Día de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal: qué es y por qué están aumentando los casos

La cantidad de afectados por la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa no para de aumentar desde hace cinco décadas en todo el mundo, y también en Argentina. Hoy, el Día de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal busca revertir la invisibilización.

Entre las más de 8.000 enfermedades poco frecuentes reconocidas en Argentina, se encuentra la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye a la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Invisibilizada por el tabú de los síntomas o por la dificultad que afrontan los pacientes para obtener el diagnóstico, lo cierto es que los casos no paran de aumentar desde hace cinco décadas. Hoy, se conmemora el Día de las IBD (por su sigla en inglés, Inflammatory Bowel Disease), una jornada para conocer el padecimiento de las más de 10 millones de personas en todo el mundo.

La celebración fue creada en 2010 por organizaciones de pacientes que representan a más de 50 países en los cinco continentes, coordinado por la Federación Europea de Asociaciones de Crohn y Colitis Ulcerosa y se identifica con un lazo violeta: un símbolo de conciencia y apoyo para quienes viven con EII, explica la página del Conicet.

“Las EII, sin duda, están aumentando en el mundo. Comienzan a aparecer en regiones en donde no eran frecuentes, mientras que en lugares en donde ya lo eran se evidencia un aumento considerable en los últimos años. Por este motivo, no sorprende que se vean más asiduamente en niños, como así también en personas de mayor edad”, nos explica la gastroenteróloga Fabiana Miele, fundadora y presidenta de la Fundación Argentina de Ayuda para las personas con Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa (FUNDECCU).

Según un estudio publicado en marzo de este año en BMC Gastroenterology, la incidencia y la prevalencia de la EII en los países occidentales han ido en aumento desde principios del siglo XX. En países considerados “en desarrollo”, los investigadores encontraron que el aumento se aceleró en los últimos 30 años, cuando se adoptó estilos de vida y hábitos alimentarios occidentalizados (altos en grasas saturadas, azúcares refinados y carnes rojas, y baja ingesta de fibra y vitaminas). Además, precisaron que otros factores de riesgo ambientales identificados son la lactancia materna y el uso de antibióticos.

Puede afectar a personas de cualquier edad y sexo

Las EII pueden afectar a personas de cualquier edad y sexo, siendo la genética, la respuesta inmune y los cambios en el patrón dietético cruciales en su aparición. “El impacto ambiental se impone con un rol protagónico y explica una parte de la amplificación de casos. Ya no hay dudas de los efectos negativos que los productos ultraprocesados (que no son alimentos) ejercen en nuestra microbiota y en la salud. Debemos rendir especial atención a nuestros hábitos de vida, como son el estrés, tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso u obesidad, factores que en su conjunto pueden impactar en forma adversa sobre quién ya tiene en su genética predisposición para el desarrollo de EII u otra enfermedad de origen autoinmune”, preció Miele, que propone un cambio de paradigma en el tratamiento, que involucre y eduque al paciente.

Al respecto, otro estudio disponible en Elsevier, advierte que la causa es compleja y multifactorial, pero afecta de manera crónica a los pacientes y evoluciona con períodos de actividad y remisión. Asimismo, “requiere de tratamientos prolongados o permanentes, que en algunos casos no logran controlar la enfermedad, pudiendo necesitar cirugía o presentar complicaciones”, explicaron los autores.

Los síntomas más comunes de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa se confunden habitualmente con el síndrome de intestino irritable y son: distensión abdominal, exceso de gases, calambres, estreñimiento o diarrea. Sin embargo, las EII a menudo vienen acompañadas de pérdida de peso, úlceras en la boca y diarrea nocturna.

Según Miele, “todos los temas que involucran la intimidad de las personas tienden a ser tabú. Específicamente en estas dolencias en donde la urgencia para ir al baño, los episodios de incontinencia y ensuciamiento, los gases no retenidos, los ruidos abdominales, son eventos que desde ya afectan profundamente a las personas, siendo además ocultados al resto del grupo social e incluso familiar. Muchas veces se opta por el aislamiento y autoexclusión, ya que así se evita el hecho de dar explicaciones. Por eso luchamos de manera incansable, para dar a conocer estas dolencias.”

La especialista indicó que las señales de alerta que deben comunicarse al médico/a son todo sangrado por la materia fecal, sobre todo si se acompaña de diarrea, y otros síntomas que pueden ser comunes a muchas enfermedades como el dolor abdominal, adelgazamiento, anemia y retraso del crecimiento en las infancias.


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