Desde Neuquén por el Derecho a la Identidad: “Se está banalizando la lucha por los derechos humanos”
Como desde hace 20 años el 22 de octubre se conmemora el trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo. Verónica Martínez Durán cuenta su propia historia.
La actriz y directora de teatro reconstruyó su identidad e historia, de a partes. Foto: Cecilia Maletti
A Verónica Martínez Durán la crió la abuela. Ni su padre ni su madre, su abuela Magdalena Durán. “Armé mi vida”, cuenta, “con retazos”. A su madre la conoció de grande. “Ella de joven se asustó, huyó. No tenía militancia política”, recapitula Verónica, “su familia la consideró responsable de un montón de cosas y la dejó muy sola”.
Deiliria Soler era el nombre de su mamá. De ella se quedó con poemas y con lo que le contó de aquella época previa y durante la última dictadura cívico militar en Argentina.
Su padre es uno de los tantos detenidos desaparecidos que aún no se sabe dónde están sus restos. “Yo veía cómo mi abuela lloraba”, cuenta Verónica, “pero nadie me contaba lo que pasaba”. Desde niña vivió con su abuela que buscó a su hijo hasta que perdió prácticamente la memoria.
Sobre la calle Independencia en Neuquén hay una baldosa con el nombre de su padre: Aníbal Martínez Durán, secuestrado por la Triple A en 1975 en Liniers, Buenos Aires. “Ese es todo un tema”, reconstruye Verónica, “porque hay mucha gente que cree que los desaparecidos y asesinados fueron a partir del golpe militar. Pero ya desde antes había un avance muy fuerte de la derecha y hubo un montón de desaparecidos y muertos que pertenecen a esta época de 1974 y 1975 a cargo de la Triple A. Obviamente al instalarse el golpe, fue tremendo, pero ya venía sucediendo”.
Cuando tenía cuatro años Verónica se mudó a Neuquén con sus abuelos. De a poco, más de grande, de a pedazos, de a partes, fue reconstruyendo su vida. Cada uno de los fragmentos que encontró los hiló y armó un unipersonal que – cada vez que puede o que se lo piden, desde hace diez años – lo pone en escena. Se llama: “Astilla del mismo palo”, un unipersonal que reconstruye lo que fue averiguando, lo que le fueron contando sobre su propia historia, su propia identidad.
Este año se cumplen 20 desde que se sancionó la Ley N° 26.001 que asigna el 22 de octubre como Día Nacional del Derecho a la Identidad. Y este año es particular: por primera vez desde la vuelta de la Democracia, Argentina tiene en el Poder Ejecutivo Nacional voces que reivindican la última dictadura cívico militar.
“Toda actividad que ejercite la memoria, por empezar, es válida”, analiza Verónica, “pero en este momento más aún porque es un momento en donde se está banalizando y hablando mal de la lucha por los derechos humanos, no se está teniendo en cuenta a la Justicia y se está reivindicando las acciones que cometieron torturadores y genocidas”.
Verónica forma parte de H.I.J.E.S (Hijos, hijas e hijes por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) Alto Valle. Para ella esta fecha es importante porque permite recordar el trabajo que Abuelas de Plaza de Mayo hacen para la reconstrucción de las identidades. Y también porque permite crear encuentros para escuchar a otros.
“Hay discusiones que escuchamos hoy, que pensamos que nunca íbamos a tener que volver a dar. Se percibe como un retroceso, pero evidentemente tiene que ver con la realidad”, analiza, “más allá de que nos haya sorprendido, es el momento de ver dónde nos posicionamos como para poder debatir y construir desde otro lugar”.
Actividades en Neuquén por el Día Nacional del Derecho a la Identidad:
Desde el año 2004 Argentina tiene Día Nacional del Derecho a la Identidad. Se aprobó en el Congreso Nacional a través de la Ley N° 26.001 para conmemorar la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo, organización civil creada el 22 de octubre de 1977.
En Neuquén habrá actividades: se compartirá la Muestra “Memoria Gráfica”, que representa parte del trabajo que Abuelas de Plaza de Mayo y se podrá ver “Astilla del mismo palo” a las 20. Ambas actividades serán en Sarmiento 841, Deriva Teatro.
Comentarios