Denunciaron mala praxis y piden medidas que frenen el daño a una niña de Huergo
Una familia de Huergo espera que la Justicia resuelva una causa iniciada en el 2019. Presentaron una acción preventiva para mejorar sus condiciones de vida.
“Tetraparesia espástica, daño orgánico cerebral global con deterioro cognitivo severo, afasia, incontinencia esfinteriana y trastornos digestivos”. Ese es el cuadro clínico de Fiorella, una niña de 15 años de Ingeniero Huergo, cuya familia espera una respuesta de parte de la Justicia, para evitar que se agrave su estado de salud.
El calvario para los padres y las hermanas de Fiorella empezó en el 2016, en el marco de una cirugía traumatológica programada en Roca, a partir de las secuelas que había dejado un sinestro vial que la pequeña había sufrido.
Según indica la denuncia presentada en el 2019, durante ese procedimiento no se habrían tomado todos los recaudos y medidas de seguridad necesarias para reaccionar a tiempo ante un shock hipovolémico hemorrágico, que se habría provocado por una lesión vascular intraoperatoria.
El cuatro “constituye una secuela neurológica y orgánica producida por una encefalopatía hipóxica cerebral que tiene relación de causalidad directa con el paro cardíaco como consecuencia a un shock hipovolémico hemorrágico provocado por una lesión vascular intraoperatoria, ocurrida en la intervención”, sostiene una de las pericias oficiales realizadas en el marco de la investigación judicial.
Ese análisis inicial determinó que “surge la existencia de los elementos de la culpa médica de los profesionales que han asistido en la operación de Fiorella…, por obrar con negligencia, impericia, imprudencia e inobservancia de los reglamentos y deberes a su cargo”.
Y más tarde, ante el pedido de la jueza Verónica Hernández para que intervenga el Cuerpo de Investigación Forense del Poder Judicial (CIF), otro informe indicó que “teniéndose en cuenta todo lo extraído del análisis de la documentación, no se comprende el motivo por el cual se produjo un estado mórbido de tanta severidad”.
“Entendemos que, de haberse seguido todos los procedimientos adecuados de seguridad intraoperatoria, tal cual lo refleja toda la documentación que ha podido analizarse, esta situación de alto riesgo para la vida de Fiorella, o de altas chances de generar secuelas profundamente invalidantes, no debería haber ocurrido”, agregaron desde el CIF.
Los efectos para la familia que denunció mala praxis
A partir de este escenario, con dos pericias que indican la responsabilidad médica en el estado de salud actual de la niña, la familia de Fiorella presentó una acción preventiva de daños, que es una especie de medida cautelar, para que le brinden en forma urgente la asistencia permanente de personas capacitadas para el cuidado de terceros.
Según pudo conocer Diario RÍO NEGRO, la menor de edad permanece al cuidado de su padre y de sus hermanos, en el marco de una situación de alto estrés, que afectó en forma negativa a todo el entorno familiar.
El planteo, presentado con el patrocinio del abogado Ariel Balladini, también hizo hincapié en la necesidad de contar con elementos fundamentales para evitar que el cuadro de Fiorella se agrave mientras se aguarda la resolución de fondo del caso.
Eso implica una cama ortopédica, silla de ruedas adecuada, tratamiento neurokinésico, asistencia médica especializada y otros elementos ortésicos cuya necesidad fue señalada por una pericia kinesiológica solicitada por el Juzgado Civil 9.
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