Detectaron un huemul en el parque Los Alerces y esperan más ejemplares en Lanín desde Chile
Se trata de una especie en peligro de extinción, por eso en varias regionales se llevan adelante proyectos de conservación.
Este ejemplar se vio por primera vez en 2017. Una mancha facial lo hace fácilmente identificable. Foto: gentileza
El avistaje de un huemul en el área del cerro Riscoso en el parque nacional Los Alerces alentó a quienes realizan un trabajo de conservación de la especie declarada monumento nacional en Argentina y en peligro de extinción.
Esa misma zona que fue denominada área crítica a fin de proteger al huemul y elaborar estrategias de conservación está delimitada por el río Rivadavia, el lago Verde, el río Arrayanes y el lago Futalaufquen. Dos veces al año se realizan monitoreos, desde 2006, para evaluar la tendencia de la población, si se reproduce y concluir si hay una recuperación.
En esta ocasión, se observó un ejemplar que permanece en esa zona desde 2017. Lo detectaron por primera vez cuando el animal tendría unos cuatro años. Los especialistas estiman que hoy, tiene 11. «Tiene una mancha facial en forma de y, con una forma muy particular. Tiene un quiebre sobre la ceja y una simetría en la cornamenta. De modo que hay una alta probabilidad de identificarlo. Un año llegamos a contarle nueve puntas, algo que es inusual», especificó Martín Izquierdo, integrante del programa de Conservación del Huemul del parque nacional Los Alerces, junto a Camilo Rotela. Advirtió que es casi imposible identificar a las hembras, excepto que tengan alguna lastimadura.
Contó que realizan múltiples estudios con cámaras trampa para estimar la población en la zona. «Lo que sabemos es que persisten en todos los cordones. En la zona del cerro Riscoso había una población importante, pero registró una alta mortandad tras la erupción del volcán Chaiten en 2008«, contó.
Los monitoreos posteriores a ese fenómeno dieron cuenta de que muchos huemules se intoxicaron con flúor. «El consumo de vegetación con ceniza lo hacía consumir un exceso de flúor y eso acarreó problemas y una baja en el nivel poblacional. La mortandad se empezó a notar años después«, contó Izquierdo.
Por eso, decidieron declarar el lugar como «área crítica» estableciendo una serie de restricciones.
Una de amenazas actuales del huemul es el ciervo colorado, una especie exótica, que se detectó en 2017 y su distribución aumenta cada vez más. «Tiene una dieta que no es estrictamente igual a la del huemul, pero altas cargas de ciervos se comen el sotobosque. Encima hablamos de una zona donde hay ganadería lo que genera una presión alta sobre los alimentos. También hay restricciones respecto del uso de maquinaria que puede ahuyentar al huemul», enumeró.
Con los monitoreos, especificó, se sabe que los huemules viven en la zona alta del cerro, lo que dificulta su recuperación ya que las condiciones ambientales son más rigurosas. El brote de las plantas, por ejemplo, es más tardío y las nevadas empiezan antes.
Provincias como Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén están abocadas a distintas estrategias para promover un crecimiento poblacional del huemul.
Traspasar la frontera
El último registro de huemules en el parque nacional Lanín fue en 1995. Pero las esperanzas de que la población se asiente nuevamente en ese sector aumentan. Sucede que la Fundación Huilo Huilo de Chile lleva adelante la cría de huemules en cautiverio. El proyecto resultó exitoso y se logró liberar a los primeros ejemplares en 2005. Recientemente, fueron liberados otros siete que llevan un radiocollar que permite monitorear por dónde se van moviendo.
«Ya nos avisaron que dos animales están cerca de la frontera. Por eso, tenemos la esperanza de que ingresen a la parte sur del parque. Saber que los tenemos tan cerca nuevamente nos dio este estímulo para recuperar su hábitat y que regresen al parque», afirmó María Rosa Contreras, del Departamento de Conservación y Manejo del parque Lanín, al tiempo que aclaró que es un trabajo a largo plazo.
El trabajo se concentra en la cuenca del lago Queñi ya que, según los especialistas, es uno de los posibles sitios de ingreso del animal.
Esta ingeniera agrónoma que coordina el Proyecto Huemul especificó que su desaparición está asociada con varias amenazas a lo largo de los años, como la caza furtiva y la fragmentación de hábitat para la actividad ganadera.
«Cuando se empieza a colonizar la Patagonia, se hace un manejo de zonas de bosques pensando en la ganadería, se quemaban superficies de áreas de bosques y eso generaba que habitat se fuera fragmentando. El huemul fue quedando relegado a pequeñas islas«, mencionó Contreras.
Recordó además que décadas atrás, la presencia de aftosa generó una alta mortandad de huemules por la transmisión de la enfermedad. Los perros también ahuyentaron a los huemules. «Todas esas amenazas fueron llevando a que la especie desapareciera del sur de Neuquén», resumió.
En la zona del lago Queñi, abundan especies exóticas como el ciervo y el jabalí. Por eso, los esfuerzos se concentran en disminuir estas poblaciones. «También hay vacas que tienen la misma alimentación que el huemul. El hábitat del bosque no está preparado para semejante presión de herbivoría. El bosque va perdiendo estructura», planteó. La estrategia apunta a eliminar las vacas. Por una cuestión de seguridad, el área está cerrada.
«El huemul actúa como una especie de paraguas: al proteger esa especie, otras especies se ven beneficiadas. Hay especies de flora valdivianas y se investiga si hay presencia de la ranita de Darwin, una especie en riesgo», manifestó.
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