Efecto «greening»: médanos cada vez más verdes por el cambio climático en la ruta 1 o ‘camino de la costa’
Las dunas del corredor de playas que se extienden desde Viedma hasta el ingreso hasta el Puerto San Antonio Este fueron analizadas por un grupo de científicos. El avance de la vegetación que comienza a recubrirlas va en paralelo a lo que ocurre en otros lugares del mundo, en los que el verdor avanza modificando paisajes emblemáticos
Vistas del Camino de la Costa, una ruta escénica que está sufriendo alteraciones
El análisis que un grupo de científicos patagónicos realizó sobre la evolución de los médamos que se extienden a lo largo del corredor de playas que avanzan paralelas a la ruta provincial n°1 o ‘Camino de la Costa’ determinó qué, al igual que ocurre en otros lugares del mundo, el cambio climático está potenciando un efecto llamado «greening». Ese nombre hace alusión al avance de la vegetación, cuyo verdor está modificando paisajes emblemáticos. En esta zona, las especies de flora autóctonas están recubriendo las dunas, que, a medida que este fenómeno avanza, se fijan y se muestran cada vez más verdes.
Esa ruta, que es un vasto sendero de arena y ripio, une Viedma con el ingreso al Puerto San Antonio Este (a 65 km de Las Grutas), en la costa norte del Golfo San Matías.
«El descenso de la actividad ganadera en la zona (que provoca que menos animales se alimenten de ese verdor) y el cambio climático, con el calentamiento global imperante, son los factores esenciales de ese cambio» explicó Mauricio Toffani, becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, Conicet, Universidad Nacional de Río Negro) y primer autor del trabajo.
«Las áreas costeras son uno de los ambientes más dinámicos en la Tierra y pueden reaccionar rápidamente a la mutación del clima y a la presión antrópica (que es la que produce la acción humana). Comprender estos procesos es muy importante para abordar futuros problemas apremiantes entre el hombre y el ambiente, contemplando un eficiente manejo costero y llevando a cabo políticas asociadas adecuadas», explicó el becario.
Para realizar el estudio se analizaron imágenes satelitales y fotografías aéreas, de la franja que va de 1961 a 2022. También se apeló a datos climáticos obtenidos de las estaciones meteorológicas ubicadas en Viedma y San Antonio Oeste, que aportaron registros recabados entre los años 1991 y 2020.
«A través de las imágenes fue posible observar cambios en la morfología de las dunas y cuantificar la variación de superficies vegetadas. Luego, el cambio porcentual de vegetación fue comparado con cambios en la temperatura, viento y precipitaciones y con la actividad ganadera desarrollada en la región» detalló Toffani.
Según el experto, a la hora de hablar de ‘greening’, se desconoce cuál será la evolución futura del fenómeno. «Todavía no se sabe si, por el tema del cambio climático, este verdor creciente va a persistir o va a mutar . Ocurre que, por caso, más temperatura podría ser contraproducente para la vegetación». Sobre las consecuencias que ocarrea, consideró que, sobre todo, impacta en lo visual y la calidad paisajística. «Si el verde avanza cambia visualmente el paisaje» aseguró.
«Lo que sucede en la costa de Río Negro se asocia a un proceso global de estabilización y vegetación de las dunas ocurrido en el último siglo. Procesos similares se han reconocido en diversos lugares del mundo, incluyendo Australia, Brasil, España, Gales, Israel y Sudáfrica, además de la costa bonaerense. En este último sitio, científicos del Conicet, de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de Mar del Plata reconocieron un incremento de la vegetación en dunas costeras debido al aumento en la humedad, las precipitaciones y a procesos antrópicos de fijación de dunas» informó.
Un área que históricamente se vio sujeta a cambios
Sobre el área de estudio Toffani detalló qué «el Golfo San Matías es un bajo que se inundó hace 11.000 años. Si bien desde ese momento hubo cambios en la línea de costa y en los alrededores, se puede considerar relativamente similar. A su vez, hay otras zonas bajas donde se ubican planicies mareales que sirven como área de aporte de arena para los campos de dunas. Esos campos dunares comenzaron a desarrollarse hace aproximadamente 6.000 años«.
En relación a esas superficies explicó qué «avanzan hacia el estenordeste, ya que los vientos predominantes son del oeste. A su vez, se observó el incremento de la vegetación (que fue medida en sitios específicos). Aumentó de un 11% en 1961 a 51% en 2022″.
Cambios en el paisaje
«Este proceso de avance del verdor provoca que los médanos cambien su morfología. El estudio permitió descubrir que al aumento de la vegetación coincidió además con una disminución de las actividades de pastoreo, y al mayor peso que tomaron las actividades turísticas en la región. Además, desde 1991 hasta la actualidad se encontró una relación entre el incremento de las temperaturas y la disminución en la intensidad de los vientos con la mayor cantidad de vegetación» evaluó el hombre.
Actualmente las dunas, en ocasiones, ya han cubierto casas o llegaron a una distancia sumamente cercana a las mismas y continúan avanzando es ese sentido. A su vez, la Ruta Provincial 1, conocida como camino de la costa, ha sido erosionada en el tramo entre Caleta de los Loros y Bahía Creek.
«Entender el comportamiento actual y pasado de las dunas es crucial para predecir cambios. Es decir, evaluar si se van a mover y hacia dónde lo van a hacer, teniendo en cuenta principalmente la ubicación de las localidades balnearias, las rutas que las conectan y los sitios de interés turístico, educativo, recreativo o las áreas protegidas. Hay que considerar que, si bien la economía de las zonas costeras turísticas se basa en el desarrollo urbano, depende en gran medida de la preservación del paisaje. Y ahora, con el efecto ‘greening’, ese postal se está mostrando diferente» cerró el profesional.
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