Dos medallas de oro para una cervecería de Neuquén, son los mejores del país: «Estamos muy contentos»
Bruselas nació en 2014 y hoy tiene un gran potencial para expandirse a nivel nacional. El sábado pasado ganó en Buenos Aires, dos medallas de oro en la Copa Argentina de Cerveza. La Porter y Kolsh, sus estilos premiados.
Sebastián y Agustín Poussard fueron a Buenos Aires sin mucha expectativa, aunque sus 10 años en la preparación de cerveza artesanal los avalaban para obtener el mejor premio. Y así fue: el sábado pasado en la competencia más importante de cerveza artesanal del país sacaron dos medallas doradas: una para la Porter y otra para la Kolsh.
La cerveza Bruselas es de Neuquén y viaja por la zona. Se consigue en Villa Regina, Roca, San Martín de los Andes, Rincón de los Sauces, Añelo y hasta en Buenos Aires. Y con este premio, que los posiciona como las mejores del país, su futuro es alentador: tiene grandes posibilidades de expendirse a nivel nacional.
La Copa Argentina de Cervezas es un evento que premia a las mejores cervezas artesanales del país. Se desarrolló el sábado pasado en Buenos Aires. Convocó a más de 230 cervecerías y recibió más de 1500 muestras de 90 estilos diferentes. Todas las cervezas son evaluadas por un jurado internacional de 75 profesionales durante siete días.
Bruselas compitió contra 12 fábricas de todo el país, las mejores puntuadas por el jurado, y obtuvo el oro en la Porter “una cerveza oscura negra con notas tostadas, no quemadas”, explica Sebastián Poussard, “una intensidad más fuerte con lo que tiene que ver con el lúpulo, tiene cuerpo y es una buena cerveza para maridar con quesos”. También ganó en la Kolsh y Sebastián la define así: “es una cerveza pálida, clara, rubia, fácil de tomar porque es bastante liviana”.
“El evento es muy lindo, porque podés ir probando las cervezas que van ganando”, cuenta Sebastián, “estamos muy contentos, es un empujón para emprender, tuvimos muchos litros tirados en nuestra historia, así que es un mimo a todo el esfuerzo que se hizo todo este equipo”.
La pregunta que surge es ¿Qué las hace diferente al resto de las cervezas del país para obtener dos medallas de oro? “La particularidad es que nos centramos en los estilos de cada una y además venimos trabajando mucho en los procesos de trabajo y eso se traduce en estos premios”, explica Sebastián.
El sueño de la cerveza artesanal de Neuquén comenzó hace diez años:
Hoy montaron su fábrica en una chacra detrás del aeropuerto en Neuquén capital, pero no siempre estuvieron tan cómodos ni con tanto espacio.
La historia de Bruselas comienza en 2014, en una casa, como hobbie. Tres socios fueron los que dieron el puntapié inicial a este emprendimiento que hoy tiene muchas posibilidades de expandirse: Agustín, Sebastián y Cristian Poussard. Si, padre e hijos se embarcaron en el proyecto. Con 35 y 33 años Sebastián y Agustín llevan adelante el día a día.
La producción de cerveza no fue lo primero que emprendieron, antes tenían locales de ropa, pero como siempre los tentó la producción, decidieron cambiar de rubro. Vendieron el emprendimiento de ropa y abrieron un nuevo camino.
Sebastián hoy con las dos medallas de oro recuerda que no fue fácil llegar acá: “Nos mudamos a un local de un amigo de mi hermano, Agustín, pero tuvimos muchos obstáculos. Teníamos fermentadores que estaban mal hechos y hubo un día que tuvimos que tirar 10 mil litros cerveza. Había una levadura contaminada y nos hechó a perder toda la producción”.
Por eso, una de las claves de crecimiento de Bruselas fue poner el foco en los procesos productivos. Decidieron mudarse a un lugar más grande, e invertir en equipamiento y en controles de producto.
Hoy en Bruselas trabajan 7 personas y producen por mes unos 10 mil litros de cerveza. No es su mejor producción, en 2022, en pleno Mundial de Futbol masculino, llegaron a producir unos 24 mil litros. “Hoy pega el poder adquisitivo de la gente, antes se tomaban cuatro pintas, hoy dos”, explica Sebastián. Y sus amigos que tienen bares también les confirman el diagnóstico del momento: las rotaciones de clientes son menores en los bares y se consume menos. Además, la cerveza industrial es una gran competencia en estos momentos de crisis económica, la diferencia de precio entre una industrial y una artesanal es alta.
Para el futuro, estos emprendedores tienen grandes proyectos: que las personas puedan visitar la fábrica, conocer cómo producen cerveza artesanal en la Patagonia, y por qué no, tomarse una buena cervecita.
Comentarios