Cinthia Lagos fue asesinada el 11 de febrero en Junín de los Andes por su pareja, Reinaldo Esteban Morales, quien luego de cometer el ataque se suicidó. El segundo fue el de Natalia Vilte, el 14 de diciembre, en Neuquén capital. El acusado, Marcos Calfio, había terminado recientemente una relación con ella. El caso está en investigación y él permanece con prisión domiciliaria.

En el primer semestre de 2025 se realizará el juicio por jurados contra Claudio Eduardo Calfuqueo, imputado por haber cometido dos intentos de femicidio contra su expareja. El primero la fiscalía lo archivó. El segundo fue en enero del año pasado, de madrugada, cuando entró por la fuerza a la casa, mientras ella dormía. Sacó un cuchillo tramontina de mango negro y la lastimó en la zona izquierda del cuello. Ella había llamado a la Línea días antes porque él había intentado ahorcarla en la calle.