Don Gregorio, una vida dedicada a la ciencia en Neuquen

Hoy se cumplen 135 años del nacimiento de uno de los hombres históricos que más hicieron por los destinos de Neuquén. Se trata del doctor Gregorio Álvarez, un amante de su provincia de Neuquén.

A lo largo de su vida dejó huellas imborrables. Fue médico especialista en piel y niños y el primer maestro y médico de la región patagónica. Dedicó su esfuerzo y dedicación a descubrir los poderes curativos del volcán Domuyo y logró con eso grandes avances científicos.

Durante la década de 1950 viajó al norte neuquino para recoger algas del Domuyo que luego aplicaba en distintas dolencias que aquejaban a sus pacientes. Al tiempo seguí investigando que otras propiedades curativas tenían esas algas que proliferaban al norte de Neuquén.

Gregorio Álvarez nació el 28 de noviembre de 1889, en el paraje Y, ubicado en Ranquilón, departamento Ñorquin, del Territorio del Neuquén.

Provenientes de una familia muy humilde, desde niño mostró su vocación por el estudio y la superación. Hasta que llegó a obtener sus títulos de grado .

Sus investigaciones lo llevaron a viajar por el mundo, donde recibió innumerables galardones. Hasta la Universidad de Harvard, lo distinguió con una orden de mérito.

Miles de cosas habría para contar de él. Una de ellas es que por su devoción al saber y la ciencia fue uno de los fundadores de la Universidad Provincial del Neuquén. Además, fue fiel difusor de las costumbres, cultura y geografía de su provincia natal. Hoy es un buen día para recordarlo.