Día del Cooperativismo: El desafío y la oportunidad de un presente y futuro mejor

Las cooperativas son reconocidas como asociaciones y empresas a través de las cuales las personas pueden mejorar sus vidas de manera efectiva mientras contribuyen al avance económico, social, cultural y político de su comunidad. Hoy, en todo el mundo se celebra el Día Internacional de las Cooperativas bajo el tema “Las cooperativas construyen un futuro mejor para todas las personas”.

Sofia Leal es presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de viviendas y consumo Villa Traful (@coopedeviviendavillatraful), la primera que nace en la localidad del mismo nombre. “La cooperativa se fundó allá por el 2010, cuando un grupo de personas quedamos fuera del último loteo social de la Comisión de Fomento de la villa. Hay loteos privados, pero son inaccesibles para algunos de los vecinos. En la actualidad tenemos 40 familias asociadas y una lista de espera de 60 personas, porque el loteo está terminado”, comentó Leal.

Llevar adelante una cooperativa es visto como un gran desafío y una oportunidad. “Desafío porque en estos tiempos, recuperar y construir ideas cooperativistas, es un esfuerzo importante sin perder de vista el objetivo común que es la vivienda y trabajar en pos de eso. Trabajar ayudándose entre vecinos, desprenderse de cuestiones que hacen al individualismo y que favorece a todos. Y una gran oportunidad porque nos podemos reunir vecinos de diferentes edades e intereses con una sola idea: tener la vivienda propia”, expresó.

El terreno de la cooperativa se logró en 2015. “La tenencia de un terreno que hoy tiene algunas dificultades porque Traful está alcanzada por el ordenamiento territorial de bosque nativo y quizás por desconocimiento de las autoridades de la Comisión de Fomento de aquellos años, no fueron haciendo los ajustes de solicitudes de cambio de uso de suelo sobre la tierra que se destinó para urbanizar. Hoy la cooperativa se encuentra en el medio de un conflicto de intereses donde la tierra es un bien codiciado”, dijo.

En estos 14 años, los socios de la cooperativa han advertido sobre varias irregularidades. La urbanización tiene características particulares. “Se entrega un loteo social y se distribuyen las parcelas. Cada vecino en conjunto, a veces, va haciendo caminos por lo general sin mensura ni lineamientos básicos que permitan el tema del agua o cloacas”.

“El desarrollo urbanístico no es del todo prolijo, entonces la cooperativa quiso ayudar poniéndose como un modelo de desarrollo urbanístico. Se contrató a un ingeniero civil para hacer la trazabilidad de las calles que hizo la altimetría, para saber cómo colocar las alcantarillas a qué nivel, la apertura de calles la pagó la cooperativa. Pensamos en los efluentes cloacales y para evitar el pozo ciego, trabajamos con una resolución del Epas. La decisión fue utilizar biodigestores que cada 3 años tienen que ser controlados”, afirmó.

El código urbanístico del barrio esta adaptado y se sigue actualizando, el de la villa data del año 1992. El proyecto de electrificación pedido, la cooperativa lo tiene. “Desde el 2010 a la fecha, los socios aportan una cuota ahorro que tiene distintos objetivos como la realización de caminos o limpieza de calles. En el 2022 solicitamos autorización para la quema controlada. Esto significó gastos en la logística: un camión, gente para apagar los fogones, entre otras. Los trabajos en el predio se hicieron con maquinaria y mano de obra local. La cooperativa hizo todos los aportes, el Estado jamás puso un peso ni aportó nada. Hasta el momento llevamos completados los estudios de licencia ambiental y el cambio de uso de suelo, un pedido que ya cumplió 10 años”, agregó la presidente de la cooperativa.

Burocracia y necesidad de vivienda

“En el 2021, Villa Traful colapsó con el tema viviendas para alquilar. Hay pocas temporarias y algunas tienen valores muy elevados. Desde hace 3 años hay emergencia habitacional. En verano hay gente que vive en carpa o casillas, los alquileres son de abril a noviembre, después se desocupan para alquiler turístico”, dijo.

“Estamos esperando para poder instalar los servicios. La mayor dificultad que hemos tenido son las trabas que pone el Estado. No solo documentación y estudios, sino que trabas que nos hacen detener el proyecto. El ejemplo más claro ha sido demorar 10 años en hacer un ajuste de categoría y uso de suelo o pedir que la cooperativa realice un proyecto de ordenamiento territorial de la villa. Cambiarnos el plano de mensura, esa es otra traba por mal desempeño o mal accionar de funcionarios que nos han generado conflictos”.

“Nos ha pasado con algunos vecinos a los que se les han entregado permisos de ocupación de terrenos, que forman parte de la mensura de la cooperativa. Eso es un problema por un lado porque nos hacen una multa millonaria en el terreno de la mensura completa y por otro lado el Estado saca una resolución del lote 44 y 45 que se lo cede a la Comisión de Fomento. Y más grave aun, decidieron dárselos a otras personas sin que medie ningún tipo ni de ajuste de categoría ni de cambio de uso de suelo ni de licencia ambiental”.

“La cooperativa se maneja con un consejo de administración por lo tanto no se hace lo que se quiere. El consejo recibe un mandato y es de la asamblea, la figura del síndico es importante dentro de la cooperativa ya que representa a los intereses de los socios. Lo que se define en asamblea extraordinaria es lo que actúa el consejo de administración”, concluyó.